Película difícil de ver y de resultado indeseable. Gibson se recrea con todo tipo de detalles durante dos horas en una película cuya trama se resume en una línea.
Sangre a litros, violencia explícita a cámara lenta...incluso llegas a pensar si la película está en hebreo para que te olvides del guión y así prestar más atención a la paliza que le están dando a Jesús. Eso sí, estéticamente y a nivel técnico, la película impresiona, aunque para eso, prefiero ver un videoclip de la kylie minogue, que estéticamente, tambien está impresionante.

¿Alguna vez te has preguntado de qué forma influye en tu destino el mero hecho de cruzarte con una viejecita al cruzar la esquina? Pues en Corre, Lola, Corre se ofrece una buena oportunidad de averiguarlo.
Tres historias en una, tres versiones de la historia con un desenlace desigual cada una, en las que el tiempo juega un papel fundamental, así como los detalles a priori más imperceptibles.
Papelón de Franka Potente, una de esas actrices con personalidad y capaces de sorprender en cualquier momento. Su personaje es como la película: frenética, inquieta, arriesgada, original, irracional...
Mención especial para la banda sonora, que te atrapa y te obliga a correr junto a Lola en su trepidante odisea. Corre a verla!!!

Debe ser que a mí siempre me fascinó todo lo perteneciente a la mitología grecolatina, todas sus fabulosas historias, llenas de héroes fantásticos y horribles monstruos, viajes increibles y aventuras sin fin... de ahí que alucinara tanto viéndolos fuera de las páginas, moviéndose en la pantalla. Poder ver a Pegaso y compañía siempre me resultó una experiencia mágica, y si bien ahora los efectos puedan parecer de risa, en la época eran fantásticos, y en esta película abundan.
En definitiva: si quieren disfrutar de gloriosas aventuras con regusto antiguo, no se pierdan Furia de titanes, porque no decepciona en absoluto.

Flojísima película que pretende ser una crítica social pero a la postre profundiza poco y se queda en lo superficial, o sea, en Tejero o Emilio, según el rato. Si te gusta Aquí no hay quien viva, a lo mejor le encuentras el puntillo. Empalagosa como un bocata de polvorones.

Típico pastel pro yanki de soldaditos jugando a salvar un avion secuestrado.
Todo iba más o menos según lo previsto: terroristas en un avión, la azafatilla de turno y los del ejército planeando el rescate. Y entonces sucedió lo inesperado. Allí estaba Steven, pero no era el mismo de siempre. Algo anormal se palpaba en el ambiente. De entrada, me extrañó que apareciera ahí, sin más, sin haber despertado de un coma, o sin su bata de watiné molona, pero entonces flipé todavía más cuando, sin previo aviso, el tío desaparece de la película, dejándonos huérfanos de sus escenas de tiki taka, llenas de luz y de color, de poesía en movimiento... para dar el protagonismo al bueno de Kurt. Yo sé que el tipo lo intenta...pega, dispara, interactúa con los demás personajes y con el atrezzo como el más pintado, pero no es lo mismo... Él no es Steven y nunca lo será, por muy mal que le salga el papel... Steven, contigo hubiera sido diferente... o no.