Dirigida por el irregular Alberto Lattuada esta película, basada en una historia de Nikolai Gogol combina con gran habilidad el melodrama, el humor y, en su parte final, elementos fantásticos.
Influida, en mi opinión, por la película del año anterior a esta producción “Milagro en Milán”
de Vittorio de Sica, tiene como ésta una gran crítica a los abusos del poder y las desigualdades sociales.
El film cuenta además con una secuencia en la que se muestra la corrupción urbanística, tan de actualidad en nuestros tiempos.
Muy buena interpretación del protagonista Renato Rascel y de todos los actores secundarios,
principalmente el que hace de sastre. La fotografía, en blanco y negro, espléndida y la música adecuada.
Película muy recomendable.

Modesto western de John Farrow dedicado fundamentalmente a glorificar la bandera norteamericana.
Ambientado hacia el final de la guerra de Secesión. El argumento tiene su complejidad, los caracteres
de los personajes estan bien definidos y las actuaciones son correctas en general.
Mención aparte para Arthur Kennedy que está sobresaliente como siempre.
Filmada en brillante Tecnicolor y casi totalmente en exteriores, con paisajes impresionantes.
La banda sonora, adecuada y la realización con no demasiado acierto en las escenas de acción.
Sin ser una gran película, resulta grata de ver.

Película dirigida por el especialista en comedias George Sidney, basada en la historia real de la precozmente desaparecida Jeanne Eagels. En ella se nos cuenta el ascenso, sin escrúpulos morales, y la posterior autodestrucción de esta actriz, brillantemente interpretada por la siempre estimulante Kim Novak.
La realización es correcta, aunque se hace un poco tediosa en su parte central . Buena fotografía en blanco y negro y música adecuada.

Cuenta John Huston en su autobiografía, “A libro abierto”, que nunca le gustó esta película, aunque después de verla me parece que se exigía demasiado a sí mismo.
Sin estar entre los mejores de su amplia filmografía, este film tiene una muy buena calidad y unas interpretaciones sobresalientes, de Bette Davis, (en uno de los papeles que tan bien le iban de mala, malísima), de Olivia de Havilland, dando un buen contrapunto a la maldad de la Davis, y de Charles Coburn.
La realización, la fotografía en B/N y la música de Max Steiner son más que correctas. El guion de Howard Koch es bueno. La película se sigue con interés de principio a fin. A destacar la denuncia de la discriminación racial mediante la aparición de un personaje negro injustamente acusado de un delito.

Recomendable.

Creo que es una película que no acaba de encontrar su equilibrio. Se mueve entre la comedia, el drama y la crítica social sin profundizar en ninguno de ellos. Como comedia las situaciones potencialmente cómicas están muchas de ellas desaprovechadas. Como crítica social, “ajustes de plantilla”, etc, solo se dan pinceladas, y como drama, relación padre-hija, la duración del film es desproporcionada. Sobran muchas escenas que no aportan nada a la historia que se hace tediosa sobre todo en su parte central.
Se salvan las interpretaciones y algunas escenas ingeniosas.