Notable adaptación de la novela homónima escrita por Cormac McCarthy (también autor de otra novela llevada al cine por los hermanos Coen, "No es país para viejos") y ganadora del premio Pulitzer. Por momentos sí consigue transmitir toda la carga poética que desprende la dura prosa de McCarthy, pero no llega al nivel emotivo de la novela. En cualquier caso, merece un visionado.

Especie de "auto-documental", supuestamente "auto-biográfico" en el que el protagonista (y director) se complace en humillarse a sí mismo y presentarse como un pelele patético, supongo que con la intención de dar pena y conseguir que el espectador (principalmente masculino) se identifique con él. Engendro cinematográfico, con escenas de vergüenza ajena, que respira falsedad por los cuatro costados (sólo indicar ese ñoño final feliz) y que aburre soberanamenete.
Sólo espero que este tipo no vuelva a hacer una película en su vida.

Fincher regresa a las pantallas de cine, después cinco años de ausencia, tras la interesante pero fallida "La habitación del pánico", con este portentoso thriller. Película densa, obsesiva y oscura que analiza minuciosamente los hechos acaecidos en el San Francisco de los años 70 en referencia al asesino que se hacía llamar Zodiac.

Pero Fincher, aparentemente, ha cambiado su estilo en esta película. Olvidemonos de esos travellings imposibles y piruetas visuales (que, por cierto, eran inherentes a esa otra obra maestra como "El club de la lucha"). Aquí el director se sosiega y opta por una palnificación y unos encuadres más "clásicos", aunque llenos de esa energía y genialidad que el sabe transmitir. Por supuesto, no faltan los momentos "made in Fincher" memorables, como siempre: el plano cenital del taxi por las calles de San Francisco, los criptrogramas sobreimpresionados en las paredes de la redacción del periodico o la construcción de un edificio en cuestión de segundos para simbolizar el paso del tiempo.

Las películas de Fincher siempre hablan, en cierta forma, de la realidad, su representación y lo que se esconde detrás de ella. En esta película los personajes persiguen la verdad pero no consiguen encontrarla. Y en cierta forma eso también se traduce en el discurso cinematográfico que nos plantea el director. Aquí es donde radica la carga de profundidad de la película: es un relato sin relato, es un anti-relato. Así como "El club de la lucha" presenta un discurso cinematográfico completamente anárquico acorde con el mensaje del film, aquí Fincher lo que viene a decirnos es que no hay historia que contar, solo datos acumulados a través de los cuales es imposible alcanzar una narración "clásica". No hay historia, no hay verdad que contar.

La película, a mi entender, es una absoluta obra maestra. Y no sólo por la disgresión metafilmica que a mi me ha suscitado y acabo de soltar, sino también porque te agarra en la butaca y no te suelta hasta el final. TODO es perfecto en Zodiac: actores, planos, secuencias, ritmo, música...

Esperemos que Fincher nos regale maravillas de este porte en breve. Ha vuelto a lo grande y esperemos que siga así.

Scorsese es uno de los grandes. No entiendo las malas críticas que ha recibido en sus últimas películas ("Gangs of New York" , "El aviador"), pues creo que rallan a gran nivel. E infiltrados mantiene ese buen nivel. Potente regreso al territorio mafioso que tanto le gusta al director italoamericano. Personajes carismáticos, una trama complicada pero bien explicada y una dirección dinámica. Scorsese vuelve a clavarte en la butaca. Genial.

La película comienza bien, creando una atmosfera inquietante y situaciones tensas. Sin embargo, hacia la mitad del metraje, su argumento se hace incomprensible y se pierde completamente el interés. Una pena que esté tan bien diseñada y tan mal contada.