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Críticas de Sitodine
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Críticas 49
Críticas ordenadas por utilidad
10
14 de agosto de 2011
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, es posible que Frak Capra sea un optimista exacerbado. Que la nieve sea muy blanca, que la belleza se manifieste en el suelo, los árboles, los tejados y el cielo. Que la ciudad sea un lugar acogedor y rebosante de armonía. Puede que el hermano sea un agradecido, el padre un héroe y George Bailey el tipo perfecto que nunca conoceremos. Tal vez, los hijos de George sean idílicos y su mujer, una señora comprensiva y sonriente que le ama, aunque éste sea un pobre sacrificado que no la lleve de luna de miel. Seguramente el señor Potter sea demasiado malo, demasiado rico y de una avaricia tan inmensa como el altruismo de los buenos vecinos de Bedford Falls. Podéis argumentar que el reino de los cielos (cristiano, por supuesto) es representado con extrema pedantería, que Dios habla con San José y que el ángel es un buenazo de segunda, un simplón que actúa por el interés que le suscita conseguir unas alitas a la espalda. Lo más seguro es que todo sea demagogia barata. Una obra doctrinal del verdadero sentido de la navidad, que nos embauca con un mensaje tristemente ingénuo e irreal. En definitiva, una de tantas influencias del relato “A Christmas Carol” de Charles Dickens. Sí, todo esto podría ser cierto. No lo sé.

Pero…

¿Y qué?

¿Qué pasa si he decidido que “It's a Wonderful Life” sea una de las películas de mi vida? ¿Qué pasa si James Stewart me parece sublime? ¿Qué pasa si me emociono con la historia?

¿Hay algún problema?

¿No decían que la vida es sueño, y los sueños “cine” son?

Bueno, pues lo digo yo.

Me voy a regalar la luna...
Sitodine
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7
4 de septiembre de 2011
18 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
La piel que habito se ha vendido como un cambio de registro del director Pedro Almodóvar. Yo diría más bien que estamos ante un proyecto arriesgado, particularmente grotesco y con giros narrativos, cuanto menos, delicados. Pero sigue siendo marca Almodóvar de toda la vida. Como debe ser por cierto. El hecho de que la película sea un thriller psicológico no nos exime de las jocosidades a las que el manchego nos tiene acostumbrados (ahí queda el tigretón interpretado por Roberto Álamo). Sin embargo, también es cierto que la película se muestra comedida en ese aspecto, mucho más de lo habitual, mostrándonos un elenco de personajes fríos e insensibles, con un Antonio Banderas contenido y una Elena Anaya pasiva. Una caracterización sin duda proyectada que viene a configurar parte de la atmósfera de inquietud y horror que se quiere transmitir. No faltan los momentos traumáticos y de tensión, en ocasiones haciendo equilibrio sobre ese punto delicado de inflexión donde el terror puede volverse comedia, algo que, con premeditación o sin ella, acaba adoleciendo un poco el efecto de impresión de algunos pasajes.

El trabajo interpretativo de los dos protagonistas es fantástico. Antonio Banderas cumple a la perfección con las exigencias de su papel. La frialdad e inexpresividad de su personaje no es un defecto de actuación; Es su actuación. Su doctor Robert Ledgard suscita temor y compasión por partes iguales, contagiando la incertidumbre necesaria para que los giros argumentales funcionen. Elena Anaya, de igual modo, hace un gran trabajo, particularmente entregada en uno de los papeles más trascendentales de su carrera.

A pesar de que la película está basada en una novela de Thierry Jonquet, y de haber admitido Almodóvar influencias de "Los ojos sin rostro" (1960) de Georges Franju, debo reconocer que la primera obra de referencia que me vino a la cabeza fue Frankenstein de Mary Shelley. La piel que habito no deja de ser la historia de un perturbado cirujano que, con la venganza como motivación, crea su propio monstruo. Una obra que coquetea con el terror y la ciencia ficción, utilizando lo delirante y bizarro como vehículo para hablarnos de identidad y suplantación. Todo desfila con agilidad sobre una estética y decorado al servicio de la historia. La excelente banda sonora de Alberto Iglesias hace lo propio, acentuando momentos sobrecogedores y memorables, como el de Vera aspirando frenéticamente los pedazos de vestido rotos.

No gustará a todos. Muchos aspectos no acaban de convencer. Sin embargo, y sin ser un gran amante del cine de Almodóvar, aplaudo la interesante propuesta y el afán del director por explorar nuevos terrenos que, no obstante, mantienen su identidad. Y espero que así siga siendo. Pues la identidad es distinción, y eso, para bien o para mal, es autenticidad.
Sitodine
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4
23 de agosto de 2011
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha pasado un tiempo indeterminado (no mucho) desde que César se rebelara en aquel centro de entrenamiento y la verdad es que nos hemos perdido un huevo de cosas. Al parecer, hubo una guerra nuclear, de la cual sólo sabemos que supuso la aniquilación de la raza humana. Sobreviven unos pocos humanos, algunos aislados del mundo y con mutaciones debido a la radioactividad. El resto, viven en un poblado (que bien pudiera llamarse Sherwood) gobernados por César, considerados ciudadanos de segunda clase y realizando plausibles tareas como enseñar escritura a los simios. Así pues, los monos primitivos han aprendido a hablar y a comportarse con envidiable inteligencia, algunos superan incluso al mismísimo César, quien cuenta a su servicio con orangutanes filósofos. Como podéis ver, el argumento no merece mayor análisis. Los gorilas son representados como seres belicosos obsesionados por conseguir armas y hacerse con el poder, erradicando completamente a los humanos. Aldo es el gorila líder, un personaje claramente subnormal y estúpido y que sin embargo era referenciado en “Huida del Planeta de los Simios” como el verdadero instigador de la rebelión. Sorprende que el simio que en un futuro alternativo era el primero en articular palabras sea mostrado aquí como un verdadero cabeza hueca. (Si hablamos del mismo Aldo, claro, con este embrollo nunca se sabe).

El diseño de producción de esta película es el más cutre de toda la saga, tanto que si te esfuerzas puedes ver lo que hay detrás de las máscaras (los gorilas dan pena) e incluso verle la boca al bueno de Roddy McDowall, consiguiendo un interesante efecto de doble hilera de dientes. Los humanos mutantes van en autobús escolar y la batalla es de lo más penco, introduciendo en el montaje la misma explosión varias veces. Vamos, un despropósito de principio a fin, pero que quizá, y solo quizá, te alegre el día si la ves con buen humor.

Arthur P. Jacobs, productor de las cinco películas, murió justo después del estreno en 1973, finiquitando la saga definitivamente. En el aire queda el porqué se llega a una situación en la que los humanos pierden la capacidad de hablar y son tratados como animales, tal y como se nos muestra en la película de 1968. De momento, todo acaba bastante suavizado:

“Mientras veo a los simios y a humanos viviendo en paz, en armonía, en amistad, seiscientos años después de la muerte de César, por lo menos tenemos esperanza en el futuro”

A otra cosa, mariposa.
Sitodine
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2
28 de agosto de 2017
22 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía tiempo que no deseaba asesinar con mis propias manos a los dos protagonistas de un dúo aventurero. No sé... Siempre uno suele acolchar esa sensación de odio cuando uno de los compis que comparte las andanzas es "másomenos-simpático", pero no es el caso. Infumable ella, infumable él. PERO MÁS ELLA. MUCHO MÁS. No sentía esto desde aquellos tiempos mozos en los que un servidor visionó aquel infame ejercicio gilimodernillo francés titulado: Quiéreme si te atreves. Desde ahora, y por méritos propios, estos dos se llevan el PremieSito a la pareja más exasperante del año. PremieSito a la borde-sin-gracia y PremieSito al tonto que se quiere casar con la borde-sin-gracia... pero sin gracia, sin carisma, sin naaaaaaa. ¡Puaj!

Dice uno... Bueno, ya que hay que aguantar a estos 2, al menos que la tortura pase rápido. DOS HORAS Y MEDIA CASI. Dos horacas plus plus como dos catedralacas de ¿una historia trepidante y divertida? NOOOOOO. De relleno. Puñetero relleno pajero (de paja graneril) desprovisto de nutrientes que vamos, ni una misera vitamina desecada. Tal es la inmensidad de relleno-Caca-BailaRihanaYcobra que cuando vas atisbando el desenlace y aparecen los bichos azules uno se queda como cuando te cruzas por la calle con un pavo que no ves desde hace mucho tiempo. ¡A Joder! ¡Que están estos aquí! ¡Que la cosa va con ellos!

¿Y cual es el tono? - Inmensamente infantil. Salen bichillos más tontos que aquel personaje tan odiado de la guerra de las galaxias.

¿Para niños? - Pues mira hay una escena en la que salen putas y a un alien le rebanan la tapa de los sesos.

¿Entonces? - Onanismo Francés. Supongo.

Un completo desastre de película.

DE NADA ;)
Sitodine
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7
9 de septiembre de 2011
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si nos ponemos en plan “tiquismiquis” probablemente lleguemos a la conclusión de que La noche de los muertos vivientes no descubrió nada. El hallazgo del gore suele atribuírsele a Herschell Gordon Lewis, director y guionista de 2000 Maniacs (1964) y con respecto a nuestros queridos amigos los zombis, es de justicia señalar que el cine había dado ya por lo menos un par de obras significativas: La legión de los hombres sin alma (1932) y Yo anduve con un zombi (1943). No obstante, cualquier aficionado a la historia del cine, y más concretamente a la historia del cine de terror, estará de acuerdo con que “La noche…” sentó ciertas bases sólidas de todo un género. Muchas para bien, y otras para mal.

La clave del éxito de esta película debemos buscarla en la habilidad que mostró Romero al pellizcar una serie de puntos clave de forma bastante oportuna e ingeniosa. El film, que ya de por sí tocaba un tema delicado, se convirtió en una verdadera obra transgresora al incidir en detalles que, para la sociedad de la época, podrían catalogarse de hirientes. Se habló mucho de la violencia gráfica de la película, pero el quid de la cuestión no era la sangre, sino el cómo se explotaba el tabú de la muerte, no como concepto, sino como aspecto material. Un grande decía: La muerte es un misterio y el entierro, un secreto*. Bueno, hasta que llegó Romero. Los muertos se respetan si no se levantan. ¿Y qué hay si el que se despierta es tu hermano? (Vamos al Spolier, por si acaso).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Sitodine
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