No sé cual es el concepto que tienen del "humor" quienes califican esta serie de es "inteligente", "sutil" o "divertida". A mi me parece estúpida, repetitiva y sobre todo tremendamente aburrida. La serie abunda en todos los tópicos imaginables: los homosexuales que, a pesar de la supuesta visión no discriminatoria, en realidad sólo resultan pretendidamente divertidos por su homosexualidad y afeminamiento (¿tendrían alguna gracia si no?), la pareja de hombre viejo casado o emparejado con mujer inmigrante mucho más joven y guapa (es evidente porqué ¿o no?), los padres que son (o parecen) más idiotas que sus hijos (aunque parezca difícil lograrlo) y un largo etc.
Esta serie no tiene la comicidad de las primeras temporadas de "Dos hombres y medio" ni el punto realmente ácido y rompedor de "Padre de familia" o "South Park" pero probablemente hará reir a los mismos que se desternillan con los chistes de "culo, pedo, pis" o a los entusiastas de esa estupidez que ahora llaman "lo políticamente correcto". Para mí, es pura basura.

Y por ello resulta tremendamente aburrida la historia de unos personajes vulgares, fracasados, anodinos, cuyas peripecias cotidianas tras la muerte de uno de ellos no despiertan el menor interés ni la menor empatía.
Parece que hoy en día es costumbre acumular elogios hacia el cine independiente. los personajes pretendidamente marginales (o simplemente maleducados) y las historias de jovenzuelos que no tienen nada que hacer en la vida. Para mí nada de eso basta para lograr una buena película que necesita un proposito, una historia sólida dirigida hacia ese propósito y unos personajes cuya historia nos conmueva. Aquí no hay nada de eso; más bien y como ya ha dicho uno de los espectadores, esto es un tostón pedante y pretenciosos.

La historia, la verdadera historia, habría dado para hacer una gran película si, en lugar de centrarse en los efectos especiales y en la propaganda yankee, hubiese ido diréctamente a los hechos. No es así: la película se pierde en relatos paralelos y en circunstancias marginales que no aportan nada. Hay un larguísimo preambulo, todo lo que va hasta el ataque al USS Indianapolis por parte del submarino japonés que resulta igualmente prescindible. Y lo único que merecería la pena ver: la supervivencia de los naúfragos y el juicio posterior, están narrados sin pulso y sin que consigan hacer que el espectador se interese lo más mínimo por lo que le suceda a los protagonistas.
Hay otras películas de cine bélico infinítamente mejores, eso sí: o son antiguas o están rodadas fuera de EEUU.
Post data: lamentable el recurso de hacer que los japoneses hablen en su idioma subtitulándolos para enfatizar el maniqueismo habitual de quienes son los buenos y quiene y los malos.

En esta película todo es mentira, todo es falso y nada resulta creible. Por mucho que hayan vestido a los actores con harapos y les hayan tiznado la cara, nadie en la edad media habría hablado ni se habría comportado así. En esta película han tomado personajes del siglo XIX y los han plantado por las buenas mil años atrás y, lo que es peor, pretenden mostrarlo como un ejercicio de realismo. Nada de ese realismo está aquí como sí lo está (al menos en parte) en "El señor de la guerra", "Los señores del acero" o "El nombre de la rosa" (pese al final endulcorado). Esta película es una muestra más de lo que el cine españo actual es incapaz de conseguir incluso con medios económicos, sobre todo cuando depende del patrocinio de cadenas de televisión y se basa en "best sellers".

Un claro ejemplo de despilifarro de medios, dinero y actores para una historia absurda. O un ejemplo de como NO se producira el "contacto" con una especie extraterrestre.
Todo en la película es falso, desde la manera en que se comportan los científicos hasta las reacciones seudoreligiosas, muy apropiadas para la estética "new age". Ejemplos realmente verosímiles de como sería un contacto extraterrestre son "Los genocidas" (novela de Thomas M. Disch no llevada al cine) o "El día de los trífidos". Ejemplo de comportamiento científico "La amenaza de Andrómeda" (Robert Wise, 1971). Incluso "Bad Taste" (Peter Jackson, 1987) es preferible. En este "Contact" todo es rimbombante, pedante, previsible e innecesario .