Da mucha rabia ver un montón de asesinos dando vueltas sin recibir su merecido. Hasta que te empiezan a enseñar que no son muy distintos a nosotros. Curioso giro que luego repetirá el bueno de Zombie en Halloween.
Además, el bueno de Zombie es un vegetariano de cuidado y le gusta que cuando se está cocinando una hamburguesa parezca más bien una loncha de basura a la plancha.

Con esto quiero decir que Rob Zombie es un poco ser de su tiempo pese a lo peculiar de su propuesta, y al final, sobre todo después de esta, lo notas. Si no lo sabías ya, esta película y su precuela son claramente remakes de La Matanza de Texas, pero lo que las convierte en algo más que otras del género es su amor por el cine, las películas y sus personajes. Hay una escena en la que se enfrentan un seguidor de Groucho Marx y otro de Elvis que es, fácilmente, lo mejor de la película.

El mimo detrás de cada referencia hace pensar que si esta peli la llega a firmar Tarantino la gente ya estaría hirviendo ante una obra maestra. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. La película te recompensa con momentos de gran brillantez después de haber asistido a errores graves de lógica argumental. La seriedad con la que la película empieza a verse a si misma exige la supresión de dichos errores, los cuales siguen siendo cometidos incluso bajo este nuevo empaque de road movie sucia y visceral.

Probablemente los efectos especiales serán vapuleados por los puristas del nuevo siglo, con esa patética frase de 'ha envejecido mal'. No es de extrañar que lo que antes se invertía en guión ahora se invierte en pantallitas verdes y publicidad subliminal, si es que la dialéctica del espectador actual atiende al envejecimiento como algo 'malo'.

Película de superhéroes bien escrita, con tres o cuatro temas centrales que se desarrollan muy bien en las escenas que no son de acción. Los momentos dramáticos no sobran para nada ni suponen un hastío. En ese sentido, no frena el ritmo como las películas más modernas de Marvel. Es más, hace que te creas el conflicto. Las decisiones son tomadas de forma lógica, y al final esto deriva en la épica de la lógica. Los personajes son asediados por desilusiones con respecto a si mismos y la película te lo deja claro. Por poner un ejemplo, antes decía que es una ridiculez eso de 'envejecer mal'. Sin ir más lejos, el personaje de Tim Roth es exactamente eso, un hombre de acción que lucha contra su propia edad, que quiere superarse para al final entrar en una adicción de la que el Banner de Norton se quiere desprender. A mi manera de ver, no es el Caballero Oscuro pero cumple con ser una película de superhéroes respetuosa con el material original, además de poder atraer a todo tipo de público con su renovada carta de presentación a lo Dr. Jekyll.

Ves los 'Cómo se hizo' de esta película y te encuentras a Robert Rodriguez saltando de liana en liana y hablando con su típico sombrero, señalando hojas de árbol y diciendo: "Lo voy a hacer explotar". Entonces mira el presupuesto de la película, 40 millones de dólares, y se dice a si mismo: "No hace falta, haré explotar otra cosa".

Entretenida y con Adrien Brody haciendo de duro. Hay gente que dice que no se lo cree. Yo me lo creo. Podría atravesar al Predator con la nariz, pero opta por el combate y luchar con honor. Bien por él. Por cierto la cita de Hemingway genial.
Los secundarios con personalidad (tampoco me hace falta saber mucho de su vida) graciosos algunos, épicos otros. Siempre es un placer ver al olvidado Topher Grace que durante unos años, por algún motivo, le fichaban de malo (no le iba mal). Alice Braga pega de tipa dura y los Depredadores no están hechos por CGI como en la de 2018 y la de 2022. Esto se agradece.

No se agradece tanto la paleta de pseudo-fanáticos que deberían estar contentos de tener una película como esta en el acerbo popular en vez de quejarse tanto. Pueden quejarse, por mi, con la de 2018 y la de 2022, incluso con Aliens vs. Predator (aunque la primera si que me parece un producto consumible). Quejarse con esta es tener poca cabeza, por lo que ni el mismísimo Predator irá a rebanársela. Ahora bien, no puedo hablar por Brody, que ya amenaza con picotearle los ojos.

La estructura recuerda, y mucho, a The Killing of a Chinese Bookie, de J. Cassavetes. En aquella se podía seguir el recorrido que hacía el gerente de un club nocturno cada noche, entre camerinos y bares de copas, hasta que le encargan asesinar a un corredor de apuestas chino. Aquí, tenemos a un pletórico Michael Imperioli cuyo personaje parece un homenaje al de Ben Gazzara, aqui llamado Bennie Gaza. Este personaje viene a representar los viejos valores que tratan de resistirse a la crisis que parece imperar en la modernidad, y que le quiere arrebatar el sostén moral del Cabaret del que es propietario. Los viejos tiempos dan paso a los nuevos; los espectáculos pasan a ser prostitución y las artistas mera carne de cañón. Ante esto, Imperioli se mantendrá en sus trece, aunque el saborcillo a Los Soprano ya viene a indicar que no se lo pondrán fácil desde arriba.

Casi todo el reparto está recuperado de aquella hermosa serie, de la que esta película parece un corolario más que satisfactorio. Vale mucho la pena por la forma y el respeto con el que los personajes son tratados, y por el homenaje a Cassavetes que se destila desde las primeras tomas. Una joyita que pasará desapercibida pero es de obligado visionado para todo aquel que disfrutara con Los Soprano.

Hablo del Joker de Joaquin Phoenix. Después del de Jared Leto. Y si, empiezo hablando de hombres para una historia contada por un grupo de mujeres, pero porque aqui el hombre termina donde empieza su fracaso. En ese sentido, 'Aves de presa' es un soplo de aire fresco. No es transgresor, no sienta escuela de ningún tipo, pero emplea las fórmulas más genéricas del cine de superhéroes con cierto rintintín, con cierto aire naif que te sitúa en un plano de exigencia más o menos suplida. El fotograma es colorido, el estilo videoclipero (con peleas supervisadas por los de John Wick) te agita un buen rato, y aunque el guión es fácil y al uso, el devenir de la historia se te inyecta en el interés.
Las mujeres se salen. El hombre es el lugar del que emanciparse, a modo de simbolismo de la sumisión ejercida hacia el alfa que impide un desarrollo imprevisto de acontecimientos. En ese sentido, toda la película explota las subtramas de personajes para ahondar el desvelar de esos pajaritos enjaulados hasta que dicen basta e intentan controlar las riendas de su vida. Como hacemos todos.