Mejor hubiera sido mantener la traducción literal del título ("The killers") que inventar el de "código del hampa". Aunque eso no es relevante para encontrarse con un película excelente. Lee Marvin, Angie Dickinson y John Cassavetes forman un trío espectacular dirigidos por Don Siegel, un maestro del cine de acción que sabe mantener el ritmo adecuado sin que el interés decaiga en ningún momento.

... y no tanto a partir de la cuarta temporada, cuando el personaje de Lois Lane hace su aparición y la ingenuidad y frescura iniciales se van perdiendo. Es en ese punto cuando se pierde la originalidad del planteamiento inicial, el argumento se vuelve cada vez más enrevesado y se intenta suplir tales defectos aumentando el presupuesto para efectos especiales; el resultado es cada vez peor y las últimas temporadas ni siquiera merece la pena verlas.

En los primeros episodios, resulta estimulante ver las debilidades de un Superman adolescente cuyas problemas tienen más que ver con el instituto que con la salvación de la humanidad, a un Lex Luthor moralmente ambiguo y, en suma, a un conjunto de personajes creíbles, con los que uno puede llegar a identificarse y que no resultan indiferentes. Todo eso desaparece a medida que algunos de esos personajes desaparecen o se vuelve esquemáticos y comienzan a proliferar todo tipo de superheroes hasta llegar a un punto en que la historia carece ya de interés.

Deberían haberla dejado tras las cuatro primeras temporadas. Mi sugerencia: vean sólo esas y olvídense del resto.

La primera parte de la película fue impresionante. Sobre todo cuando se estrenó y aún ignorábamos de qué iba el asunto. Algo extraño está sucediendo y no sabemos qué, la explicación se desvela poco a poco y el resultado resulta... frustrante. Lo que prometía ser una película compleja de ciencia-ficción acaba siendo un mero expectáculo visual donde nada tiene demasiado sentido ni tampoco importa.

No es demasiado dificil intuir qué parte de su anatomía es la que más les ha servido a ambos protagonistas para hacer carrera en el cine, pero, lo que en un principio, cuando hacían, que no interpretaban, esperpentos como "Jamón, jamón" o "Huevos de Oro" o "Carne trémula", tenía su gracia, acaba por cansar a fuerza de verles interpretarse a sí mismos una vez tras otra. Ambos tienen un registro interpretativo que, si bien supera al de Rin-Tin-Tin o al de la Mula Francis, queda un poco por debajo del que en otro tiempo, se le pedía a un actor. Ahora son otros los intereses que mueven el cine, las subvenciones, el espectáculo (en el peor sentido de la palabra).
Malos actores (o algo así) para una mala película (o algo parecido).

Un ejemplo perfecto de lo que es el cine español actual: argumentos pretenciosos, situaciones inverosímiles, historias aburridas... Eso sí, todo muy aplaudido por el gremio y por los que viven del negocio, porqué de eso se trata en definitiva. ¿Alguna de estas películas sobrevivirá un mínimo de años como sí lo han hecho los grandes clásicos de hace diez o cincuenta años? Yo diría que ni siquiera vale la pena verla ahora; mejor un buen libro, o una siesta o mirar gatitos en instagram: en el fondo es lo mismo y resulta mucho más divertido.