Producto veraniego de consumo rápido y olvido aún más veloz, Escuadrón Suicida es otra adaptación fallida del mundo del comic. No obstante, como producto de entretenimiento funciona, tanto como las películas de Michael Bay, pero no busquen calidad, que no la hallarán.

Escuadrón Suicida sacrifica su propia identidad para intentar clonar a Los Guardianes de la Galaxia, con un toque de Deadpool. Y falla. No hay química entre los personajes, ni los diálogos resultan convincentes. Están demasiado volcados en dar protagonismo a Will Smith y a Margot Robbie, con sus braguitas que quitan el hipo. Por ello no es una película coral, su principal fallo. Su segundo fallo es la elección de Delevigne como villana. ¡que sosa! Resulta especialmente lastimoso ver su contoneo pelvico, que recuerda más a Chiquito de la Calzada que a alguien sexy. El tercer fallo, aparte de notables errores de continuidad, es la innecesaria inclusion de un lamentable Joker poligonero y tatuado que parece escapado de un equipo de futbol. El mejor joker siempre sera Heath Ledger, a años luz del joker de Cesar Romero y su palida imitacion que hizo Nicholson. Lo único positivo son las escenas de acción, bien diseñadas y resueltas, en especial la del callejón.

Dentro del capitulo de coherencia con el mundo del cómic indicar que vuelven a cambiar la raza de un personaje, en este caso Deadpool y apenas emplea su característica máscara, lo cual es lamentable ¿se imaginan a Spiderman sin mascara por exigencia del actor?, el destino de Slipknot, el de las cuerdas, se ha extraído del cómic, del episodio que le dedicaron al asunto Manhunter. Y la estetica de Harley Quien parece provenir del videojuego Injustice mas que del propio cómic.

El film resultará entretenido para el aficclonado de blockbusters veraniegos y pone un ladrillito en la creación del universo cinemático DC, pero poco más.

Demasiado perfecto. Una conspiración que, según el documental y los libros de El Código Da Vinci o los Hijos del Grial, se extiende desde el año 0 de nuestra era, y que desenmaraña en un pis-pas un orondo documentalista norteamericano, a quien le llegan, de pronto, montones de testigos con pruebas físicas, así porque sí, cuando en 2008 años no se ha sabido nada ni nadie ha querido contarlo. De pronto, el productor del filme ha contactado con alguien que le ofrece un montón de filmaciones sobre una tumba remota, o bien le llama un señor de un pueblo y le enseña un montón de pergaminos misteriosos y concluyentes que parecen de más de atrezzo que otra cosa, o aparecen unos testimonios de unos señores, que parece ser que son reales, que contestan de manera ambigua pero a cara descubierta, o bien recibe una llamada de un testigo que trabaja en el Vaticano... ¡que casualidad!

Hoy en día los documentales de historia alternativa están pasados por un tamiz de sensacionalismo y suelen aportar lo que ellos consideran pruebas concluyentes, quedando al espectador la sensación de un "fake", como el pionero mockumentary de 1977 "Alternativa 3" sobre la vida en Marte o los recientes sobre sirenas y tiburones gigantes. Suelen aderezarse de especialistas inexistentes o tertulianos de este tipo de temas, sin demasiado o ningún rigor científico.. En "El linaje prohibido" apenas hay científicos, tratándose más de una tarea detectivesca de localización de enclaves y pruebas, con la colaboración sorpresiva de un montón de personas que debían estar esperando a que el director del documental llegase a Francia.

Como película de ficción resulta interesante. El realzador le sabe dotar de suspense, misterio y buenos personajes,. Realmente en el documental tienes todos los mimbres necesarios para satisfacer al aficcionado : organizaciones secretas, personajes enigmáticos y rarunos, cazatesoros, citas a medianoche, llamadas de teléfono distorsionadas, tesoros antiguos, claves descifradas, templarios, iglesias misteriosas, tumbas desconocidas, peligro, conspiración, y sobre todo pruebas físicas y filmaciones, lo que supone el cúlmen del documental y el éxtasis para el seguidor de estos temas. El filme, si eres conspiranoico o alternativo, no te decepcionará en absoluto. Otra cosa es que te lo creas.

Black Rain nos ofrece un catálogo de lo mejor y lo peor de Ridley Scott. Formado en la publicidad, con un notable gusto estético, Scott nos apabulla con una magnífica ambientación, con un inteligente uso de la fotografía nocturna, de las luces y neones, de las chispas, de la luz del ocaso y del amanecer, de la lluvia, del barro y de la niebla, trufado con unas vestimentas muy de los 80. Sin embargo en su debe se encuentra una historia realmente floja, con unos personajes tópicos y planos, con una visión de los japoneses falsa y facilona, así un policía corrupto estadounidense da lecciones de profesionalidad y de iniciativa a un soso e irreconocible Takakura. Y no hablemos de los mafiosos nipones, que parecen una caricatura de los italoamericanos.

Es inevitable hacer una comparación con la joya en la que se basa-plagia: Yakuza. En la misma un estadounidense encarnado por Mitchum es ayudado por un Ken Takakura impresionante en un lío con la mafia japonesa. En dicha película se respira mucho mas respeto por la compleja sociedad nipona, con unos personajes bien descritos y no bufos como los de la película de Scott. Si el film Yakuza es Jabugo , Black Rain es Chopped de oferta; alimenta, eso si, pero no es un plato de un restaurante con tres estrellas Michelín.

Y el final es tan decepcionante, tan triste, tan de la superioridad americana a base de tortazos... Triste y descafeinado. Insisto en revisar el film Yakuza, con un espectacular y magnífico final en forma de asalto con espadas y recortadas. Eso si es acción, no esto.

Quizás la primera película en la que se introduce el concepto de un robot en el cine, cuando la propia palabra "robot" se introdujo en 1922 y se popularizó en 1923. Aunque la película, lo que queda de ella, no tiene un gran valor cinematográfico, la historia pudo influir en los cómica posteriores, desde nuestro Roberto Alcazar y Pedrin hasta el propio Tintin. Curiosamente, un cómic italiano de los años 30, Dick Fulmine, que en España se editó como Juan Centella se enfrentaba a un "Hombre mecánico" en una historia claramente influenciada por el filme.

Asimismo el film llega a introducir el concepto de duelo de robots, tan usado por los japoneses desde los años 60, y, dentro de la anticipación científica, introduce el concepto de televisión, que se creó en 1925, tres años más tarde del filme, la retransmisión de imagenes en directo mediante ondas y el control de aparatos a distancia.

Es, por tanto, un fime interesante un cuanto a ser pionero en la ciencia ficción, alejado de los autómatas de feria existentes entonces, para proponer un arma formidable y teledirigida, pero sus valores cinematográficos son escasos, por una dirección escasamente brillante, aunque resultona.

Duncan Jones se empapa en el clásico de Douglas Trumbull "Naves misteriosas" para ofrecernos un inteligente e intrigante filme de anticipación que jueces en las reacciones del ser humano aislado en un entorno hostil y la relación con una inteligencia artificial que más que una máquina, es su amiga y protectora, por encima de órdenes recibidas. La trama, sorprendente, tiene un desarrollo creíble, así la lentitud que algunos le atribuyen, además de incierta, supone uno de los logros del filme, porque el espectador puede implicarse emocionalmente con el tripulante y lo que le acaece.

Buen filme de ciencia ficción para quien busca algo más que espadas láser.