Ya que Filmaffinity no cuenta la historia, por llamarlo de algún modo, de esta peli, también por llamarla de algún modo,y como seguramente soy el único usuario que se ha tragado esta peli pues lo haré yo: un repartidor de pizza más lelo que nadie se enfrenta a una epidemia de zombies en Kuala Lumpur, aunque podría haber sido Vitigudino porque apenas se ve algo de la ciudad. Poco a poco se reúne una grupo de supervivientes y encuentran un remedio mágico a su alcance para revertir la plaga.

El protagonista se inspira, por decir algo, en la genial "Zombie party", sobre todo en las escenas en las que no se dan cuenta de que hay una epidemia de zombis de lo distraído que está.

Del resto poco más. Parece hecha con muy poco presupuesto y entre amigos, en las escenas del cole hasta algunos niños zombis se ríen y miran a la cámara. Para ser comedia apenas hay risas. Y miedo no da nada. Loz zombis unas veces son muy lentos y otras rápidos, lo que va contra las reglas del género.

Mi primera aproximación al cine malayo ha sido un desastre. Espero elegir mejor la próxima vez ( también ayudaría si Netflix no me la hubiera recomendado. Eso me pasa por fiarme de los algoritmos: "Si te gustó "El tren a Busan" te gustará también "KL zombi". Ni hablar.

El cine de Peter Jackson tiene dos características ( que para unos puede ser defectos y para otros virtudes): su perfeccionismo en los detalles y su escasa capacidad de síntesis. De la primera característica amigos míos que trabajan en su estudio me cuentan historias sin fin. De la segunda , basta con ver la trilogía del Hobbit, en especial "La batalla de los cinco ejércitos", para darse cuenta de ello.

En " They shall not grow old", tenemos las dos características. Este proyecto fue comisionado por "1914-18,now", el organismo creado para conmemorar la Primera Guerra Mundial mediante la creación de arte moderno. A Peter Jackson, gran fan de la IGM, su abuelo luchó en el lado inglés y posee una colección de vehículos militares de la Gran Guerra que he visto así como un museo dedicado a la IGM en la ciudad de Blenheim en Nueva Zelanda, como no podía ser menos le encargaron la parte cinematográfica. Tras tres años de trabajo, Peter Jackson ha hecho una obra magistral. Con imágenes de la época, de noticieros y documentales de propaganda, el blanco y negro inicial va dejando su sitio a un color restaurado. Los protagonistas no son los grandes generales ni las batallas que conocemos (Verdún, Somme) sino el día a día del soldado de a pie, desde que se alista hasta que deja el ejército . No es un relato de hazañas bélicas y eso se agradece. No hay narrador, sino que son los propios veteranos anónimos en archivos resmaterizados de los años 60 y 70 grabados por la BBC, los que van dando contenido a las imágenes. Por cierto, dos anécdotas del detallismo de Peter Jackson en rodar este documental: En algunas imágenes ha introducido sonido,ruido de fondo, voces de los soldados, etc. Para hacerlo más verídico se informó de la procedencia de los regimientos de los noticieros y eligió a actores procedentes de las mismas regiones para copiar el acento (¡ bravo!). Otro detalle es que para colorear los botones y las insignias de los soldados hizo que los expertos militares que le asesoraron en la película fotografiaran las originales para reproducirlos fielmente.

La otra característica del cine de Peter Jackson, su incapacidad de síntesis está también presente en ella. Escenas que se repiten, ( los prisioneros alemanes, el entrenamiento, etc) pero a estas alturas se le perdona esa cosilla.

En suma, "They shall not grow old" merece verse porque retrata a la perfección el sinsentido y carnicería de la Primera Guerra Mundial y su guerra de trincheras, a las que el escritor Robert Graves comparó con las maquinas de hacer salchichas de la época: por un lado metes carne y por el otro te sale desmenuzada.

Interesante docudrama de "cine dentro de cine" que narra la persecución de un sueño: Una adolescente decide hacer una película de bajo presupuesto en el rígido Singapur de principio de los 90. Para ello recibe la ayuda de dos amigas e inspirándose en películas kitsch de la época como "La llamaban Cleopatra Wong" ( película filipina de acción muy popular por entonces en el sudeste asiático) se ponen a rodarla con la ayuda de un mentor americano, un tal Georges Cardona, que aparece de la nada. Engatusadas por su oratoria (y por sus ojazos azules eléctricos como dice la propia protagonista) Georges Cardona presume de sus contactos, incluyendo un productor de Apocalypse Now, y consigue que las amigas se gasten todo su dinero ahorrado en la producción del film. Una vez que tiene los rollos la protagonista viaja a Londres a estudiar cine y, estamos en la era proto mail e internet, por más que escribe a su mentor este solo le da largas sobre el montaje de la película. Hasta que un buen día vuelve a EEUU y la deja plantada, sin película y sin dinero. 25 años después recibe un paquete de la viuda de Cardona con todos los rollos, pero sin audio de "Shirkers".

Y aquí empieza de verdad la parte interesante del documental. Cuando viaja a EEUU a seguir la huella de Cardona y sobre todo a entender el porqué de sus acciones.

El valor de "Shirkers" reside sobre todo en que describe muy bien esa etapa de la juventud en que tenemos sueños, el de la protagonista es ser una directora de cine, y también resalta la amistad entre las tres amigas que no se pierde a pesar de todas las dificultades.

En el documental, me parece un gran acierto intercalar escenas de películas que sirvieron de inspiracíón o de las que hablan la directora con Georges Cardona. Así, "Fitzcarraldo", " "Al final de la escapada" y otras de cine indei de culto como "Sexo, mentiras y cintas de vídeo".

La pregunta que nos hacemos todos al final es: ¿ veremos algún día "Shirkers"?

Elegida para abrir el Festival internacional de Cine de Singapur en su XXVII edición, "Cities of last things" no es una película fácil de seguir. Y no solo porque trata de la vida de un policía desencantado sino porque empieza por el final, con la vejez del policía, en un futuro gris que recuerda, pero sin medios, a "Blade Runner" y con algún guiño a "Black mirror". Tampoco ayuda su estructura en tres episodios con las mujeres que marcó la vida del protagonista ( y seamos sinceros: para el espectador occidental es difícil retener los nombres y las caras de los chinos, dicho sea sin malicia ni racismo).

Como en todas las películas de episodios, hay altibajos. El primero es el menos logrado en mi opinión porque no se sabe bien por dónde va a tirar el director ( ¿ es una peli de ciencia ficción? ¿ es drama? ¿ me va a tomar el pelo? ¿ por qué se mueve tanto la gente en su butaca?). El episodio del medio es el mejor para mí: de cómo un pequeño cambio de planes cambia una noche ( algunas de las escenas me recuerdan la también extraña " Blow-Up" de Antonioni con esa fiesta en el chalet). El último, que es el primero en la vida del protagonista, explica de donde le viene todas las inseguridades en sus relaciones con las mujeres.

La reacción del respetable en la gala de inauguración del festival fue bastante fría. No hubo aplausos y eso que estaban los actores principale y el director..

Película elegida, más bien sorteada, para inaugurar el festival de cine latinoamericano en 2018 en Singapur, "La Primera dama de la revolución" es un documental, sobre la vida de Henrietta Boggs, una jovencita del Sur profundo de buena familia que se ve de repente casada con José Figueres, joven estudiante costaricense con carisma y con ojazos azules según cuenta la propia Henrietta, y futuro presidente de Costa Rica tras la breve guerra civil en el país centroamericano en 1948.

El documental cuenta con algunos alicientes. La protagonista es la propia Henrietta, que muestra que está en una forma excelente, y no deja de ser curioso cómo en los años 40 una jovencita provinciana termina siendo la primera dama de un pequeño país que la inmensa mayoría de los norteamericanos no sabrían señalar en el mapa ( ni la misma Henrietta antes de conocer a "D. Pepe", como ha pasado a la historia.

Pero el documental peca de un excesivo "color rosa" de la historia. se nota que es un documental sobre una mujer hecha por otra, ya que por la dictadura de Calderón y la guerra civil pasa de puntillas, no sabemos cuántos muertos hubo, y al final Henirietta solo fue primera dama poco más de un año ya que se divorció y volvió a los EEUU. También el documental se ve lastrado por excesivas intervenciones de la familia de Henrietta en EEUU y Costa Rica, todo muy "made in USA" con cena familiar incluida.

Quizás esta vida hubiera merecido más una película, del tipo "Tal como éramos" con Barbra Streissand en el papel de Henrietta.

A su favor, el público en la sala, bastante frío, salió sabiendo un poquito más de la historia de ese país que es "pura vida".