Me ha resbalado bastante, sin embargo es una película de muy buen ritmo,con diálogos ágiles y donde continuamente ocurren cosas que hacen avanzar la trama. Llegó incluso a resultarme atractiva en su primera media hora, pero a partir de ahí, ni la historia, ni los personajes tan supuestamente maravillosos de Agatha Christie me interesan lo más mínimo. La verdad es que la versión con Albert Finney tampoco me gustó demasiado, la tengo muy olvidada, y aunque la recuerdo más aburrida que ésta, si le veía ese encanto del cine de época hecho en los 70, que aquí obviamente desaparece, en teoría sustituido por una mayor espectacularidad.

Sé que a mi madre y a muchas personas de gustos decimonónicos les fascina Agatha Christie, pero yo le veo más fondo a Gloria Fuertes. Eso de que el autor/protagonista se vaya sacando cosas de la chistera cada 5 minutos, haciendo estéril cualquier esfuerzo del espectador por resolver el caso antes que Poirot o por tan siquiera por buscar pistas validas...ni me gusta ni le veo ningún merito. ¡¡Tachan!! ¡¡ Usted no es abogado, usted realmente chupa sellos en Correos!! ¡¡Tachan!! !! !! Esa mujer es en realidad un hombre disfrazado de caballo!!! ¡¡¡ tachan!! ¡¡¡ todos son hermanos !!! ¡¡tachan!!!¡¡¡ La doncella es Scooby Doo!!!... no me cuela.
Yo no he leído el libro y supongo que la verdadera magia del relato estará en la prosa de la escritora británica, pero sus adaptaciones a la pantalla son entretenimientos bastante mediocres. Puestos a elegir, dentro de este formato ramplón de “Quién lo hizo”, ni Sherlock, ni Poirot, ni Scooby; Me quedo con Jessica Flecher.

Un reparto lleno de caras conocidas que podrán comprarse otra mansión gracias a decir cuatro frases y hacer un rato de mueble. Además debieron gastar toda la pasta para figurantes en las primeras escenas porque da la impresión de que en el tren, que en teoría estaba lleno, sólo viaja nuestro grupeto.
Kenneth Branagh (al que defiendo en muchas ocasiones) no me parece un buen Poirot, sólo me gusta cuando se enfada, creo que es una actor bastante histriónico que ha vivido mucho de su sonrisa de chico pícaro de colegio privado (ese personaje luego lo heredó Hugh Grant, pero no había leído a Shakespeare) y tras ese bigote tan poblado apenas se distinguen sus expresiones.

Disfruté de los planos de exteriores de Oriente Próximo (aunque el CGI canta bastante), la estación de Estambul está muy bien y me encantó la escena en que Poirot sube al tren y se va presentando a los diferentes personajes... Es entonces cuando aparece Jack Sparrow recién salido del museo de cera, y me doy cuenta de que es el mejor momento para aliñarme otro cigarro y hacer el viaje más llevadero.
A partir de aquí se despliega la trama, se van sucediendo los disparates/ averiguaciones y mi interés se va diluyendo progresivamente hasta que en la escena del juicio/alegato a favor de la pena de muerte, no puedo dejar de pensar en lo grandes y rojas que se le han puesto, de tanto frío, las orejas a Kenneth Branaght.

Así que eso, me pareció un coñazo, pero la verdad es que se me pasó rápido. Como cuando te pides la mañana libre para renovar el d.n.i y luego te sobra tiempo para leer el Marca a gusto en la cafetería.

Por cierto, el bueno de Kenneth, al más puro estilo Marvel, ha dejado la cosa preparada para continuar la saga si es que ésta le da dinerito. La continuación sería Muerte en el Nilo y ya está confirmado que Michelle Pfeiffer volverá a hacer de momia.

Agradable película sobre el rescate real de un equipo de fútbol infantil que quedó atrapado en una cueva de Tailandia.

En la dirección Ron Howard, uno de los artesanos más solventes y populares del Hollywood de finales de siglo, (responsable de más de un puñado de títulos destacables como Splash, Apolo 13, Willow o Una Mente Maravillosa) que tira de oficio ofreciendo una realización sobria, serena y que no cae en sentimentalismos baratos. ¿Un poco falta de personalidad? Puede ser, pero también puede que esa sea precisamente la mejor virtud de Howard.
Tras mostrar cómo se quedaron encerrados los chavales, el guión se centra en las labores de rescate, poniendo especial foco en un grupo de buceadores británicos que resultaron la clave para... ¿Se puede hacer spoiler,no?

Este grupo está liderado por Rick Stanton (Vigo Mortesen) y John Volanthen (Colín Farrel) dos espeleólogos de reconocido prestigio pero bastante veteranos (Stanton tenía casi 60 años) cuya presencia comienza incomodando a los SEALS tailandeses, más jóvenes y probablemente mejor equipados que ellos pero sin formación específica para ese tipo de rescate. Los ingleses no tardarán mucho en ganarse el respeto de los oriundos mostrando su superioridad.
Los dos actores protagonistas están bastante bien, diría incluso que muy bien si no fuera porque tampoco es que los personajes se nos muestran con demasiadas dobleces, son un par de héroes de manual, con personalidades distintas pero complementarias. Stanton (Mortensen) desprende carisma y fuerza interior, un tipo frío en sus acciones y en su trato con el exterior al que parece eludir las responsabilidades más por los incordios de entregarse al 100% que por miedo a no poder asumirlas. Sabe que una vez metido en faena no hay nadie como él. Un héroe Hawksiano.
Su complemento es Volanthen (C. Farrel) un ingeniero informático metido a buceador con pinta justamente de eso. Él es quien tomó la iniciativa de participar en el rescate y quien juega el rol más cerebral y organizativo dentro de la pareja de héroes. Colin Farrel, con defensores y detractores (yo soy defensor), consigue crear un personaje muy humano a pesar de que apenas tenemos un par de pinceladas de su vida.
El resto de actores occidentales también están bien y me gustaría destacar a Joel Edgerton, lo mismo es fetiche mío pero es que me gusta en todo lo que hace.
Los actores orientales no me atrevo a juzgarlos porque la película gira más en torno a los occidentales pero desde luego no desentonan en absoluto. El problema es que si el retrato de los protagonistas occidentales ya era algo superficial, el de los secundarios orientales es directamente bastante pobre. Unos familiares que sufren aunque manteniendo la calma bastante más de lo esperado, unos cuerpos especiales voluntariosos pero no tan buenos como un par de ingleses, un gobernador bueno, un ministro malo y un grupo de campesinos entregados a la causa encabezados por un ingeniero americano de origen Tailandés.

La película se ve bastante agusto y resulta emotiva por momentos sin llegar nunca a empalagar pero no nos volvamos locos, no deja de ser una película de consumo para dar a conocer el caso real a quienes estuvieran en otro planeta aquellas dos semanas, no hay un análisis o una exploración realmente profunda del suceso.

Todos los personajes son bastante planos y funcionales. El objetivo está claro, rescatar a los niños, esta es la trama y esta es la historia que nos quieren contar. La angustia de los niños, las reacciones de los medios, el drama de los familiares, las particularidades de la sociedad y la religión tailandesa o los intereses políticos que un acontecimiento de este tipo desata, son temas que están apuntados pero solo se rozan, centrando el relato en el rescate.
Pero la verdad es que tampoco el rescate esta muy detallado, lo que se nos muestra es básicamente a un grupo de especialistas británicos ( y a un par de yankis que no hacen nada en toda la película pero había que poner alguno) salvando el culo a unos voluntariosos pero ineficaces cuerpos de élite Tailandeses. Es cierto que es un hecho real, es cierto que este grupo fue el gran protagonista del rescate y es cierto que la película intenta ser delicada con este mensaje racista pero...pa mí que lo podían haber hecho muuuuucho mejor. Al final parece que los únicos que han hecho algo han sido los ingleses y el ingeniero americano de ascendencia tailandesa.

La falta de profundidad en un relato que está basado en hechos muy recientes puede ser justificable pero si te vas a limitar a narrar una aventura la cosa debe ir como un tiro, engancharte en el minuto uno y no soltarte hasta el final. "Trece Vidas" se hace larga y repetitiva en muchos momentos. Unos buenos tijeretazos y algún recurso imaginativo para solventar la dificultad narrativa de sacar a 13 objetivos en lugar de a 1 le vendrían bien para recortarle por lo menos 30 minutos.

Me queda un poco la sensación de ser una película disfrutable para casi todo el mundo, hecha con cariño y con muchísimo oficio pero con poco tiempo y desde luego completamente orientada al público anglosajón.

Empieza bien, pero a medida que trascurren las escenas va superándose hasta llegar a un final inmejorable.

El tercer largometraje de Martin McDonagh es una película intensa e inclasificable. Un drama con golpes de humor negro ambientado en la "América profunda" que te atrapa desde los primeros minutos y no te suelta hasta bien pasados los títulos de crédito.
El director y guionista británico ya había llamado la atención con 7 Psicópatas, y sobretodo Escondidos en Brujas, películas interesantes pero que difícilmente pasan de buenos divertimentos. "Tres anuncios..." es una obra mucho más madura. La violencia vuelve a tener un papel protagonista,pero si en aquellas era un instrumento fundamental al servicio del espectáculo, en ésta es el todo. La violencia está incrustada en el corazón del pueblo de Ebbing, Missouri, pero no tiene nada de espectáculo, duele, da vergüenza y se muestra sólo cuando, incapaz de contenerse, se escapa. Es casi invisible (e inolvidable), pero impregna cada fotograma, cada línea del rostro de Frances Mc Dorman y Sam Rockwell, cada indirecta desafiante, cada careo. Poco a poco se va acumulando, late en el pecho y amenaza con reventar en cualquier momento haciendo que todos... personajes, director y espectadores, aprieten los dientes y contraigan el estomago durante dos horas tratando cuidadosamente de domarla.
Interpretaciones de lujo, algunas al límite sí, como los almas que representan.
Música de lujo. Delicada, profunda. A veces acompaña sin subrayar, a veces matiza, a veces contrapone, siempre conmueve.Preciosa.
Una realización sobria que va de la mano de la historia, dejándose el margen justo para desatarse (magistralmente) en cualquier despiste. Muy apropiada y muy representativa de lo que significa esta película en la carrera de su creador.
El guión tiene algunos puntos discutibles, de acuerdo, pero el conjunto es tan magistral, que estoy encantado de hacer la vista gorda en pro de la historia y su mensaje. Son tantas cosas, tantos detalles, que prefiero decir poco para no parecer un iluminado, sólo alguna queja en zona spolier, y un consejo que yo por supuesto voy a seguir: Busquen una casa de apuestas y jueguen una buena cantidad: Oscar al mejor guión original: Tres anuncios en las afueras. Victoria cantada o injusticia mayúscula
Llevo 20 años esperando a que Quentin Tarantino de el paso al frente que ha dado Martin McDonagh con esta película.

"Titane" es al Cine Fantástico lo que "2001 Una Odisea del espacio" es a la Ciencia Ficción. A pesar de no tener nada que ver ni en las formas ni en las pretensiones, las dos son películas visionarias, transgresoras, personales y universales a la vez , pero sobretodo son películas que partiendo de géneros y códigos cinematográficos considerados menores se elevan a la categoría de... cine "transcendente"? ...cine profundo?...arte y ensayo?...cine intelectual ? No, cine intelectual seguro que no, porque Titane es toda una experiencia emocional, visceral pero con entrañas de metal. Un metal tan vivo como HAL 9000, solo que la superficie de HAL estaba helada y la de Titane arde.

Y el mensaje? Cuál es el puñetero mensaje ? De qué diablos va este delirio?
La película toca temas de actualidad (con permiso de los viruses y las guerras) y da para debates de todo tipo pero el mensaje llega bastante claro para quien quiera verlo... Y es un mensaje tan bonito....tan justificado, tan actual, tan necesario, y tan bien encajado en sus propias formas que convierte a Titane en un clásico de culto inmediato.Obra maestra en menos de una década.

La claridad y luminosidad del mensaje final es una virtud muy reseñable en una película que además de ser más oscura que el sótano de la parroquia, tiene uno de sus puntos fuertes en su capacidad para desorientar y sorprender al espectador cada dos o tres escenas. Está sensación de estar viendo algo realmente nuevo y estar encantado de no saber hacía dónde me llevan, hizo que volviera a sentirme un cinéfilo adolescente.

Por lo visto mucha gente abandona el visionado después del impacto de los 30 primeros minutos. Puedo garantizar que no se hacen ni la más remota idea sobre qué va la película. Titane puede golpear duro al principio, sobretodo sí te pilla desprevenido, pero si la abrazas sentirás el placer de ir derritiéndote con ella.

Siendo gruesos podríamos dividir la película en tres tercios claramente diferenciados.
1.- Durante el primer tercio se nos presenta la trama a su protagonista. Se supone que esté és el tramo de la película que hiere sensibilidades. A mí que me lo expliquen. No hay absolutamente nada que no hayamos visto ya 100 veces, ni en términos de la belleza estética que alaban unos, ni mucho menos en términos de violencia como critican otros. Lo que verdaderamente hace que a uno le vuele la cabeza son la trama y el personaje de Alexia, una bailarina de espectáculos con una placa de titanio en la cabeza que se convierte en una auténtica psicópata con la que es imposible empatizar de ninguna manera. Alexia no se relaciona con su familia, no parece tener amigos, no se siente atraída por hombres ni por mujeres, solo el metal parece activar en ella pulsiones animales, con las trágicas e insospechadas consecuencias que eso va a desencadenar en forma de embarazo no deseado. Y a partir de ahí, ya con todos los espectadores boquiabiertos, empieza una huida hacia delante que, para nueva incredulidad general, llevara a Alexia a someterse a un doloroso proceso de transformación para convertirse en hombre ( la bestial escena del cabezazo en el lavado) y acabar en los brazos de Vicent, un bombero traumado por las perdida de su hijo que se autoengaña (sí, se autoengaña, Vicent sabe desde el principio que Alexia no es su hijo, se niega desde el principio a que nadie lo reconozca porque sabe perfectamente que no es él pero no le importa. Necesita amar. Y si a él no le importa y a Alexia no le importa...¿A quién bujías le importa?!
Y hasta aquí hemos llegado en menos de 40 bellos y violentos minutos, aderezados con unas gotas de gore, algo de humor negro, unas pinceladas de sexo no tradicional, un accidente, un par de canciones bastante chulas y bien usadas, un plano secuencia relativamente pintón en la escena del baile inicial y por supuesto cine fantástico, guiño a Carpenter y un argumento que bebe de lo más profundo del imaginario de Cronenberg , al cuál supera con creces, no solo con una imagen más estilizada y con más intención , sobretodo porque Ducournau es mucho mejor narradora que el canadiense y consigue contar una historia profunda donde los desvaríos fantásticos no son una mera provocación sino la carrocería perfectamente para esta historia sobre seres diferentes.

Y para justificar está entusiasta opinión voy a resaltar algunos aspectos puramente cinematográficos y algunos momentos concretos, cómo ese plano final que entra directo, y con sello de la escuela Polanski, a la historia del cine.

A nivel de imagen Julia Ducournau da muestras de su notable talento pero no creo que se trate de una película especialmente deslumbrante en lo visual. Películas con del mismo género como "Neon Demon", "La última noche en el Soho" o incluso "Crudo" la primera película de Ducournau me llaman más la atención en ese sentido.
Está puesta en escena relativamente sobria me parece uno de los grandes aciertos de una película que a medida que avanza se va adentrando en terrenos y formas mucho más propias de la nouvelle vague o del cine indie que de la ciencia ficción.
Eso no impide ni mucho menos que la película nos de deja un buen puñado de imágenes y secuencias difíciles de olvidar, ya sea por su extraña belleza (las imágenes del fuego recorriendo el techo), por lo expresivo de sus colores ( amarillo enfermizo la primera mitad / rosa ácido la segunda ). o simplemente por el impacto de lo que nos muestran (la escena autolesionadose en el lavabo o cualquiera de los planos en los q Alexia pierde aceite hicieron que me agarrara fuerte a la butaca)
La banda sonora se compone principalmente de música electrónica moderna y también deja momentos bastante memorables como la vídeoclipera fiesta de los bomberos.

Pero lo que hace que me vuele la cabeza no es la propuesta estética, es la ética.

Pero esto ya en zona Spoiler.

Llevaba 16 años esperando el momento adecuado para ver esta película. El momento ha llegado hoy, y debo decir que me ha gustado. ¡Me ha gustado mucho!
Me reconozco ferviente admirador de David Lean, y quizá por eso tenía tanto miedo de verla. Por eso o porque la perspectiva de 180 minutos de melodrama inspirados en Madame Bovary acojona a cualquiera. He de decir que son prejuicios, que no me aburrí en ningún momento ( bueno, un poco con el oficial ingles pero ya iremos a eso) y que para mí fue la confirmación definitiva de que David Lean merece un lugar en el Olimpo de los Narradores de Historias, un lugar a la misma altura que Ford, Welles, Dostoiveski o San Mateo.
Prometo no contar nada y que quienes no la hayan visto puedan acercarse a ella de la forma más virginal posible. Pero me gustaría explicar los motivos de mi entusiasmo, alejar algunos miedos y dar algunos detalles que me hacen valorarla por debajo de otras joyas de Lean como Breve Encuentro, El Puente Sobre el Río Kwuait o Lawrence de Arabia.

MOTIVOS PARA VER LA HIJA DE RYAN

1º Y el más importante. ¡¡NO SE HACE LARGA!!
El director repite la experiencia de abrir con unos minutos musicales, así como de interrumpir la historia a la mitad para ofrecer un descanso al espectador. Se que a algunos no les gustan mucho estás costumbres, pero no empieces a bostezar, utilízalo. Aprovecha para ponerte cómodo, apaga la luz, haz algún comentario con tu acompañante o enciendete un cigarrillo. Ve entrando poco a poco en la música, déjate llevar y disfruta de la postal. ¡¡ Es la primera de muchas !!

2º LA FOTOGRAFÍA. Sencillamente IMPRESIONANTE
Se trata de una historia pequeña en un remoto pueblo de Irlanda del Norte, pero el uso que David Lean y su operador habitual, Freddie Young, hacen de ese paisaje justifica sobradamente el presupuesto de superproducción. ¡Y en apenas 10 localizaciones! La playa, los paseos con paraguas, el barco abandonado, el cielo cuando es azul y cuando rompe en los acantilados, la niebla sobre la calle principal, la pareja sobre el césped, no es una, son decenas, cientos de imágenes deslumbrantes. No exagero si digo que el 80% del metraje es digno de cualquier pinacoteca.

3º MELODRAMA SI, PERO NO TANTO.
La historia es triste, muy triste, y los protagonistas llevan dentro cargas pesadas, muy pesadas. Pero la densidad que esto podría provocar se compensa con otra trama con alguna aventura y un carácter más histórico (incluso épico en algún momento) y sin darnos cuenta vamos descubriendo un microcosmos que a la postre será fundamental. Unos secundarios esplendidos como, Mike el sordomudo, Ryan el tabernero o el comandante Tim O´Leary, añaden notas, a veces de humor a veces de crueldad, y desatan un poco la emoción que contienen los personajes principales.

4º EL REPARTO.
La duración del fillme deja hueco para que muchos actores desarrollen sus personajes, como siempre en un film de David Lean llenos de ambigüedades, dobleces y humanidad. Además de los mencionados, quiero destacar al gran Trevor Howard (protagonista de Breve Encuentro y policía en busca de Harry Lane en El Tercer Hombre) inconmensurable en su papel de cura católico, enérgico Padre de todo el pueblo. Y Michum... sólo decir que no me lo esperaba, una superestrella de Hollywood como él, con ese porte... me sorprendió y me convenció. Está soberbio como siempre y su presencia hace más compresible el personaje de Sara Miles, Rose, la hija de Ryan.

Y AQUÍ EMPIEZAN LOS PEROS...
... No es que ella esté mal, la edad tal vez canté un poco al principio, es que Rose en ocasiones es demasiado impulsiva, por no decir un poco estúpida, como poco elige mal los momentos. No se presenta como un personaje para empatizar de primeras, pero de ahí a parecer tonta... y desde luego no la favorecen las escenas compartidas con el Mayor Británico, cuyo actor me parece el verdadero agujero de la película, un imitador de James Dean jugando a ser Peter O´Toole. No tiene carisma y lo único que me trasmite es lástima. Se le pedían más cosas y jode un poco el conjunto.

CONCLUSIÓN
Tampoco en el paraíso hay un rincones para la felicidad

No te voy a dar más la chapa con la música o curiosidades. Si has aguantado hasta aquí ya has demostrado que tres horas de tu tiempo son baratas. Hazme caso y en lugar de leer estás gilipolleces inviértelas en ver:

LA HIJA DE RYAN, un regalo para los ojos del maestro, DAVID LEAN.