Aunque esta película entra directamente por los sentidos y es bastante visceral, a posteriori da mucho que reflexionar filosóficamente. Esta conjunción se debe a que la fantástica estética de la película esta siempre supeditada a una historia muy inteligente que te plantea muchas dudas existenciales. La primera vez que lo ví fue en clase de ética lo que viene a confirmar que hay profesores que piensan que tiene un contenido filosófico muy interesante. Todos están de acuerdo en que plantea preguntas como éstas, ¿Es compatible la libertad como derecho inalienable del individuo con la civilización?, ¿Tiene sentido la moralidad sin libertad de acción?, ¿Cuando la sociedad actúa como represora por el bien común, además de eliminar comportamientos negativos como la ultraviolencia no elimina también otras esferas de la vida(como Bethooven y el sexo en la película) necesarios para la autorrealización del individuo y que sin ellas se siente frustrado?.
Ya esto es una apreciación mía pero ¿no se parece el protagonista al superhombre de Nietzche?, ese hombre que abandona la moral judeocristiana por otros valores más vitalistas y terrenales, que no se preocupa de las consecuencias de sus actos viviendo cada minuto como si este se repitiese eternamente. Ese hombre que abandona el Dios cristiano por Dionisos el Dios de la orgía y el desenfreno. Ese hombre que tiene la suficiente fuerza como para abandonar la moral tradicional sin mirar atrás.
Este personaje fascina pero reconozco que no es la solución del problema, entre otras cosa porque se olvida de la dimensión social del hombre, pero sí que tiene algunos elementos positivos que se pueden utilizar para formar a un nuevo ser humano que no esté tan esclavizado. Da que pensar.

Reconozco que el director sabe montar un buen ambiente de tensión y terror y las interpretaciones no estan mal, pero ¿que pretende?, a mi parecer lo mismo que una película normalita de terror, darnos miedo y dejarnos intigado por lo que va a pasar despues. ¡Ya está! No hay nada más, los dialogos y todo el montaje sirve a esa función, pero no tiene nada más interesante. Considerar esto una obra maestra me parece pasarse 100 pueblos. No me esperaba el final, pero de películas de intriga que no se adivina el final está el mundo lleno, esto no aporta calidad a una película, lo peor es que ha venido una multitud de seguidores,(Los otros, Saw,..).
Lo importante de una película es lo que hay entre el principio y el final.

La mejor película de Clint Eastwood sin duda, donde los sentimientos de los personajes estan a flor de piel, mezclando venganza, recuerdos obsesivos y crueldad para formar un western moderno impecable.
La mejor interpretación la de Tim Robbins, ya que el personaje es el más complicado, se ha convertido de adulto en un don nadie, un personaje atormentado al que nadie le hace caso. Sean Penn hace de un personaje seguro de sí mismo con un código de honor callejero, en la infancia era el de más carisma de los tres.
Kevin Bacon, más timido y mas formal, es el personaje menos interesante.
Siento disentir en una opinión muy generalizada que es que el final es flojo. Lo explico a continuación.

Tarantino nos asombra con su buen montaje, con escenas que no nos dejan indiferente y una buena fotografía, solo por eso merece la pena verse, y por el homenaje al manga y a las películas de artes marciales, pero le falta la mitad del trabajo como director, argumento estúpido, personajes planos, a los que dicen que no hace falta eso en una película es que se estan riendo del cine, a mi no me molesta la violencia en el cine y no va por ahí mi critica, ( de hecho la violencia puede se algo a reseñar en una película), lo que sí me molesta es que no se preocupe uno en realizar una trama mínimamente elaborada, esto es un buen videoclip y nada más , lo que menos necesita este director son babosos que aplaudan todas sus películas si queremos recuperar al genio que hizo Pulp Fiction y Reservoir Dogs. Tarantino, menos vagancia y currate el guión.

Hay un preciosismo en todo el montaje, en la fotografía y en la banda sonora en la que se demuestra un virtuosismo técnico impresionante de Quentin Tarantino.
Pero para que nos vamos a engañar eso no es suficiente para realizar un mito cinematográfico, el guión y la trama tampoco desmerece, con esos dialógos desinhibidos que te introducen en los múltiples episodios en las que se divide la película, esas reacciones de los personajes ante situaciones límites (propios del comic de serie B ) y por último esos personajes emblematicos que son interpretados de manera magistral por John Travolta y Samuel L. Jackson.