No sé que encontraron los señores de la academia de jolibúd, en esta simplona pelí­cula que no aporta creativamente más que cualquier serie de humor de los 70 y 80, aparte de la desgraciadamente en auge, y por tanto necesaria temática que afronta, como para premiarles con una figurita de esas. Me quedo con la banda sonora y ojalá me pudiera quedar con Ellen Paige a solas para charlar, cenar o lo que ella desee. Me encanta esa actriz y auguro que pronto será, sino se mete en el vicio como yo harí­a, una de las que mandan en Hollywood. Ellen guapa te mando un besito! y te dejo mi tfno. 332123321 (a partir de las 17 h.)

Bueno, voy a ser tan personal, tan arriesgado y tan libre en esta crítica como el director de esta peli lo ha sido, sin tratar de alcanzar ni la décima parte de brillantez, sublimación y excelencia poética que su subjetividad ha dibujado.

Lo más parecido a la Palma de oro de Cannes que tengo es una palmera de chocolate de ‘¡Qué!’ y encima no me la ha dado nadie, la compré yo en el ‘día %’ , y encima se me olvidó pasar la tarjeta descuento. Así que imagínate, no pretendo entrar en odiosas comparaciones.

Lo que pasa es que yo no me fui de la sala de cine corriendo indignada a llamar a mis amigas para que me consuelen y necesito un pequeño marco –el que me pinta Filmaffinity- donde dar un portazo. Y lo doy, no enfadada porque sé que eres bello y distinto, por eso me atraes, pero sí insatisfecha y un poco ofuscada (juntando barbilla, boca y cejas en la nariz) por no pensar ná más que en ti jolines tía.

Una de las cosas buenas que tiene el árbol de la vida es que al verla crea curiosidad. Unos dicen ¿Cómo han podido decir que es una obra maestra?, otros dicen ¿Por qué la madre empieza a levitar de repente en el jardín? ¿Los dinosaurios esos a que vienen? ¿Era Piecito de mayor alguno de ellos?, alguno pregunta si el hijo del personaje de Brad Pitt es el verdadero de ‘Brangelina’, etc. Preguntas, preguntas.

Creo que la película crea tres grandes clubes tras su visionado. Y sí, hay muchos más tipos de gentes y opiniones, hasta habrá al que le ha dejado indiferente, desde el blanco al negro pasando por todos los espectros imaginables y entendiendo que hay más iris que el humano, ¡oh! ¡Mira Quincy un cable de tren cimbreando y una señora con paragüas! Sí, pero ¿es plegable el paragüas? Pues claro y habla.

El primero entiende todo el simbolismo del universo ‘malickiano’ y se maravilla ante su ópera visual que trasciende y asciende lejos, muy lejos y arriba, muy alto, allá en la cima dónde nunca llegarán los otros dos clubes.

El segundo club que en realidad es el último, aunque un creyente dijo que los últimos serán los primeros… Rebobino a lo Haneke << << […soremirp sol náres somitlú sol euq ojid etneyerc nu euqnua ,omitlú le se dadilaer ne euq odnuges lE ] El segundo supone posiblemente la mayor virtud de la película y está formado por todos los que han ido a ver la última de Brad Pitt. Este grupo está especialmente cabreado porque ¨Claro es que yo soy más simple, me gusta ir al cine a entretenerme y a pasar un buen rato no tú que te fijas hasta si en un plano está cerca o lejos¨.

El tercer club, conocido como ‘El Club Penn’, es un colectivo de despistados insensibles que pensaban que acudían ante un monumento histórico y acabaron viendo una figurita muy bonita de estiércol ecológico de unos pingüinos en extinción que parece barro y algunos dicen que huele y sabe a praliné belga.

Continúa en spoiler.

Criticar al responsable de las dos películas que más me hicieron disfrutar de este séptimo arte de entre toda la filmografía almacenada en los estantes de mi recuerdo, es un acto tan delicado como reescribir la historia en un relato comercial. Pero aprovechando el derecho a la libertad de expresión del que aún disfrutamos por aquí, al menos oficialmente, procedo. Dado que el fútbol es el entretenimiento popular que más domino utilizaré varios símiles balompédicos para expresarme. Y es que esta cinta me parece un Brasil-Argentina con empate a uno. Es un clásico de los mejores, con un arranque trepidante a la altura de lo mejor de Pelé y Maradona, pero aunque ha sido muy emocionante y, claro, con tanto talento es imposible aburrirse, han habido partidos mucho más memorables. Hay jugadores que se han salido con una actuación soberbia, Christof Waltz ha sido nombrado M.V.P. incuestionable de la contienda, el gol que marca en este film le va a reportar un enorme reconocimiento por parte de la prensa y el público, seguramente materializados en premios personales internacionales y ofertas importantes en la liga de las estrellas. ¡Waltz jugón!
Mala alineación del entrenador, salvo estas gratísimas sorpresas. Estamos hartos de que juegue siempre el amiguito del mister (Eli Roth), no pasaría nada si contribuyera en algo pero es que es un paquete. David Beckham: Cierto, está desubicado (el papel no es para oscar), pero es la máxima estrella del encuentro y ¡joder, es que no saca bien ni los córners! ¡Con la pasta que cobra el tío! La actuación de Brad Pitt y su papel son absolutamente irrelevantes. Sr. Brad, vale que trabajar con Quentin es casi irrechazable, pero en esta ocasión habría quedado mejor en su currículum rehusar la gloria que ser un insípido bastardo. Como todo fan de Tarantino y su universo, durante la proyección no puedo evitar divagar y pronosticar referencias cinematográficas intencionadas que, dada mi novel cinefilia, son muy insuficientes y poco contrastadas. Por este motivo se quedan en suposiciones, sin certificarlas como certezas ni tan siquiera apuestas... pero, hay un personaje que me recuerda mucho a otro anterior que me lleva a elucubrar en la posibilidad de que a Q.T. le gustara tanto 'Das leben der anderen' como a mí. Me refiero a la actriz alemana. Pero repito lo más probable es que todo sea una simple coincidencia mal rebuscada por un simple espectador que trata de ponerse en el cerebro de un genio.A pesar de todo, es otra pieza de incuestionable entretenimiento manejada como siempre con alarde por el mejor. Con los diálogos respondones de siempre, con el toque 'gore-freaky-socarrón' marca de la casa, con la tensión, que también aparece aunque con menos fuerza que en otras, y con sus patadas de humor hilarante que me hacen sonrojarme en la butaca después del minuto de risa solitaria al notar el filo de una mirada clavada en mi regocijo proviniente del espectador maduro de al lado. Pero merece la pena,(crítica cortada)

Si te hace gracia este chiste: ‘no es lo mismo una pelota negra que una negra en pelotas’.

Si en el chiste anterior, ves además una crítica social cargada de ingenio y sátira que deja 'en pelotas' los prejuicios raciales que inundan nuestra sociedad.

Si te diviertes mogollón viendo programas de videos domésticos de caídas en la tele.

Si Carlos Sobera te parece un tipo ingenioso y ameno.

Si no entiendes las películas de los hermanos Marx o Charlot y no entiendes como puede haber alguien que haya visto alguna con lo feas que son.

Si te meas con los pedos y con los mocos te cagas de la risa sin saber muy bien por qué.

Si viste alguna vez el hormiguero, tonterías las justas o el intermedio durante 3 minutos seguidos sin recibir nada a cambio o estar bajo amenaza de muerte por la mafia.

Si escuchas a tu hermana habitualmente decir sobre ti: ‘Es que de bueno es tonto’.

Bueno, en tal caso puede que te rías con esta película, y yo que soy muy retorcido y tengo la mente calenturienta… no soy quien para decir que tu opinión no es válida o que me molesta que te entretengas y que te rías con algo que a mí desgraciadamente para mí, no me crea esa sensación tan alegre.

Para los otros raritos e inadaptados… sí. Efectivamente es ese tipo de película.

Ese tipo de… cosa que no puedes alcanzar a entender como le puede llegar a gustar a tanta gente. Ese tipo de cosa que en realidad entiendes perfectamente porque le gusta a tanta gente, pero no lo puedes decir en reunión para que no te tomen por egocéntrico, narcisista, engreído. Ese tipo de cosa de línea muy gruesa que delimita dos maneras opuestas de ver la vida.

Esta película es todo lo contrario a lo que yo considero humor inteligente. No es fino ni elegante, pero tampoco es absurdo o hilarante. Es simplemente burdo y patético.

Enhorabuena a los responsables del proyecto por conseguir tanto dinero y tanto prestigio con tan poco esfuerzo. Debe ser de los casos más rentables si comparamos la pasta que han ganado con el esfuerzo creativo que invirtieron.

Cagar en la calle, masturbarse, andar torpe, lavarse la cara con el agua del retrete, secarse el pene con secador, un hombre peludo con un tanga, dar besos un hombre a un señor mayor conservador para saludarle...

Eso es todo amigos.

No sabía si darle un cinco o un seis a esta sesión 'intelectofrancoonanista', finalmente me ha ayudado a decidirme la palabra orientativa que, sabiamente, 'FilmAffinity' otorga a cada número del uno al diez. Al seis le corresponde el término 'interesante'. Ninguna palabra puede definir mejor lo que intenta ser esta producción, yo de momento no alcanzo a tanto. Por este motivo no puedo apreciar muchos de los matices de glamour que desprende el fino aroma de este caviar. A mí me huele al acuario de mi vecina y me sabe a sangre de pescado. Ya se sabe, la miel no esta hecha para... !Sin faltar eh!

¿Por qué entonces le doy un seis y no una nota más baja? (ver spoiler)