Vaya por delante que es de las pocas pelis coreanas que he visto. El argumento me pareció interesante y allá que me lancé, invirtiendo mi tiempo en ver esta propuesta.
La atmósfera que se crea de intriga desde el principio es desasosegante, y tienes ese mal cuerpo que tiene el protagonista. Al principio, no sabes muy bien si la historia es de fantasmas, de locura y te deja un poco desconcertado, lo que ya me saca de la película y de los que le pasa a los personajes ( malo, malo).
Luego cambia a algo parecido a la intriga, y en los últimos 45 minutos se desvela el pastel....vaya pastel...triple de chocolate con crema pastelera, y yema tostada, es decir, un despropósito; no sé si los guionistas no tenían muy claro qué género iba a tener , o que se fue rodando sobre la marcha, y se decidió darle esa explicación cogida muy por los pelos.
No perdería el tiempo con esta película, la verdad. Aunque me huele a remake americano.

Tenía mucha curiosidad por ver esta película, pero me esperaba otra cosa.
La acción hay momentos que se encasquilla, a diferencia del revolver de Rosario, la actriz es bellísima y trasmite lo que vive pero no me llegó a convencer; Unax no alcanza a ser creible, con la mala vocalización que le caracteriza y aquí le hace parecer un español imitando a un colombiano; el resto de personajes son muy planos.
El tema es durísimo y tristísimo pero no me llega al tuétano, no siento la sangre de las víctimas resbalando por mi cara, y esos es lo que buscaba, mayor fuerza, pues la historia la merece.
Nos han vendido la moto aunque da nuevas visiones de otras vidas y otro cine.