Mucho ruido y pocas nueces. Mucha trama romanticona, mucho personajillo femenino de relleno y y poca tensión. La mitad de la película es relleno descarado, relleno entre sombras, porque no se ve un pimiento (fotografía le llaman). ¿Por qué está tan bien votada? Por el carisma del dúo sacapuntas y su extrema dureza. Por lo demás, flojilla.

La película con la que más me he reído en mi vida. Tan solo por eso merece el 10. No busquen mensajes profundos ni críticas culturales a EEUU o al Islam, simplemente disfruten con las situaciones graciosas y reales que provoca este personaje. En todo caso lo que demuestra la cinta es que detrás de la máscara burguesa y las normativas estatales los americanos son igual de macarras que Borat, les gusta hacer el ganso, conducir rápido y ser machistas. a pesar de adorar el himno y pretender ser exclusivos. Y aquí reside la única reflexión que encuentro. La naturaleza humana es así, o la tomas, o la dejas o la domesticas, y aquí no queda títere con cabeza, por cuanto feministas, senadores y clases de etiqueta son igualmente ridiculizados por su falta de naturalidad.

Voluntariosa, pretenciosa y ridícula. Poco más se puede decir, mucha voz en off, moralejas cansinas, rancio anticlericalismo, algún gag que otro, tetas y folleteo, vamos, lo típico del cine español. Previsible ante todo.

Por un lado es una serie que engancha por el tema de la isla desierta porque a todos o casi todos nos gustaría evadirnos de ciertas presiones cotidianas. Ese es el caso de John Locke, un señor fracasado y maltratado por la sociedad, y aún encima parapléjico, que un buen día va a parar a una isla desierta donde todas sus frustaciones desaparecen, así de simple, porque ya no tiene que ir a la oficina, ya tiene por qué aguantar puteos, ya no tiene que hacer trabajos absurdos por un salario, mirar a la pared, sudar por estres y no por trabajo real y realizador. Ahora tiene que hacer trabajo manual, cazar, ensuciarse, explorar y explotar de nuevo instintos humanos que la sociedad moderna le domesticó y aniquiló, lo mismo que ocurrió con su riñón robado.

En ese sentido la serie es espléndida y metafórica. En mi humilde opinión engancha por esa vuelta a las raíces humanas. Necesitamos recordar la emoción del juego y la aventura, que ya no tenemos.

Lamentablemente no podían faltar los topicazos morales y los personajes que dicen grandes verdades mirando hacia el horizonte. Representados en este caso por los cuerpos Danone, la chica y el chico guapos, que tienen una vida superprofunda y superdura fuera de la isla en unos flashback infumables. Algo así como personajes de friends pasando unas vacaciones en el Caribe.

Excremento excretado por el "artista", "poeta", "incomprendido", "dandy", "genio" Trueba, (o era Medem?, ¿qué mas da?) . En realidad solo me acuerdo un montón de imágenes de faroles y ropas chinas llenas de colorines, y la voz en off de la calentorra Ariadna Gil diciendo no se qué sensiblerías metafísicas. Qué malaaaaaa