El documental resulta interesante; mas que nada por la calidad de las imágenes, y siempre y cuando te interese la figura de Morrison y los Doors. En realidad no ofrece mucho mas. No hay demasiadas entrevistas, ni declaraciones, no hay audio de muchas de las imágenes de conciertos. Además, resulta irritante el pitido censurador cuando dicen tacos. En definitiva, creo que el asunto promete un poco mas de lo que finalmente ofrece. Una cosa también se hace obvia, y es que Oliver Stone tuvo sin duda acceso a estas grabaciones, ya que se basó en ellas incluso para ordenar el montaje de su película. Me vuelvo a repetir, la película resulta interesante, por ver imágenes nunca antes vistas de Morrison y sus Doors--o mas bien, ¿de los Doors y su Morrison?--pero el material rescatado no tiene la profundidad suficiente como para conseguir un acercamiento mas íntimo y revelador a sus protagonistas. Digamos que por esa parte no aporta demasiado, al no profundizar en sus relaciones personales etc. La mejor anécdota que esta en la cinta--seguramente ya conocida-- es cuando se cuenta que Jim estaba quemado de tanto concierto etc. y quiso parar, porque estaba obviamente muy pasado. Entonces sus compañeros le convencieron para que siguiera por 6 meses. Imagino que cuando esos 6 meses pasaron Morrison ni se acordaría del asunto. Así de mal en peor, sus amigos, los Doors, vendieron la carne de Morrison, y acabaron protestando de la falta de rigor profesional de Jim, cuando el pobre había querido dejarlo hacía tiempo. El desenlace ya lo conocemos todos.

Siendo las películas de situación de mi agrado, Agosto, me deja una silla dentro de la casa, para poder sentir toda esa energía enferma que emana hasta de los muebles. Me parece que especialmente las actrices, tan conocidas, hacen buenos papeles. Julia Roberts vence, como suele decirse, en su duelo interpretativo, a Meryl Streep. Es esta relación madre hija, la base narrativa más clara de la película. A pesar de la dureza de las confrontaciones familiares, cualquiera se puede sentir identificado con la historia. Como se dice, en todas partes cuecen habas. Un buen drama que merece la pena ver en pantalla grande.

Sí tienes un problema cómo el mío, es decir, de crío te encantaban las películas de Rocky y en especial las peleas, pues aquí con Gladiator, tienes la posibilidad de un revival pugilístico cinematográfico bien logrado. En fin, hay injusticias, y el héroe- Gladiator- se enfrenta a ellas armado por puños y corazón. La película es tan predecible como reconfortante para un rato poco exigente. Los actores cumplen con su cometido sin llamar demasiado la atención pero aguantando la credibilidad suficiente como para que cuando lleguen las peleas el clímax se sostenga. Primero uno le esta dando una paliza al otro, y cuando parece que lo van a enterrar al día siguiente, comienza el contraataque. Es necesario ser un poco cenizo para disfrutar con esto, y alabar este tipo de películas.

El ilusionista es una película con un ambiente conseguido. Su amplio presupuesto le da al señor Burger la posibilidad de trabajar en un producto con un envoltorio impecable. Lo mejor de la película, sin duda, son las actuaciones del señor ilusionista. Ya quisieran los que hacen "performances". El gancho de la película así pues resume su mejor argumento. Es imposible no disfrutar con el ilusionista haciendo su trabajo. Es una pena que en nuestra arbitraria sociedad cada vez haya menos espacio para algún espectáculo que transmita verdadera emoción, aunque nos queda quedarnos en casa y ver "El ilusionista", una película que queda desaprovechada. No veo problema en que la historia sea poco original, sino en lo débil de su representación por parte de los actores. El señor Norton creo que tiene un papel bien sencillo, o pone cara de póquer, o esta concentrándose, y la historia con la chica, parece que ninguno de los dos se la termina de creer a pesar de que es lo que están representando. Aún así una película entretenida, sobre todo el truco del naranjo, el de la espada, y el de los espíritus mutantes. Tal vez en un futuro próximo las sesiones de espiritismo terminen por asentarse como una verdadera alternativa al ocio en nuestra sociedad.

Eastwood es un mujeriego ayudante de sheriff de Arizona que viaja a Nueva York con el propósito de trasladar a un prisionero. Secuencias de acción, persecuciones, y lo mejor, las divertidas secuencias de galanteo con una policía local. Destaca una secuencia donde Eastwood se adentra en la noche hippie del nueva york de los 60, psicolelia y luces por todas partes, y él con su sombrero de cowboy y sus botas. Llega donde la chica que estaba buscando--acompañada por dos macarras-- y, después de unos diálogos memorables, se ve obligado a darles unas cuantas hostias.
La he visto varias veces desde que era niño, pero la última vez me sorprendió lo buena que es. Yo quiero ser como Coogan.