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España España · Palma (Mallorca)
Críticas de Miquel
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Críticas 1,665
Críticas ordenadas por utilidad
7
22 de enero de 2008
54 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de Carlos Saura, escrita por él y Rafael Azcona. Adapta al cine la obra de teatro "Ay, Carmela" (1986), de José Sanchís Sinisterra. Se rueda en exteriores de Madrid (Boadilla del Monte, Talamanca del Jarma y Madrid) y Guadalajara (El Cubillo de Uceda). Nominada a 15 Goya, obtiene 13 (película, director, actriz, actor, guión...). Producida por Andrés Vicente Gómez, se estrena en "première" el 16-III-1990 (Madrid).

La acción tiene lugar en los años de la Guerra Civil, a ambos lados del frente. Carmela (Carmen Maura) y Paulino (Andrés Pajares) son empresarios y actores de una modesta compañía ambulante de teatro y variedades. Sobreviven entreteniendo a las tropas republicanas del frente. Al dirigirse a Valencia en busca de mejor suerte, un error les deja en la zona nacional.

El film suma los géneros de drama, guerra y comedia tragicómica, combinación de humor y tragedia. Carmela, de 39 años, casada por el Juzgado con Paulino, es republicana de firmes convicciones, tiene un gran corazón y su mayor deseo es casarse de blanco por la Iglesia. Paulino se adapta a cualquier circustancia, guiado por su instinto de supervivencia. Gustavete (Gabino Diego), mudo tras un bombardeo, les ayuda en tareas auxiliares.

La obra propone recordar el pasado de las dos Españas enfrentadas en guerra (1936-39) con la serenidad que proporcionan los años transcurridos, el humor y la tolerancia. La visión de los dos bandos, del contingente italiano, de los tics que comparten los españoles republicanos y nacionales (afición a la bulla colectiva, al alboroto, al tinto...), explican que la convivencia es necesaria y posible. Se condena la guerra, la pena capital, las ejecuciones sumarias, las detenciones sin garantías y en condiciones no acordes con los Convenios de Ginebra, las arbitrariedades del poder no sujeto a control, las represalias por razones ideológicas, los fanatismos de ambos bandos. Se consideran inadecuados e inconvenientes los liderazgos militares (Lister y Franco) y se apuesta por la supremacía del poder civil y la sujeción a éste de la administración militar. La obra invita a la paz y al ejercicio de la democracia. Se hace uso de la voz en "off".

La música, de Alejandro Massó, incluye una partitura original, de 13 cortes, apasionados, festivos y descriptivos. Se añaden canciones populares, como "Suspiros de España", "Mi jaca", "Al Uruguay", "Si supieran". El corte "Ay, Carmela" introduce el film y de él se extrae el tema principal. La fotografía, de José Luis Alcaine, recrea con acertada versatilidad los espacios lóbregos de la escuela-prisión, el clima alegre del teatro republicano, la atmósfera opresiva del palco polaco y la disciplina del patio de butacas de los soldados nacionales. El guión combina humor verbal y visual. La interpretación de Carmen Maura, alejada de sus papeles habituales, demuestra solvencia, naturalidad y entrega.

Película entretenida, reconfortante y grata de ver.
Miquel
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9
18 de marzo de 2006
51 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producida por Samuel G. Engel y dirigida por John Ford, toma su título original de una balada popular americana. El argumento, escrito por Sam Hellman, se basa en la obra de Stuart N. Lake "Wyatt Earp, Frontier Marshall". Se rodó en Kayenta (Arizona), Moab y Monument Valley (Utah). Se estrenó el 3-XII-1946.

La acción tiene lugar en Tombstone y alrededores en 1882. Narra la historia legendaria de Wyatt Earp (Henry Fonda), antiguo sheriff de Dodge City, convertido en tratante de ganado junto a sus hermanos Virgil (Tim Holt), Morgan (Ward Bond) y James. El asesinato de éste por unos desconocidos, hace que Wyatt se detenga en la ciudad y acepte el cargo de sheriff, deseoso de descubrir quién asesinó a James y robó las reses que conducían a California. Les ayuda el médico John "Doc" Holliday, desarraigado y enfermo.

La película, que se toma numerosas licencias en relación a la historia real, hace una apasionada descripción del viejo Oeste, salvaje y violento, en tránsito inevitable hacia el progreso, basado en el imperio de la ley, la convivencia en paz, la construcción de la iglesia y la implantación de la escuela. Wyatt Earp es un héroe que lucha contra la violencia, porque sueña un Oeste convertido en un Edén. La película crea una atmósfera de sosiego, esperanza y poesía, que envuelve la epopeya de los que quieren hacer del Oeste una tierra habitable, floreciente y pacífica. No hay en la obra ansias de venganza, sino anhelos de eliminar la violencia. Son escenas destacadas la del baile de Wyatt y Clementina, la visita de Wyatt a la tumba de James, la captura del viejo Clanton, condenado a vivir para conocer la amargura de su fracaso, y la escena romántica y lírica de la despedida.

La música original, de Alfred Newman, subraya el sentido épico y lírico de los héroes que lucharon para transformar el Oeste en un paraíso. La música añadida incluye canciones como "My Darling Clementine", "Sombrero" y "Shall We Gather At The River". La fotografía, de Joe McDonald, acentúa las sombras expresionistas que rodean el rostro de "Doc" Holliday, los contraluces idílicos y las luces crepusculares que evocan el ocaso del Oeste salvaje y el orto de un nuevo Oeste. Los gestos, las miradas y los silencios se convierten en recursos de extraordinaria expresividad en el marco de una narración visual muy poética. El guión hace uso de un formidable sentido de la elipsis, que evita las escenas de dolor, al servicio de la voluntad de acallar las pistolas de la intimidación y la muerte. La interpetación de Fonda es magistral en un papel que trasmite la serenidad propia de los héroes anónimos que luchan por la paz. La dirección de Ford, en una de sus películas más logradas, construye una obra poética, épica y romántica, de singular belleza.

Película culminante del género del Oeste, en la que la simplicidad de las formas exalta la profundidad del contenido.
Miquel
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7
26 de julio de 2008
45 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Penúltimo film de Louis Malle. Escrito por David Hare, adapta la novela "Damage" (1991), de la irlandesa Josephine Hart. Se rueda en exteriores de Londres y París y en los Shepperton Studios (Surrey, RU). Gana un BAFTA (actriz reparto, Richardson) y es nominado a un Oscar (actriz reparto). Producido por Louis y Vincent Malle y Simon Relph, se estrena el 2-XII-1992 (Francia).

La acción principal tiene lugar en Londres, Bruselas y París, en un tiempo de entre 4 a 6 semanas, en 1990, con un epílogo situado aproximadamente un año más tarde (1991). Stepehn Fleming (Irons) y su esposa Ingrid (Richardson), felizmente casados, son padres de Martyn (Graves). En una fiesta se le presenta Anne Barton (Binoche), novia reciente de Martyn. Stephen, de unos 45 años, es médico y parlamentario conservador de prestigio. Ingrid, rica heredera, cuida con devoción de la casa, los hijos y el marido. Martín es un periodista junior con futuro. Anne, joven, experta en arte y antigüedades, apasionada y calculadora, oculta heridas de un pasado traumático.

El film desarrolla un drama pasional, que brinda al realizador la oportunidad de explorar uno de sus temas preferidos: las relaciones humanas poco convencionales de sexo, amor y pasión. En "Los amantes" trata el tema del amor extraconyugal y la infidelidad, en "La pequeña" la explotación de la mujer y el amor de pago, en "El soplo al corazón" el incesto. En "La herida" analiza el amor entre un hombre maduro y una mujer joven, de la que podría ser el padre. La interacción entre los dos personajes da lugar a una situación potencialmente destructiva que afecta al hombre y a la mujer. Con acierto explora la figura controvertida de la mujer destructora de hombres o, visto alternativamente, de hombres con pocas habilidades (por razones culturales o innatas) para afrontar incidencias amorosas imprevistas.

La narración es de formato clasicista. El guión usa expresiones concisas y estilizadas. El relato adopta formas contenidas, equilibradas y sobrias, apoyadas en elipsis y sobrentendidos. El foco de atención se centra en problemas humanos: drama interior, pasiones irrefrenables, reacciones instintivas. Critica la estrechez de miras de los valores convencionales, considerados por Malle como causa frecuente de desolación y devastaciones emocionales. Se posiciona a favor de la igualdad de la mujer, la libertad sexual, la tolerancia, etc.

La música, de Zbigniew Preiner, colaborador habitual de Kieslowski, consta de 21 cortes, de aires clasicistas, pausados y profundos. La melodía principal se inicia con un solo de piano, que pasa a piano y cuerdas, a cuerdas y a guitarra, para volver a comenzar. La fotografía, de Peter Biziou, ofrece colores matizados, encuadres equilibrados, composiciones armónicas y movimientos de cámara suaves. No faltan encuadres singulares (hueco de escalera). Excelente reparto y actuaciones brillantes de Irons, Binoche y Richardson. Drama apasionado, intenso y vigoroso.
Miquel
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8
26 de octubre de 2006
45 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film independiente, escrito y dirigido por Samuel Fuller. Se rodó en plató con un presupuesto ínfimo. Fue nominado a un Globo de oro y ganó la Espiga de oro de Valladolid. Se estrenó el 11-IX-1963.

La acción tiene lugar en EEUU, en la sede del diario "Daily Globe" y en el interior de un centro psiquiátrico, durante varios meses, en 1962/63. Narra la historia de John Barret (Peter Breck), de 30 años, periodista ambicioso, casado con Cathy (Constance Towers), que desea conseguir el premio Pulitzer. Acepta la misión de fingir una enfermedad mental, apoyado por el doctor Fong (Philip Ahn), para ingresar en un manicomio en el que se produjo el asesinato del paciente Sloan, cuyos autores no han podido ser identificados ni por la policía ni por el personal del centro.

La película muestra a través de las incidencias de la vida de Johnny en el centro una sucesión delirante de hechos protagonizados por los internos y por el personal sanitario, que sumen su ánimo en la angustia, hieren su espíritu, afectan a su mente y lo introducen en una senda de horrores. Las sesiones de electroshock y las lobotomías son práctica habitual, pese a su inconveniencia terapéutica, porque reducen la agresividad de los enfermos a costa de sus capacidades. El drama psicológico de Johnny pone a prueba su capacidad de resistencia mental en un ambiente de reclusión sin asistencia externa. Mientras sus indagaciones avanzan y rinden resultados esperanzadores, el duro y cruel tratamiento que recibe hacen emerger en él problemas de afasia, a los que siguen otros. La cinta explica mediante voz superpuesta los recuerdos, pensamientos, razonamientos, sueños y alucinaciones del protagonista. La fotografía construye una narración visual sobrecogedora, de planos breves y rápidos, encuadres de detalle (block de notas), ambientes claustrofóbicos, proyección de sombras, superposición de imágenes (baile de la ninfa), espacios de angustiosa profundiad (corredor de paseo) y la presencia de barrotes, rejas, rectángulos, ángulos y sombras lineales cruzadas, que exhalan aires de reclusión, indefensión y muerte. La película propone una seria reflexión sobre los límites del periodismo de investigación, la desmesura de cierto periodismo sensacionalista y las prácticas inhumanas de algunos centros psiquiátricos.

La música incluye fragmentos orquestales que provocan desasosiego, canciones de internos desafinadas y troceadas, como "Dixie", evocación del bando confederado de la Guerra Civil y arias del Barbero de Sevilla. La fotografía realiza una narración realista, sincera, desgarradora y convincente. El guión habla de segregacionismo, Ku-klux-klan, comercio erótico ("striptease" de Cathy) y otros temas, en un afán de crítica global a la sociedad americana. La interpetación de Peter Brek sobresale en intensidad y expresividad. La dirección demuestra una extraordinaria habilidad narrativa.

Película de culto, de imágenes inolvidables y de inusual profundidad dramática.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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7
1 de marzo de 2007
44 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo film de Billy Wilder, primero realizado en EEUU. Se basa en la comedia "Connie Goes Home" (1923), de Edward Carpenter, inspirada en la novela "Sunny Goes Home" (1921), de Fannie Kilbourne. Se rodó entre marzo y mayo de 1942 en exteriores de la St. John's Military Academy (Wisconsin) y en los Paramount Studios. Producida por Charles Brackett, se estrenó el 16-IX-1942 (EEUU).

La acción tiene lugar en NYC, en el Instituto Militar Wallace y en Stevenson (Iowa), en 1941, antes de la incorporación (8-XII-1941) de EEUU a la IIGM. Susan Katleen Appelgate (Ginger Rogers), de 20 años, tras un año en NYC y 25 empleos efímeros, decide regresar a su ciudad natal. Es una muchacha lista, atractiva y desenvuelta. Para poder adquirir el billete de regreso, que ha subido de precio, se viste de niña de 12 años, lo que le permite viajar a precio reducido. En su huida de las sospechas de los revisores, se introduce en el camarote del mayor Philip Kirby (Ray Milland), que le deja ocupar una de las dos literas. Está de baja del servicio de armas por un pequeño problema ocular. Regresa de NY, donde ha solicitado su reincorporación.

La película es una comedia de enredo, que mueve a la sonrisa y a la risa (exlicación precipitada de Susan a su madre de su complicada historia). El realizador desea crear una obra útil para distraer a los militares desplazados a los escenarios de guerra. Contiene elementos que constituirán algunas de las constantes del autor: personajes disfrazados, parejas aparentemente imposibles, referencias a Europa, admiración por la mujer de apariencia superficial capaz de cambiar la vida de los hombres. Denuncia algunos problemas del momento, como la precariedad laboral de la mujer y el acoso masculino que sufre la mujer trabajadora. Critica el uso interesado de influencias, los celos obsesivos, etc. Exhibe las novedades de última hora: las maquinillas vibradoras para masajes, la gran velocidad de los nuevos ascensores, los matrimonios rápidos. Algunas escenas delatan la influencia de Lubitsch, como la nana que Philip canta a Susan, mientras la sostiene entre los brazos durante la tormenta. En esta escena la atención del espectador se desvía de lo que ve hacia lo que ambos piensan y sienten calladamente.

La música aporta una partitura original de aires marciales, románticos y líricos, con un bonito tema central. Añade 4 composiciones excelentes, como "Blues In The Night" (radio) y "Dreamlover" (vals interrumpido por la llegada de una carta). La fotografía, en b/n, ofrece zonas oscuras intensas, fuertes contrastes de color y luz, un buen dibujo y un dinamismo vibrante. Destaca el vestuario de Edith Head. El guión suma humor, ironía y ternura. La interpretación de Ginger Rogers (30 años) es correcta y meritoria. La dirección crea una obra divertida, entretenida y consistente.
Miquel
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