Un 5 y gracias. No le doy más nota porque creo que no la merece. A veces nos dejamos llevar por las magnánimas críticas de críticos instalados en el pasado y que no ven más allá de la época dorada de Hollywood denostando clásicos de hoy en día tan buenos o mejores que películas de aquella época.

"Las zapatillas rojas" es una película larga, muy larga, no se me ha hecho pesada pero su duración es excesiva para lo poco que conmueve, los personajes no llegan al espectador, no sientes ningún feeling por la aspirante a estrella Victoria Page ni por el compositor Julian Craster, así como tampoco llega a enojarte la egoísta actitud del altivo Boris. Los actores son normalitos tirando a mediocres y lo mejor del filme resulta ser lo que el título ya indica: el ballet al que hace referencia el título, una pieza de unos 15 minutos muy bien rodada.

Y ya está.

Disculpen si a alguno he osado tocarle un mito, pero en mi opinión esta película apenas se sostiene hoy en día, quizás ha envejecido mal o simplemente nunca ha sido tan buena como algunos la pintaban.

Cojan aire, señores, abrochense los cinturones y prepárense para ver un refrito de los clásicos ochenteros de ciencia ficción (Terminator, Depredador y Alien).

Tenemos todos los ingredientes necesarios: actores mediocres, un robot cutre salchichero, muchos planos de pantallitas de ordenador, sangre por litros y dirección plana, planita, plana.

La ambientación futurista es penosa y la atmósfera de la película es de un color rojizo que no sabes si estás en un puticlub o en un estadio lleno de bengalas.

La fauna de personajes incluye a un gordinflón salidorro, la pareja protagonista (muy duros ellos), su amigo "raro, raro, raro" y el negro de turno en las películas de la época con su cintita en el pelo.

Ni lo intenten.

No pierdan el tiempo.