Haz click aquí para copiar la URL
España España · Donostia
Críticas de Jmpg2012
<< 1 9 10 11 20 25 >>
Críticas 123
Críticas ordenadas por utilidad
7
13 de enero de 2013
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jack Reacher tiene vocación de franquicia. Parece el primer capítulo de una nueva saga de un nuevo personaje. Uno de esas mutaciones resultante de cruzar la saga de Bourne con la de Ethan Hawke, de mutar a James Bond con unas gotas del personaje oscuro del Batman de Nolan. No sé, uno de esos superhéroes a su pesar, que bucean por debajo del radar de las autoridades, un superpersonaje creado en las cloacas del sistema que pasa del sistema pero que al mismo tiempo lo limpia y le da cera.

Parece que hay un ligero conato de crítica actualizada a los monstruos de la guerra, un aggiornamiento del mito del acorralado de Rambo. La guerra -esta vez la de Irán o la de Afganistán, ya no se van hasta Vietnam- crea monstruos que tienen que vivir con sus pecados en un mundo donde tienen que simular que estos no existieron porque todo parece color de rosa, a pesar de que los mercenarios y los infiltrados y la corrupción, corren como una corriente subterránea en la zona opaca de la sociedad.

La crítica es sólo una excusa para una trama basada en un personaje: el químicamente perfecto "agente secreto" que sin ser James Bond, lo hereda y que Tom Cruise lleva un par de décadas interpretando. Hay actores que actúan en una gama limitada de personajes y, aunque Cruise tiene otros registros -eso lo ha demostrado sobradamente- éste es el héroe que borda. A veces el personaje es autoparódico -Noche y día-, otras se convierte en algo parecido al ciborg malo de Terminator -Collateral- pero no se aparta gran cosa de la saga de Misión imposible. Jack Reacher es Ethan Hawke con menos glamour, mas oscuro, sin agencia secreta y que prescinde de localizaciones en grandes ciudades porque sólo se mueve en coches robados al efecto; es Harry el sucio cuando deja la policía o un Torrente guapo y apañado.

Y sin embargo, aunque no aporta grandes cosas, representa ligeras variaciones de matiz. Variaciones de matiz que yo creo que ha impuesto la saga del Batman de Nolan. El director de Memento ha cogido a Batman y le ha limitado la paleta de colores, las acciones, ha reducido el número de personajes y de antagonistas y lo ha oscurecido todo un poco. Le ha quitado glamour y bastantes superpoderes. Lo ha colocado en una escala mucho menos mítica. Y me parece que por ahí van los tiros ahora. Jack Reacher no vuela de Viena a Nueva Delhi, ni viste chaqués en fiestas de la jet, ni siquiera parece tener deseos sexuales mucho más explícitos que un roce de manos cargado de química. Pero para mí, aunque no abre nuevos caminos, la cosa funciona lo que es: entretenimiento con una pizca de crítica para condimentar el plato de siempre; el agente secreto que limpia el sistema desde las cloacas. La puerta parece abierta para Jack Reacher II, el retonno. Con lo que Cruise tendría dos series abiertas para alternar secuelas cada dos años. Ni tan mal.
Jmpg2012
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
12 de septiembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algunos dicen que Liam Neeson se está especializando es este tipo de westerns urbanos a lo serie B, en el que un mercenario, o agente secreto, o alguna especie de héroe decadente debe salvar su familia, su honra o el mundo. No puedo estar más en desacuerdo. Las tres películas que el director español afincado en Los Angeles, Jaume Collet-Serra ha rodado con su actor fetiche, Sin identidad, Non-Stop y Una noche para sobrevivir son excelentes thrillers, con dignos guiones y una factura visual espectacular.

Non-Stop y Sin identidad tenían más giros de guión, de estos que dan la vuelta a la historia como un calcetín y parece que se imponen en el cine contemporáneo. Sin embargo, esta película tiene algo de, salvando las diferencias, Solo ante el peligro en su tratamiento del tiempo real. Como si fuera un capítulo de 24, que narraba cada serie una de esas noches ajetreadas de Jack Bauer contra el terror internacional. Aunque esta película también tiene guiños al western de los grandes: esa exaltación de la amistad contrapuesta al deber de Hawks, o la expiación de la culpa de John Ford. Ya sé, ya sé. Estoy poniendo a los grandes al lado de un director de español. Puede parecer excesivo. Pero es que me encantan las películas que está haciendo con Liam Neeson, y si su talento no se disipa, seguro que tiene edad para mejorar y hacer grandes cosas. Me parece que en España estamos demasiado ocupados con las manchegadas de Almodóvar o los éxitos dosificados de Amenábar, para valorar con justicia a este director de paso firme y ego controlado.

Si lo analizo con cierta equidad creo que valoro Una noche para sobrevivir porque se aleja de esos protagonistas que parecen más héroes de la Marvel, aunque hagan thrillers -como Willis, Cruise, Diesel o Statham-, que verdaderos tíos duros del hampa, con sus limitaciones derivadas de ser simples humanos, incapaces de sobrevivir a un accidente de coche, avión o a explosiones múltiples. Liam Neeson está haciendo un personaje que estoy deseando volver a ver con la credibilidad que le aporta el cine de Collet-Serra. Que sea por muchos años.
Jmpg2012
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
16 de diciembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo es posible que yo recordase esta película como algo inquietante o atractivo?



Craven pasa, sin recurrir a convenciones técnicas, como fundidos o desenfoques, de la pesadilla a la realidad y viceversa. En Pesadilla en Elm Street este recurso se convierte en la razón de ser de la interminable saga. Su influencia en el cine de terror reciente es incuestionable.



Argumentalmente, el monstruo mortal surge de la fusión de máquina y mujer. La componente máquina del monstruo no tiene inhibiciones sociales, la parte de la mujer guarda memoria de las afrentas que se le hicieron en vida. El clásico argumento de la “venganza póstuma” de las películas de fantasmas que recorren actualmente todo el cine asiático.

 Cortada por el patrón de los clásicos, aunque a años luz de ellos, “Amiga mortal” tiene algo de Frankenstein, en la medida en que es una invención que se le va de las manos al creador, y de Drácula, en tanto que la criatura rescatada de la muerte es la amada del inventor y subyace un nosequé de sexualidad soterrada para adolescentes. La pugna interior del híbrido, intentando recobrar su compostura humana o la lógica primaria de venganza, es representada en visiones subjetivas pixeladas (la máquina) o visiones naturales (la chica). El maniqueísmo del guión sigue esa máxima no escrita según la cual muere el que se lo merece. El joven “Einstein”, el que instala el chip de su antiguo robot en el cerebro de su novia para salvarla –han pasado años-, sigue pensando que la criatura resultante es su novia. Exactamente igual que en la novela de Bram Stoker, cuando el amado de Lucie Parker cree seguir viendo en la vampira el alma de su amada.
Jmpg2012
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
16 de diciembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El final es tan abierto que puede leerse como el principio de un apasionado romance o como el final de un amor imposible.


 Al mismo tiempo que gag visual, algunas escenas de luces de ciudad pueden saborearse en segundo plano como documentales de una época, de otras luces, de otros tipos y otros decorados.

 La realidad es que lo que hace Chaplin con la pantomima es sorprendente. Un género físico, de una comicidad reactiva, se convierte en manos del tierno payaso en un melodrama trascendente desde el que indagar en el prejuicio social, en la clase, en la sociedad misma. Y gran parte de la capacidad de penetración crítica de su cine, que lo eleva fuera de los límites de su género, se basa en el personaje de Charlot. Chaplin consigue que un personaje que sigue su instinto, sin casa, sin oficio, desastrado, pobre, se convierta en sus películas en el único que actúa sensatamente. El buen salvaje. Se opone a la solemnidad impostada de los políticos que inauguran una estatua colosal, a los ricos que sólo son capaces de abrir su corazón cuando están borrachos, a la autoridad que lo sentencia guiada por prejuicios, al suicida opulento que no sabe encontrar razones para vivir.


 
No sólo los pudientes son culpables de obcecación, también los pobres pueden reproducir los mismos comportamientos de exclusión. El mayordomo le trata peor que el dueño de la casa, los pillastres que venden periódicos le azuzan al ver su aspecto.

 Por eso, la florista representa, con su ceguera, la sociedad sin prejuicios. ¿Qué hará al recobrar la vista? Sea cual sea su actitud, es difícil imaginar a Charlot trabajando, ahorrando, recluido en una casa o envejeciendo, como el resto de los mortales. El propio Charles Chaplin parece que se mantuvo a mucha distancia ética de su creación. Sus peculiares amoríos, infidelidades, procesos penales y tacañería, le situaban lejos de Charlot. La manera en que se apropió de la música de “La violetera” y la convirtió en leit motive de “luces de ciudad” puede ser una prueba de una ética ligera. Pero pocos pasaríamos la prueba de compararnos con la inmaculada generosidad del payaso del bastón. 

Si la florista es ciega, Charlot es mudo, porque es un personaje que se define por sus actos y al que el cine sonoro desplazó ante héroes menos físicos, más parlanchines -¿cómo Cantinflas?-. Esa pudo ser la razón de que Chaplin se resistiese al sonoro y espaciase el ritmo de sus películas –geniales y sonoras- con la retirada de su héroe más carismático al Olimpo de los inmortales
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jmpg2012
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
7 de diciembre de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me he programado un miniciclo de Jean Renoir. Hay películas de las que he leído tanto que me intimidan. Las guardo como un gran reserva para una gran ocasión.

 Jean Renoir es hijo de Pierre Auguste Renoir, el famoso pintor impresionista. Imagino lo que tuvo que ser la infancia del joven Jean, un niño que creció con un envidiable estímulo cultural. París era el centro del mundo, todo se cocía allí, la literatura, la pintura, la música, etc. El padre de Jean Renoir estaba tan conectado con la élite cultural, con la aristocracia y la burguesía, que su hijo disfrutó seguramente una ambivalente relación con su clase. Y esa relación decadente, otoñal, melancólica, se traslada a buena parte de sus películas. “La gran ilusión” y la “Regla de juego”, pero también “Vudú, salvado de las aguas” o “El río”, reflejan el ocaso de una aristocracia rentista, ociosa, amante de las artes, un tanto diletante, que entra conflicto con el nuevo orden, las nuevas clases sociales emergentes tras la gran guerra.

 La Primera Guerra Mundial es el escenario de “La gran Ilusión”. ¿Cuál es la gran ilusión? Hay varias hipótesis pero yo apuesto por la siguiente: el movimiento izquierdista era emergente en aquella época. Su ideal básico es la abolición de las diferencias entre clases y entre países. Pero ese ideal es sólo una ilusión. La gran ilusión de que no habrá conflictos, de que la revolución igualará a los hombres en una hermandad internacional: una utopía. Y así lo demostrará la historia con la caída del muro de Berlín y el fin del sueño comunista.

 La relación de Renoir con la clase es ambivalente. Conectado con los movimientos izquierdistas por un lado, pero afín emocionalmente a los juegos culturales aristócratas, su mente le empujaba hacia un lado y su corazón hacia otro.

La gran ilusión no es sólo una película carcelaria es un tour de force entre la aristocracia y los movimientos revolucionarios que tiene lugar en la mente del extraordianario cineasta llamado Jean Renoir.
Jmpg2012
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 9 10 11 20 25 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow