Otra personalísima obra de David Lynch, que junto con Mulholland drive constituyen a mi juicio, lo mejor de este singular director ambivalente. Tan pronto dirige una película "normal", lease El hombre elefante, Una historia verdadera, como de repente le da por hacer uno de sus peculiares filmes tipo Inland empire o Terciopelo azul. En Carretera perdida, Lynch juega de nuevo a despistar al espectador con personajes fantásticos y un argumento extraño pero fascinante. A pesar de la aparente falta de lógica, el director nos cuenta su historia de una manera original, fuera de los convencionalismos habituales y si aceptamos su punto de vista, la película se sigue con interés hasta el final.

Una de esas películas de serie B que hay en los videoclubs que tuvo cierta repercusión en su momento, puesto que se rodó una secuela, con llamativos efectos especiales y desnudos integrales de la futura chica bond Maryam d´Abo.

Algún día el bueno de Steven Seagal se retirará del cine y perseguirá con igual fiereza que en sus películas a todos los que le ponemos a parir. Asi que preparemonos para cuando Steve nos machaque por habernos reido de él. Difícil de matar, aunque cueste creerlo, fue una de las películas más populares de Seagal y una de las 25 más taquilleras de 1990. La han pasado por televisión mil veces y sigue teniendo su audiencia. Pero es muy mala, el argumento es absurdo y las escenas de acción finales son muy flojas porque no están nada curradas.

Original mixtura de terror y comedia de humor negro. Los efectos de maquillaje marcaron época, hasta el punto de que la Academia de Hollywood decició recompensarlos con un oscar. Además, a partir de ese momento se creó un apartado nuevo para premiar los mejores maquillajes. La selección de temas musicales que aparecen en la película resulta de lo más acertada.

Impresentable telefilm que cargó las tintas contra la política del presidente estadounidense George Bush jr. sin demasiado éxito porque volvió a ser reelegido. El documental está plagado de inexactitudes y verdades a medias. Hoy en día está desfasado y resulta incompleto. La palma de oro en Cannes está concedida con evidente manga ancha por los críticos ideológicos afines. En resumen, una pena teniendo en cuenta el anterior trabajo de Michael Moore Bowling for Columbine.