Cuando termina la película no me queda muy claro qué es lo que han querido contarme. No sé si me hablan del amor de la pareja de chicas o del otro amor de la protagonista; no sé si me hablan de cambiar de vida, de liberarse, del lesbianismo, de todo junto o de nada. No cuenta nada nuevo ni arriesga, aunque a ratos hace reír y, cuanto menos, entretiene.

Precioso film sobre el amor, lésbico en este caso, lleno de momentos memorables. Narra tres historias distintas en tres épocas distintas y con personas distintas que viven intensamente un amor en diferentes etapas de la vida. La primera historia es preciosa a la vez que triste, pero cuenta una verdad tremenda. La segunda es un poco menos dramática y la tercera es divertidísima. Entre las tres narran las diferentes problemáticas del colectivo lésbico a lo largo de la historia y hasta la actualidad.
Las escenas de sexo son preciosas, sutiles, llenas de amor. Chloë Sevigny vestida de motera es lo más sexy que he visto en mucho tiempo.

Pensé exactamente lo mismo que el crítico Javier Ocaña al escuchar esa frase del protagonista. Y es que la película no está mal rodada, las interpretaciones están bastante pasables con el añadido del gran Federico Luppi que, aunque no interpreta su mejor papel, destaca como siempre; hay escenarios francamente buenos con una fotografía espléndida... pero lo que falla es el argumento. Aunque la idea no está mal del todo, se desarrolla como un telefilm de domingo o una novelita para prepúberes. Por otro lado, la exagerada mezcla entre mexicanos y españoles sin una explicación crea confusión sobre el escenario del film.

Entretenida a la vez que evidentemente novelesca. Se nota a leguas que parte de una novela ficticia porque las situaciones en muchos casos no parecen creíbles. No obstante, me merece un notable además de una mención especial a las interpretaciones y la fotografía.
No me gustó, en cambio, la caracterización.

Un buen libro reestructurado en tres historias, cada una de ellas con toques, personajes, escenas y actitudes de la novela, cada una distinta y reveladora. Llenas de misterio y de intenciones ocultas que sólo se comprenden tras un rato de reflexión. Un rato después odias y amas a Laura, a Virginia, a Richard.
Si hay que ponerle un pero, le sobraban apenas unos 10 o 15 minutos.