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España España · Badajoz
Críticas de Shikigami
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Críticas 27
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
3
5 de agosto de 2018
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Satán se divierte”, o “El espectro rojo”, que de ambas formas se denominó la película, supone, dentro de un escenario tenebroso y una puesta en escena tétrica, más una comedia negra que una obra terrorífica. Como una barraca de feria de época, algo diabólica, se nos presenta esta pequeña película de la compañía francesa Pathé Frères, cargada de todos los efectos visuales imaginables en la primera década del siglo XX.
Un diablo bastante pervertido (y ocioso) con mágicos poderes, que sin embargo tiene que tragar de su propia medicina por parte de una compañera que le hace la vida imposible.
Un infierno idealizado con grutas, llamas, bromas macabras, pasadizos que se van desentrañando a ojos del espectador y nos conducen a un goticismo de inframundo, o un modernismo críptico, muy del gusto de Chomón. El contrapunto al feo diablo son las siempre dulces señoritas. En un momento del metraje, un primer plano nos acerca la figura del malencarado protagonista haciendo uno de sus malévolos juegos con su harén particular. Uso del color (mediante el Pathécolor, ideado por Chomón) para crear ambiente. Ferdinand Zecca y Segundo de Chomón disfrutaron de muchísima libertad creativa y facilidades técnicas para desarrollar sus trabajos en Pathé Frères (cuyo símbolo, el gallo, aparece en uno de lo juegos de Satán), donde desplegaron todo su ingenio, que no es poco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Shikigami
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5
23 de abril de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ned Kelly es una de las figuras históricas que más ha inspirado a artistas, creadores e investigadores de todos los ámbitos, sobre todo en su país, Australia.
Figura controvertida, a medio camino entre el bandolero o bandido y el justiciero social que lucha por los débiles. Una especie de Robin Hood para los australianos, con opiniones para todos los gustos. Aún hoy en día, para unos fue un criminal sin escrúpulos, y para otros una víctima de un sistema injusto que fue empujado a la lucha contra los opresores poderosos. Tanto Ned Kelly como sus víctimas tienen monumentos en Australia.
Así pues, el tema para el primer largometraje que se produjo en Australia, y el primero de ficción en el mundo, no pudo tener más fuerza simbólica. La antigua y ambigua lucha del bien contra el mal. Del poder contra el humilde, del forajido contra el garante de la ley.
Estremecería contemplar esta historia completa en aquel lejano 1906, una historia basada en hechos reales, con nombres y apellidos reales, con situaciones y datos contrastados, todo recreado con la máxima fidelidad a lo que contenían los archivos policiales y la documentación de la época. De hecho, la película fue censurada en un par de pueblos australianos porque se supuso que inspiró a unos delincuentes a robar un estudio de fotografía.
El director juega con los planos, predominando el general y recreándose en algunos más cortos para acentuar el dramatismo de ciertas escenas. Los personajes están bien trazados. Los escenarios exteriores recrean a la perfección el entorno en el que se desenvuelven los personajes. Los decorados son de suma delicadeza y de un valor documental enorme al acercarnos a la realidad de aquellos duros años finales del siglo XIX en la lejana Australia.
La lástima es que sólo se conserve una parte del extenso para la época metraje inicial —70 minutos frente a los habituales diez minutos como máximo que solían durar las películas de la época—. Gracias a la labor del National Film and Sound Archive de Australia se ha reconstruido la historia y parte de la película original, a partir de los fragmentos de cinta en poder de algunos coleccionistas, otros encontrados en el Archivo Nacional de Cine y Televisión del Reino Unido, e incluso restos encontrados por un ciudadano en un basurero de Melbourne. Además la reconstrucción se apoyó en documentación variada como el cartel de la película y un folleto publicitario escrito por Frank Tait, otro miembro de la familia del realizador que también intervino en la película.
Al final, conservamos 17 minutos de esta sugerente obra.
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Shikigami
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6
8 de abril de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Viva Italia! ¡Viva Roma!
Cuando se proyectó esta breve película en Roma, se cumplían exactamente treinta y cinco años de la unificación de Italia. Un 20 de septiembre de 1870 las tropas del ejército piamontés entraban en Roma, y un 20 de septiembre de 1905 se proyectaba la primera película de ficción en Italia, que cuenta precisamente aquel hecho histórico.
Es una lástima que se conserve menos de la mitad de la cinta original. Nos podemos hacer una idea de lo que el público sintió cuando vio estas imágenes tan realistas y tan cuidadas en detalles. La entrada de los Bersaglieri por la brecha de Puerta Pía emocionó al público que se congregaba frente a esa misma zona de la muralla, donde tuvo lugar la proyección. Además de servir para reafirmar el espíritu nacional avalado por el Resurgimiento, contagió la ilusión del cine en Italia, lo que dará sus frutos en los años siguientes.
Lo que se contaba era ficción, pero se consiguió un alto grado de veracidad. Los detallistas escenarios creados por Augusto Cicognani fueron reproducidos a partir de fotografías de 1870. Se tomaron noticias y periódicos de la misma época. Se utilizaron soldados, armas, caballería y artillería proporcionados por el propio ejército italiano. Sólo dos actores: Ubaldo Maria Del Colle en el papel del oficial piamontés Carchidio, y Carlo Rosaspina en el papel de general pontificio Kanzler, fabuloso este último en su única actuación cinematográfica.
La figura del italiano Filoteo Alberini, director de La presa di Roma, merece ser recordada como uno de los grandes pioneros del cine. Inventó su propio aparato de proyección: el quinetógrafo, inspirado en el quinetoscopio de William Dickson, y previo al cinematógrafo de los Lumière, aunque patentado después. Creó junto con su socio Dante Santoni la productora “Primo Stabilimento Italiano di Manifattura Cinematografica Alberini e Santoni”, que produjo quince películas, entre ellas “La presa di Roma”, y también fundó la primera sala de cine en Italia, de nombre “Moderno”, en Roma.
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Shikigami
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An Interesting Story (C)
Cortometraje
Reino Unido1904
6.0
187
6
6 de abril de 2018
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Una historia atemporal: el hombre siempre ha tenido vicios que le impiden prestar atención incluso al suelo que pisa.
Un señor muy elegante está absorto en su libro. Y le suceden una serie de divertidas peripecias. Podríamos decir que es un precedente a Chaplin.
La innovadora y polifacética Escuela de Brighton, de la mano de James Williamson, nos deja esta maravillosa comedia, en la que la profundidad de campo se trabaja de forma ejemplar.
Además, sirve de retrato de la Inglaterra que acababa de abandonar la época victoriana.
Williamson y los cineastas de Brighton y Hove, en el sur de Inglaterra, no han tenido históricamente tanto reconocimiento como sus homólogos franceses y estadounidenses. Sin embargo, hay que decir que las películas de Williamson ya se proyectaban a partir de 1902 en Estados Unidos, donde parece ser que influenciaron a los cineastas pioneros de este país para realizar rodajes con varias tomas que serían editadas posteriormente para construir una narración.
Algún trucaje no está del todo conseguido. Pero eso es lo de menos. Se disfruta.
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Shikigami
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4
4 de abril de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 29 de agosto de 1900, el famoso atracador Robert LeRoy Parker, conocido como Butch Cassidy, acompañado de su banda conocida como Hole-in-the-Wall, asaltó un tren de la Union Pacific Railroad en Tipton, Wyoming.
El suceso inspiró a Edwin S. Porter para su película, también basada en una obra de 1896 del propio guionista Scott Marble, en la que el lenguaje cinematográfico ya se va desarrollando como lo conocemos.
Falta pulirlo, no obstante. Pero las innovaciones que se encuentran en la película son tremendas. El inicio es brusco. Parece que todo va a suceder a una velocidad que nos impida asimilar la historia, pero no: hay escenas que mantienen un ritmo acertadísimo, lo que crea tensión a la trama.
Es una película del Oeste, porque ya incluye algunas de las características y personajes del género: banda de forajidos a caballo, tren sorteando tierras peligrosas, disparos con revólver Colt del 45, un sheriff, y gente pacífica con sus vestimentas y costumbres en construcciones de madera —se muestra lo que parece ser un saloon— y entorno rural, en una constante inquietud por lo que pueda pasar en tierras nunca seguras. Pero también es una película de atracos, donde se nos muestra cómo se las ingenian los malvados para hacerse con el botín. Es una película de buenos y malos, que nos hace tomar partido y empatizar con algunos personajes, ponernos en su pellejo. Y es una película, y esto es lo mejor, de acción. Mucha y muy bien rodada acción.
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Shikigami
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