Hacía tiempo que no me reía tanto con una película, y no lo digo como comentario rimbombante o para subirle la calificación a este film. Realmente hacia bastante tiempo que una comedia no me resultaba divertida e inteligente a la vez, digamos que hace rato que una comedia no es comedia realmente.
A fines de los 70´s el genio irrepetible de Woody Allen llegaba a su cenit creativo y paria las dos mejores obras de su filmografía, "Manhattan" y "Annie Hall". Ambas coprotagonizadas por, su entonces pareja, Diane Keaton y desarrolladas en la siempre bella New York. En "Annie Hall" Allen es Alvy, un cuarentón bastante neurótico que reflexiona sobre las relaciones amorosas que ha tenido a lo largo de su vida en general, y en particular con su romance con la chica que da nombre al film. Durante toda la cinta vemos como Alvy intenta comprender porque siempre sus relaciones terminan fracasando, somos testigos también de como conoce a Annie y como rápidamente va surgiendo una atracción entre ambos, pero las manías de Alvy no son fáciles de aguantar para nadie.
Si bien la película, pese a su corta duración, puede tornarse algo monótona en algunas partes de su desarrollo, en líneas generales Allen crea una historia muy divertida, inteligente y hasta filosófica. El neoyorquino aborda no solo el tema del amor y las relaciones personales, sino que a través de su historia abarca la naturaleza misma del ser humano y su necesidad de entablar vínculos emocionales con otras personas, aunque los mismos puedan terminar no teniendo el mayor de los sentidos. Otro punto fuerte del film es algo que Allen comenzaba aquí y terminaría repitiendo en varias de sus obras, que es lograr que la ciudad en la que se desarrollan los hechos termine siendo un personaje más de la historia. En "Annie Hall" New York esta deslumbrante y bella como de costumbre, pero Allen además logra que le veamos un toque melancólico que la ciudad no siempre da. En cuanto a las interpretaciones, Allen hace lo que quiere, es el genio libre de siempre y Diane Keaton probablemente logre la interpretación de su carrera. No sé si será su mejor performance, pero seguro sea la más recordada por el público y galardonada con un Oscar.
Para muchos “Annie Hall” es una obra maestra, para quien escribe esta critica el film no llega a ese nivel. De un modo u otro, es una película que merece la pena ser vista para pasar un muy buen rato, ya sea divirtiéndose con el guion exquisito que firma Allen como para analizar las relaciones humanas en general.

“Revenge” es la historia de un amor prohibido, bastante prohibido. Cochran (Costner) es un piloto de combate de la marina de los Estados Unidos que se licencia con honores después de varios años de servicio a la patria, y decide comenzar su nueva vida pasando unas vacaciones en Puerto Vallarta, México. Allí se hospeda en la mansión de Tibey “Tiburón” Méndez, un viejo amigo al que una vez él le salvó la vida y que es un poderoso jefe mafioso. Durante su estancia, conoce a la bella, joven e infeliz esposa de su amigo, Mireya (Stowe). A pesar de la amistad que lo une a su anfitrión, el ex piloto y la mujer no podrán contener el deseo y la pasión que mutuamente despertaron en el otro, arriesgándose a una sangrienta y brutal venganza. Cochran tiene por delante la decisión de su vida, la fidelidad hacia un amigo o romper dicha fraternidad y comenzar una relación con su mujer. La decisión que tome marcara la vida de los tres.
El trio protagonista está más que acertado. Un Kevin Costner de lo más apuesto se muestra muy eficiente en un papel que le viene como anillo al dedo, enfrentándose en un intenso cara a cara con el mítico Anthony Quinn, quien borda a su mafioso mexicano enceguecido por vengar la traición sufrida. Todo ocasionado por una despampanante Madeleine Stowe en los mejores años de su carrera, haciendo gala de su belleza en el que, probablemente sea su papel mas recordado en el cine.
La realidad es que llega un momento en el que la película se hace un poco densa, porque se encadenan unas cuantas escenas bastante alargadas que, considero, no aportan demasiado a lo fundamental de la trama. Pese a ello, “Revenge” es una película interesante y entretenida, que combina con buen tino una bella historia de amor con acción, suspenso y venganza.

Con "Longlegs" me he llevado una de las decepciones del año, tal vez la mayor de momento. Creo que los críticos de cine deberían revisar lo que escriben en sus críticas, porque ya se huele sospechoso que comparen a este bodrio sin argumento ni asidero con grandes films como "Zodiac" y "Seven", o con obras maestras como "El silencio de los inocentes".
A mi entender todo gran film para serlo debe tener un sólido guion y una ejecución correcta del mismo a través de la dirección y la interpretación. Si no se tiene una buena historia que contar será imposible realizar una buena película, pero también puede ocurrir que se tenga una historia interesante en los papeles y quede arruinada por una pésima ejecución de la misma por parte del director y los actores. En "Longlegs" no tenemos ninguna, el film es la nada misma.
El guion que no aguanta ni medio análisis, su pretendida trama es una total estupidez llena de situaciones por demás de inverosímiles, siendo su final lo más frustrante por lo ridículo y por la forma abrupta y explicita que en que se presenta. Su director pareciera que toma ideas de otras películas exitosas de este género y las mezcla generando un producto casi de serie B totalmente aburrido. Y en cuanto a las interpretaciones decir que también son muy flojas, Maika Monroe no genera ninguna simpatía como protagonista, en ningún momento da el perfil de investigadora del FBI y su actuación es demasiado inexpresiva para la historia. Nicolas Cage por su parte hace el ridículo una vez más, como ya nos tiene acostumbrados hace décadas.
La fotografía y la atmosfera en algunos tramos del film es lo único que puedo rescatarle, pero no alcanza ni por asomo para generar un thriller atrapante. En resumen, “Longlegs” es la nada absoluta.

"La Mosca" es una contundente y sólida muestra del “body horror”, técnica usada en aquellos años para los films de horror, terror y ciencia ficción, y que para mi gusto eran mucho más efectivos y espeluznantes que los hechos hoy en día por computadora o IA.
El científico Seth Brundle (Goldblum) convence a la periodista Verónica Quaife (Davis) para que documente el proceso de su experimento, un dispositivo que puede tele transportar objetos entre dos cabinas, a la par que inician un romance. Sin embargo, en una de las pruebas, Brundle, experimenta con su propio cuerpo sin percatarse que en el momento de la tele transportación, una pequeña mosca ingreso a la cabina, mezclando su ADN con el del insecto. La pareja que forman Seth y Verónica nunca llega a ser del todo creíble, se ve un tanto forzada en la trama para que se desarrollen los acontecimientos, agregándoseles un tercero en discordia que las circunstancias obligan a mutar de villano antipático en el triángulo amoroso a un inesperado héroe en el final.
Su director Cronenberg, apuesta por una brutal y explícita transformación física del protagonista, una degradación progresiva que se vuelve repulsiva, en especial en el último segmento, destacándose un excelso trabajo de maquillaje. Por esto es que el film contiene escenas tan recordadas como asquerosas, como Brundle vomitando enzimas digestivas para poder comer y digerir los alimentos, la pérdida progresiva de partes del cuerpo como el cabello, la piel, las orejas y las uñas. Lo que Cronenberg intenta exponer el mayor tiempo posible es la desesperada lucha de un hombre por conservar su humanidad y lo que le va quedando de dignidad, siendo su transformación un proceso lento y angustiante, y por ello más terrorífico, porque se puede ver que detrás de ese monstruo que se va formando hay un ser humano que no quiere perder esa condición.
En definitiva, una película que conserva el gusto a cine de serie B. Siendo una muestra de como un ajustado presupuesto, una trama simple pero efectiva, tres actores y un escenario casi teatral pueden conformar un sólido y entretenido ejercicio cinematográfico.

No tenía ni el más mínimo interés en ver “Le Mans 66”, también conocida como “Contra Lo Imposible”, ya que el automovilismo y las carreras de autos no me llaman mucho la atención, pero decidí hacerme un tiempo para darle una oportunidad y la verdad es que he pasado un rato muy entretenido, resultando una muy recomendable película, no solo para amantes de los fierros. Sin dudas tiene una estética de los años sesenta que me gustó mucho y me pareció muy acertada. Los modelos de autos Shelby Cobra, el Ford Mustang y los Ferraris son una delicia visual, y han sabido impregnar al espectador de la sensación de velocidad y peligro en las carreras. A eso hay que sumarle dos estrellas como Matt Damon y Cristian Bale para hacer un combo ganador.
Carroll Shelby (Damon) es un corredor retirado que recluta a Ken Milles (Bale) para que, sponsoreado por la gran empresa Ford, corra las 24 horas de Le Mans. Torneo dominado casi en exclusiva por la marca italiana Ferrari, a la que Ford intenta desbancar. La relación de amistad entre los acertados protagonistas es creíble, también el ambiente del mundo del motor, y hasta la música acompaña atinadamente las escenas de carreras y le dan un ambiente aún más épico a la función.
En definitiva, “Le Mans 66” me ha parecido una película muy buena, siendo gratificante encontrarse en estos tiempos un film donde se deja a un lado los blockbusters y nos ofrecen una película dramática de las buenas.