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Críticas de CitizenCorleone
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Críticas 25
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
10
28 de enero de 2016
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un sinfín de premios Emmy, Globos de Oro y demás galardones alaban esta grandiosa producción de David Chase -en su momento rechazada por la Fox- para la HBO, la obra definitiva sobre la mitificada mafia ítaloamericana que supuso un rotundo éxito de público y crítica y que en conjunto puede ser comparada sin reservas con la famosa trilogía de El Padrino, esta vez trasladada a la pequeña mafia de New Jersey posiblemente inspirada en la Familia mafiosa DeCalvante.

Una mezcla de tragedia griega, cine negro y culebrón donde un gangster melancólico, pragmático y con tendencia a la depresión pero además caprichoso, inmaduro y cínico llamado Tony Soprano, encarnado por un imperial James Gandolfini, tiene que lidiar con su familia, con su trabajo como líder mafioso y con sus ataques de pánico. Metafóricamente Tony habla de su trabajo como "consultor gerencial de deshechos" una manera de limpiar la verdadera tarea de su trabajo, dejando entrever que su verdadera ocupación es horripilante. La obra empieza con una visita a una psiquiatra encarnada en el papel de Lorraine Braco, y en su consulta se desarrollarán algunas de las escenas y diálogos mas memorables e interesantes de la serie, donde el personaje principal tendrá que aprender a convivir con un pasado decepcionarte que le ha llevado a un presente mafioso y un con un futuro incierto en el inestable mundo de la mafia. Además se desarrollan innumerables temas que van desde lo cotidiano hasta una profunda exploración psicológica de las situaciones a las que se enfrentan los personajes, como el asesinato, la infidelidad o la homosexualidad, tema tabú en el duro mundo que rodea a los rudos matones del crimen organizado . También se retrata la decadencia de la mafia italo-americana, con una pérdida de los "valores tradicionales" como la vieja ley del silencio, siempre rivalizando consigo misma y a la defensiva con otros grupos étnicos. La reminiscencia a los orígenes italianos y su aportación a la sociedad americana están presentes, la pérdida de identidad y de terreno que ha experimentado este grupo étnico, que ha sufrido una americanización irreparable frente a los valores y prejuicios tradicionales traídos desde Italia. Todo lo relacionado con el legado italiano como la comida, la música, la arquitectura, o la particular forma de expresarse que tienen sus descendientes, tiene su hueco en la monumental obra, haciendo así un grandioso homenaje a todo lo que tenga que ver con lo italo-americano.

Por su gran dimensión nos encontramos ante una serie compleja y profunda, por la multitud de personajes que aparecen y por todas las historias individuales que se desarrollan. Encontramos literalmente un sinfín de guiños a la cultura pop del siglo XX así como referencias a la historia reciente americana tanto en el plano urbano como en el político, así como a las cintas mafiosas mas conocidas, detalle con el cual el espectador familiarizado con dicha historia disfrutará. Todos los actores sin excepción están mas que notables y los personajes a los que encarnan son interesantes pero amorales, que sólo buscan su propio su propio beneficio, sin sentido de la verdadera amistad o del verdadero amor, sólo fieles a sus propios intereses, pero siempre en busca de la redención en un entorno violento del que no pueden renegar. Probablemente sea la única serie donde todos son villanos. Encontramos personajes tan ambiguos y desagradables como la harpía Livia Soprano, madre de Tony, la falsa víctima Yanise, la atormentada Carmela Soprano (posiblemente el mejor papel de la serie) el despreciable Ralph Cifaretto, los villanos Richie Aprile y Frank Leotardo (magnifico Frank Vincent) el excéntrico Silvio Dante, el desagradable Chris Moltisanti o el irascible Paulie Gualtieri. Tanto la violencia como el sexo es tema permanente en la obra y además las escenas son explícitas y se retrata con sutileza la corrupción policial y política, que sólo responden a intereses económicos. El espectador podrá ver escenas tan memorables e inolvidables como algunas de las mas conocidas de la historia del cine.

El hecho de que la reducida familia mafiosa sea de New Jersey y no de Nueva York añade un punto de estrés al robusto Tony Soprano, que debe lidiar sus negocios con los intereses de la familia Lupertazzy de Nueva York (posiblemente inspirados en la familia Gambino) siempre supeditados a ésta y que en ocasiones llegan a ningunear llamándolos "esa cosa minúscula de New Jersey" También deben hacer frente a los nuevos grupos étnicos que se quieren hacer con un hueco en el mundo del delito como las bandas negras y latinas, las prominentes mafias rusas o los grupos de motociclistas, estableciéndose así la relación entre la vieja escuela del gangsterismo italiano y una nueva forma brutal de violencia de entender el crimen organizado

En la obra vemos actores de las películas sobre la mafia mas importantes realizadas en los Estados Unidos como Uno de los Nuestros, Casino, Mickey ojos azules, El Padrino, El precio del poder, Pulp Fiction, El Rey de Nueva York, El Funeral, Érase una vez en America y otras menores como This things of ours o la película para la televisión Gotti así como claros homenajes a otras como Muerte entre las Flores o Una historia del Bronx además de cameos de la talla de titanes de la interpretación como Martin Scorcese, Ben Kingsley, Annete Bening, Lauren Bacal, Peter Bogdanovich o Sidney Pollack .

Como ha dicho la crítica constituye "una especie de meditación sobre la naturaleza de lo moral, la posibilidad de redención y el legado de Freud" Como último dato, en 2008 se reunió en la ciudad de Nueva York un grupo de expertos para debatir sobre la importancia de la famosa serie de la HBO. La conclusión a la que llegaron es que la obra está a la altura de las obras maestras "de Shakespeare, Picasso o Mozart" No creo que estén muy equivocados al afirmarlo.
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CitizenCorleone
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10
28 de enero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oliver Stone dirige una controvertida película basada en los hechos posteriores al asesinato del malogrado ex presidente John Fitgerald Kennedy, partiendo de la investigación personal que llevó a cabo el fiscal de Nueva Orleans, Jim Garrison, para demostrar que el asesinato del presidente fue obra de una conspiración y no de la solitaria iniciativa de un asesino simpatizante del comunismo desde lo alto de un almacén de libros. A pesar de que Stone no comparte todos los puntos del fiscal sureño, deja muy bien claro y de manera documentada que la Teoría de la Conspiración está mas que fundamentada y que por si alguien lo dudaba, no pudo ser un solitario Lee Harvey Oswald como pretendía hacer creer la Comisión Warren a la población.Todo ello mediante una trepidante exposición de una montaña de pruebas y de personajes.

El fiscal del distrito es interpretado por el mejor Kevin Costner de la historia en un ejemplo de heroísmo y de búsqueda de la verdad, gracias a la iniciativa personal de llevar a cabo la única investigación civil para demostrar que la Teoría de la Conspiración fue llevada a cabo por las altas esferas de los Estados Unidos y asestar un golpe de estado al presidente Kennedy, defendiendo así los ideales democráticos, de justicia, libertad y de lucha civil contra el poderoso aparato gubernamental. Éste, parte del hecho increíble de que un tirador mediocre y que había vivido en la Unión Soviética sin ser considerado un traidor, ejecutara tres tiros perfectos y simultáneos a un blanco en movimiento en 5,6 segundos, hecho totalmente improbable según las pruebas, así todas las incongruencias de la Comisión Warren y del Gobierno de los Estados Unidos son puestas en entredicho para dar vida a la controvertida Teoría. A la vez es una meditación sobre el carácter corrupto de los medios de comunicación que empujan a creer en mentiras a la población, a que sepan sólo lo que interesa saber y sobre una maquinaria legal que no está separada del poder gubernamental como se pretende hacer creer.

Oliver Stone alterna magistralmente fotografías reales en blanco y negro con escenas rodadas en Súper 8 y con las escenas propias del film en color, haciendo cambios repentinos de ángulos y rápidos acercamientos con zoom, utilizándolo a modo de flashbacks y reconstrucciones, combinándolos con datos que se narran de manera ágil por los personajes y con la envolvente banda sonora de John Williams dando un aire casi documental a la obra que hace estar aún mas inmerso al espectador en la estremecedora trama, el cual sin duda se planteará muchas mas preguntas de las que resuelve el film sobre un caso controvertido y del que no se sabe aún toda la verdad. ¿Qué vale nuestra ciudadanía si las personas a las que elegimos sirven a unos intereses extraños a los de la mayoría? ¿Qué tipo de corporaciones ajenas a la democracia pueden conspirar para derrocar a un presidente electo? La realidad supera a la ficción y como dijo el personaje interpretado por Joe Pesci "Es un misterio dentro de un enigma envuelto en un acertijo. No lo saben ni los propios tiradores"

Todos los hechos célebres referentes el caso están perfectamente reconstruidos, como el inocente saludo militar que le dedicó el hijo a Kennedy en su funeral, la cinta casera grabada por Abraham Zapruder en el momento del crimen (prueba con la que no contaba la comisión Warren) el asesinato de Oswald ante las cámaras por el hampón de Dallas Jack Ruby (con la extraña escusa de ahorrar a Jackie Kennedy el testificar en un juicio), la misteriosa foto de los vagabundos que fueron desalojados de los alrededores tras el asesinato y que no fueron interrogados o la famosa e infame teoría de la bala mágica que asegura que con sólo tres disparos se pudo ocasionar múltiples heridas a Kennedy y al gobernador Connally.

Los actores están inmejorables y las caracterizaciones son insuperables por el tremendo parecido y caracterización; Tommy Lee Jones como Clay Saw, Joe Pesci como David Ferie, Gary Oldman como Lee Harvey Oswald y hasta John Candy en un pequeño papel abyecto de abogado corrupto como Dean Andrews Jr. Además claro de contar con un adicional elenco de actores de la talla de Sissy Spacek, Walter Matthau, Jack Lemmon o Donald Sutherland. Incluso el propio Garrison hizo una pequeña aparición irónica para interpretar a Earl Warren. Las localizaciones son reales como en La Casa Blanca o la Plaza Dealey, tristemente célebre por el asesinato del joven presidente.

El director apuesta por el suspense para recrear toda una trama muy bien orquestada que pone al descubierto las fechorías de la CIA, el FBI, el Pentágono y hasta la propia Casa Blanca, para eliminar a un presidente que atentaba contra los intereses de la industria de armamentos al querer retirar las tropas de Vietnam, sin olvidar la supuesta implicación de los cubanos exiliados para derrocar a Castro o implicar al dirigente caribeño en el asesinato o el papel que pudo tener la Mafia que trabajaba estrechamente y en secreto con la CIA desde hacía años. La película aumentará la intensidad a lo largo de una trama que no dará tregua al espectador por la cantidad de datos que se suceden de manera ágil para desembocar en uno de los finales mas trepidantes de la historia de cine, en el que el fiscal Garrison da un auténtico discurso brillante y enardecedor sobre los valores de la democracia y del poder popular a base de reflexiones, metáforas y citas famosas.

Una película controvertida, eficaz, dinámica, que agarra al espectador desde el primer fotograma y lo obliga a ser testigo de uno de los episodios mas fraudulentos y a la vez trágicos del siglo XX, que terminó con las esperanzas de gran parte de la población mundial por un cambio hacia un mundo mejor. Como último dato y ejemplo del poder que puede tener el cine, a partir del film el Congreso creó en 1992 una comisión para revisar los archivos referentes al caso y ver cuales de ellos se pondrían a disposición del pueblo americano.
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CitizenCorleone
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8
27 de diciembre de 2015
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una magia hipnotizadora tiene este film dedicado a Gian Maria Volonté para que tras un largo silencio en su presentación en el Festival de Cannes de 1995 la crítica se levantara y la acogiera a gritos y aplausos, ganando la Palma de Oro además y para que sea considerada la obra cumbre del genial Theo Angelopoulos. Probablemente en dicho festival se dieran cuenta del enorme potencial de una película que resulta tan conmovedora como inquietante.

El protagonista de la cinta (del cual no se nos dice el nombre en ningún momento) es un exiliado griego convertido en director de cine y afincado en EE.UU. que vuelve a su pueblo natal con una única meta que le ha obsesionado durante su vida: recuperar las tres bobinas perdidas que grabaron en sus inicios los hermanos Manakis, pioneros del cine griego y probablemente de los Balcanes. Así nuestro protagonista al igual que el Ulises de Homero se embarca en una odisea que lo llevara a recorrer el mundo que dejó atrás cuando salió de Grecia y que de alguna manera se asemeja al que filmaron el dúo cineasta que tanta intriga causa en la película. El protagonista, a medida que avanza en su aventura, vuelve a revivir los momentos de su infancia; durante la Ocupación Nazi y durante el Gobierno Comunista en Bucarest, observando como transcurren los hechos con alteraciones espacio-temporales que aportan un toque surrealista pero a la vez dinamizador, también se encuentra con el desamor al verse impedido a amar a las protagonistas con las que se encuentra, curiosamente interpretadas por la misma actriz, tiene que lidiar con el horror de la guerra, puesto que está enmarcada en el contexto de la guerra de Bosnia, pero sobre todo este film es una visión a través de los ojos del personaje principal sobre un mundo que deja paso a otro, el cineasta esperaba encontrarse con el mundo que dejo atrás pero se encontró con uno tan intrigante y misterioso como los objetos que desea recuperar, con unos paisajes y unos personajes casi mágicos.

La cinta está llena de escenas hipnotizadoras y oníricas como la de la gigantesca estatua de Lenin transportada en un barco por el Danubio y en que es venerado por los habitantes a orillas del rio con una especie de admiración religiosa. La banda sonora de Eleni Karaindroua aporta más misticismo y nostalgia y la creación del personaje por parte de Harvey Keitel es sencillamente convincente, por lo cual es perfecto para el papel. Las escenas transcurren de manera lenta porque es una película para la recreación, en definitiva es una película para entendidos y amantes del cine puesto que es un homenaje en sí a la historia del Séptimo Arte.
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CitizenCorleone
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8
28 de enero de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que Tony Montana sea uno de los gánsteres más famosos y memorables de la historia del cine no es casualidad, gracias en gran parte al excesivo uso de la violencia, pero sobre todo por la histriónica interpretación de su protagonista. Este proyecto que pudo ser llevado a cabo por el tándem Scorcese-De Niro, cayó en manos de Brian De Palma el cual contó con Al Pacino para el papel principal y con Oliver Stone encargado del guion el cual hizo un exhaustivo estudio sobre el submundo del narcotráfico, lo que llegó a ser decisivo para dar un mayor realismo a la cinta. Basada en un remake de Howard Hawks de 1932, el protagonista pasa de ser italiano y apellidarse Camonte a ser cubano y apellidarse Montana, y de ambientarse en Nueva York a hacerlo en Miami, adaptándose así a los tiempos que corrían en 1983, cuando oleadas de inmigrantes cubanos llegaban a las costas del sureste de EE.UU. y la cocaína se hacía célebre entre las clases medias.


El film tiene varias características que la hacen diferente de otras obras del género. En primer lugar el film adquiere una dimensión política que hace que sea una película de actualidad, en segundo lugar la violencia y el lenguaje fueron tratados con mucho realismo, de hecho fue rechazada varias veces para su exhibición a un público más amplio por ambas razones. En tercer lugar el tratamiento que se hace de la época, en un territorio que parece ser el paraíso, con coches de lujos, bellas mujeres, música psicodélica y ropa hortera, todo enmarcado en una sociedad decadente. Y por último el inolvidable papel de Al Pacino como Tony Montana, según él mismo, uno de sus favoritos de toda su carrera, no sólo resalta por encima de un cartel de buenos actores secundarios como Michelle Pfeiffer, Robert Loggia o F. Murray Abraham con una técnica más que eficiente, sino porque es capaz de transmitir a la perfección el Yo masculino del gángster moderno, el ideal latino, machista y autoritario, que quiere controlar obsesivamente el territorio y pretende la dominación absoluta más que el dinero o el lujo.


La película narra su ascenso y caída como narcotraficante, huyendo de la Cuba castrista en busca del sueño americano se encuentra con lo mejor y lo peor del sistema capitalista, como diría el propio Tony "¿Sabes que es el capitalismo? ¡Joder y ser jodido!”. Su vía hacia el éxito será mediante la violencia, el asesinato y la venta de narcóticos, mundo en el que sube como la espuma gracias a su falta de escrúpulos e irascibilidad, su fácil desenvoltura en los bajos fondos y sus agallas. Encuentros y desencuentros con narcotraficantes locales, colombianos y contactos internacionales le hacen llegar hasta la cima, el lujo lo acompaña, y cuando consigue a la mujer de su jefe la publicidad de un zepelín advierte “El mundo es tuyo”. Tony así lo cree, el mundo le pertenece y a eso ha venido. Pero caer gradualmente hacia la autodestrucción es inevitable en un mundo de naturaleza destructiva, el deterioro de sus relaciones familiares y personales y sobre todo el abuso de la cocaína, le arrastran hacia la decadencia y le empujan al límite, como dice el estribillo de una de las canciones de la banda sonora. El efecto del polvo blanco que le había ayudado a construir todo un imperio hace que ignore las cámaras de vigilancia que había instalado para proteger su propia seguridad; ironías del destino. Al final un lujoso adorno con luces de neón vuelve a rezar: “El mundo es tuyo”.
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CitizenCorleone
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9
24 de enero de 2014
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ciudad de Dios es probablemente una de las mejores películas jamás realizadas en América Latina y sin duda la mejor protagonizada por niños, en esta cinta que brilla con luz propia y que bebe de los estilos de Quentin Tarantino, Guy Ritchie y Martin Scorcese los protagonistas son gángsteres adolescentes en los que su paso de la infancia a la mayoría de edad se ve obstaculizada por la difícil existencia en una favela de Rio de Janeiro. Ya se habían realizado otros films sobre favelas como Pixote, la ley del más débil u Orfeu y también se realizarían otras notables como Tropa de élite pero ninguna captó la esencia de una época y un lugar como en el film de Fernando Meirelles.

Cuenta principalmente la historia de dos chicos bien distintos a los que el destino termina por juntarlos de alguna manera. Buscape es un niño sensible de la favela que crece sin meterse en líos al ver como a su hermano le fue mal en el mundo de la delincuencia y que sueña con ser fotógrafo algún día. Su dominio del territorio y su habilidad para no mezclarse con quien no debe le convierte en un observador casi invisible de su entorno lo que le llevará a ser un fiel testigo fotográfico de lo que sucede a su alrededor. Por otra parte Zé Pequeño, a quien Buscape trata de evitar a toda costa, es un brutal asesino, despiadado y sin remordimientos que controla la mayoría de la favela tras haberse hecho con ella mediante métodos violentos pero siguiendo la línea de quien todo lo quiere acaparar, decide meterse en una guerra contra un capo rival que dejará la favela al borde del caos. Al final se muestra como la existencia en Ciudad de Dios es cíclica y parece que se da a entender que un sitio donde se han perdido los valores humanos de empatía y convivencia nada se puede arreglar.

El rodaje estuvo acompañado de dificultades, se le pidió permiso a un jefe local que accedió a cambio de contratar a gente de su favela y uno de los protagonistas se empeñó hasta tal punto en conseguir su papel, que se pasó varios meses viviendo en una favela, todo esto aportó mayor realismo al film quizá por ello la violencia es retratada con realismo y las situaciones llegan a incomodar pero tiene la curiosa virtud de no llegar a ser visceral, gracias a una narrativa ligera, con situaciones cómicas y personajes desenfadados. El ritmo es frenético, la voz en off ayuda a entender como se entrecruzan con maestría varias historias y personajes distintos, los guiños cinematográficos al cine anglosajón de gangsteres de las últimas décadas están presentes así que los acercamientos de zoom e imágenes impactantes abundan. En definitiva Ciudad de Dios es un soplo de aire fresco al género y una película de altísimo nivel.
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CitizenCorleone
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