Snyder se hace con la idea de Romero y le da otro color más pesimista y más tenebroso y un desarrollo totalmente distinto.

El principio nos sitúa en un día cualquiera en la vida de Anna. Termina de trabajar, coge su coche y se va a casa. Saluda a sus vecinos y pasa la noche con su marido. Y a la mañana siguiente, nada más despertar, su vida y la de todos se acaba. Ese comienzo ya te mete en tensión de forma brutal.

Después tenemos varias cosas típicas de estas películas: supervivientes y lugar donde refugiarse. Lo curioso: que la marabunta de zombis apenas tiene protagonismo, son los propios conflictos entre supervivientes los que se llevan todo el interés, todo ello resuelto de forma magistral y sin aburrir un segundo.

El gore no abunda ni llega a resultar desagradable, se usa cuando se tiene que usar; y el trabajo de maquillaje es fantástico y muy creíble. Los personajes son algo tópicos y no llegamos a conocerlos a todos, sino solo a cinco o seis; pero las actuaciones en sí son convincentes. Algo que se mantiene del original, aparte del centro comercial y el plan de escape, es su crítica materialista, que tal vez no tiene tanto peso.

Es una película que hace que el pesimismo se apodere de ti poco a poco y mantiene siempre en tensión, con momentos memorables. A quien no le importe que los zombis corran (¿y por qué tendrían que ser siempre lentos y tontorrones?) recomendadísima.

No he leído los libros, pero sí me han ido contando detalles del argumento y creo que podrían haber hecho una pelicula con mejor ritmo, pues si bien esta o llega a aburrir ni a pinchar como para desmoronarse por completo, hay partes poco trascedentes demasiado estiradas y otras importantes pero resueltas en secuencias muy cortas.

Consigue meterte en su doble mundo: por un lado el del instituto y por el otro, el de los vampiros; destacando el ambiente nublado y lluvioso y el dúo protagonista.

Es entretenida pero podría estar mucho mejor llevada. Veremos en la secuela.

Por tercera vez visión fatídica, salvación en el último momento y... un cambio. Poca trama hay ya entre muerte y muerte. Todo se convierte en una sucesión de sucesos, esta vez ya totalmente sangrientos, aunque no por ello menos tensos.

Su mayor problema es que todo suena ya a visto.

Destino Final 2 consigue mantener el nivel de la primera parte gracias a, manteniendo la misma base, introducir ciertos cambios. Por ejemplo, ahora ya no es una pandilla de amigos, sino de desconocidos, y además cuentan con la ayuda de Clear (Ali Larter), la única que continua viva de la anterior película. Sigue sabiendo mantener en tensión y tiene también ciertas muertes impredecibles (airbag), aunque ya no es tan sorprendente y sabemos más o menos qué esperar.

Esta vez hay más muertes y más contenido sangriento, pero sin ser demasiado exagerado.

Dame 10 razones es una de esas películas de buen corazón que te hacen pasar un rato agradable sin mucho esfuerzo gracias a su genial dúo protagonista y su búsqueda de respuestas para dar un giro a sus vidas.

Se hace corta, tal vez un poco vacía de contenido, pero se deja ver con gusto y resulta de principio a fin muy agradable.