Burda comedia que satiriza en torno a las diferencias sociales entre los distintos estratos de la sociedad (patente en temas como el racismo, la cultura o la educación). Conducida por el eternamente encasillado Steve Martin y por una correcta Queen Latifah, la película, pese a no una mala acogida por parte del público, pasa con más pena que gloria por los cines. Y es que si una comedia no consigue arrancar una risa a la gran mayoría de los espectadores es que algo pasa. Yo creo que simplemente que el humor inteligente se encuentra en peligro de extinción.

Interesante muestra a caballo entre el thriller y el cine negro, que cuenta con una gran pareja protagonista como son una ya madura Stanwick y un Burt Lancaster que comenzaba por aquel entonces su exitosa carrera. Sin embargo no parecen derrochar química adecuada entre ellos, dejándo un poco decepcionado al espectador con ganas de ver ese interesante duelo interpretativo. Por lo demás la película convence bastante, que con un sólido guión consigue captar la atención del espectador hasta el instante final de la misma.

Chabrol nos muestra un buen ejemplo de thriller con una inusitada sencillez, tanto argumental como a la hora de llevarla a la pantalla. He aquí el gran acierto y es que pese a no complicarse en demasía en film resulta interesante y lleno de emoción hasta el final. Y es que el film es el típico ejemplo de como una situacion cotidiana puede desembocar en un angustioso final si no se toman las decisiones adecuadas en el momento preciso.

Winterbotton acierta con este film de ciencia ficción, que en el fondo esconde un drama romántico. Acierta con una trama fluída e interesante y con la elección de la pareja protagonista, , que pese a no poseer una buena química entre ellos saben suplirla con interpretaciones ambiguas y enigmáticas, que enfatizan el sufrimiento de sus personajes. Como curiosidad citar el nombre de el personaje interpertado por Samantha Morton: Maria. ¿Un guiño al personaje del gran clásico de la ciencia ficción "Metropolis" de Lang?. Solo Winterbottom lo sabe.

Se puede decir que el film consta de dos partes, comenzando como una especie de comedia escatológica, para a mitad del mismo convertirse en una comedia romántica con influencias dramáticas. La parte resulta horrible, por incoherente y aburrida, con la segunda mejora un poco, pero parece ya demasiado tarde para evitar el naufragio de la película.