Me importa un pito que a Kevin Smith le preocupe la religión o que su film fuera boicoteado.

Lo importante es la calidad de la película.

Y podría ser mayor. Pese al plantel de actores (Linda Fiorentino, Alan Rickman, el salao Jason Lee) la historia hace aguas y resulta irregular. Hay chistes acertados -como ese que toca el sexo de los ángeles- y muchos detalles poco logrados.

Por otro lado, el final no resulta muy coherente y la aparición de cierta cantante pop parece sobrar -y no lo digo por el papel que ¿interpreta?-.

Un film flojillo.