Lo malo:
¿Qué ocurre si dejas entrar a Mcgiver en una ferretería, y le dejas hacer lo que quiera, pero sin ningún objetivo concreto? Pues que fabricaría montones de cosas fascinantes, pero que no sirven para nada. Y es exactamente lo mismo que le ha pasado a Zack con esta película. Dale a este artista recursos digitales; y te creará un espectáculo visual sin igual, ¡pero por dios! que alguien le diga como ordenarlos y donde ponerlos.

La historia se sostiene con alfileres, a ratos parece entretenida, a ratos aburrida y monótona. Intentando darle giros inesperados que luego resultan poco sorprendentes.

En un intento de seducirte, integran un elenco de actrices que resultan tan poco atractivas, como expresivas. Quizás si se dedicaran al género de cine para adultos obtendrían mejores resultados.

Y para acabar mis malas críticas, hablaré un poco de lo que sin duda, es lo peor de la película, la actriz protagonista: Tenemos a una rubia oxigenada, con dos coletitas y vestida de colegiala, y con dos morcillas por labios; que no sabe blandir una espada, que su arma de fuego principal es una pistola, porque tampoco sabe sujetar un sub-fusil, y que parece que tuviera la cara saturada de votox, porque su expresión durante todo el rodaje es el mismo que pondría para hacerse una foto de carnet.

Lo bueno:

La idea general de la película, con la mezcla de lo que es real y lo que no, resulta ingenioso a pesar de no presentar ninguna novedad.

Espectaculares escenarios, enemigos y efectos; que te hacen temblar y sentirte como dentro de un gran videojuego.

Una sobresaliente interpretación de Oscar Isaac.

Y una sublime banda sonora, con alternativos sonidos como los de Bjork, entre otros.