Asteroid City

Aunque sigue siendo uno de mis directores favoritos, ya solo sea por la forma que tiene de contar las cosas y que muchas de las historias son sumamente originales, me da la impresión de que el bueno de Anderson se está haciendo mayor, exponenciando sus manías y dejes algo que, en este caso no me parece bueno.

Anderson es único. Es un director que ha logrado un cierto estatus dentro de esta industria que implica que trabajar con él es sinónimo de calidad por lo que es el único del mundo capaz de conseguir en pantalla los mejores elencos cinematográficos del cine. Cada año, con su nueva película, vemos desfilar a muchos de los mejores intérpretes del planeta para papeles, a veces, insignificantes. También es un gran narrador de historias, sumamente original, del que uno puede esperarse cualquier cosa. Además, es dueño y señor de un estilo muy característico y difícilmente imitable, con sus planos, su combinación de colores y todas sus manías. Si te gusta, le adoras desde la primera película.

Tras el fiasco que me supuso ‘La crónica francesa’ y tras ver ‘Asteroid city’ puedo confirmar que hay algo que está cambiando en el seno del director, como si existiera un Doctor Jeckyll y un Mr. Hyde del que puede que solo sobreviva uno. Uno está interesado en desarrollar más su lado estético característico y, el otro, historias originales. Ambos pueden y deben convivir, pero en ‘Asteroid City’, la bicefalia le sale cara.

Así, aunque ‘Asteroid City’ supone un soplo con respecto a su anterior propuesta, deja clara la impresión de que Anderson quiere ir más allá en su concepto de cine y puede perder encanto. La jugada aquí le sale bien más que nada porque la historia principal, la del pueblo, los habitantes y el avistamiento alienígena suena al Anderson más puro y divertido, el del Hotel Budapest o la isla de perros. Tiene el sabor de las propuestas que le dieron a conocer y conectará con su legión de fans.

Pero, como os decía, conviven también dos historias que no se llevan del todo bien. Si todo lo que acontece al pueblo es bienvenido, cuando la historia torna a blanco y negro no le sale tan bien. Jugar a ser una obra dentro de una historia no le sale tan redondo y se pierde mucho interés. De hecho, se podrían haber hecho dos películas completamente distintas. Esta segunda parte suena al Anderson más actual, más despreocupado por el fondo, más aburrido y mucho menos interesante.

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Insoportable y pedantesca!

Wes Anderson hizo poner de cabeza la sentencia que sostiene que sí creas fama puedes acostarte a dormir. Un director famoso y controvertido cuya estética es surrealista y cínica a la vez.

Sólo que ya se nota barroca y hasta desganada. Es como si su director hubiese dicho: soy tan genial que lo que diga y cómo lo diga me da igual lo que piensen los demás.

Sólo que ésta osadía le puede espantar muchas querencias como es ahora en mi caso.

No diré mucho ya que otras opiniones se explayan muy bien sobre diferentes aspectos de este film. A mi me aburrió soberanamente, tanto que llegué a verla de a 15 minutos porque me resultaba insoportable. No llega a ser una comedia ni un drama ni nada, la trama se bifurcan en pequeñas historias que no aportan nada. Parece un guión escrito por loco. Hay que reconocer la fabulosa iluminación y la puesta en escena eso si. Dá lástima ver a actores consagrados recitando diálogos absurdos. Que pena tanto talento despercidiado.

La singularidad del estilo de Wes Anderson, caracterizado por su estética visualmente impactante y sus tramas peculiares, puede resultar fascinante para algunos, pero alienante para otros. Su habilidad para mantenerse fiel a su visión artística, alejándose del estilo comercial predominante, es admirable, aunque puede generar opiniones encontradas. "Asteroid City" ejemplifica esta impronta distintiva, ofreciendo una experiencia visualmente deslumbrante y una trama enrevesada que desafía las expectativas convencionales. Si bien algunos espectadores pueden encontrar esta propuesta desconcertante, para quienes aprecian la excentricidad de Anderson, sumergirse en su mundo de extravagancias sigue siendo una experiencia que vale la pena.

No entraré en detalles ni en la razón que me impulso a ver esta película en el cine, solo diré que era esto o aburrirme soberanamente durante 3 horas, mirándolo con perspectiva creo que me hubiera dado un poco igual y me podría haber ahorrado 9 pavos de la entrada.
No le acabo de pillar el punto a Wes Anderson, admito que se me hace un tanto rarito, un poco como el niño o niña repipis que todos teníamos en clase; pero es innegable que el estilo que tiene es muy agradable de ver. El problema viene cuando esto es lo único que podemos apreciar de su obra.
No todas las películas tienen que contar algo para resultar interesantes, algunas de las que más me han gustado no cuentan nada excesivamente relevante y solo se limitan a contarnos la historias de unos personajes que son igual de importantes que tú y que yo; sin embargo está claro que la película quiere contarnos algo y ser más profunda de lo que parece, pero yo sinceramente no acabo de pillarlo y tampoco me interesa.
Los personajes parece que tienen un palo metido en el culo y tienen la misma gracia que una silla, no me interesa ninguno y repito que si tienen algo que contar, tampoco me interesa saberlo.
Si no recuerdo había como escenas en blanco y negro donde aparece un narrador y nos cuenta la historia del protagonista o algo así (perdonad porque la vi hace un año), bien, pues estas secuencias no tienen ni el más mínimo sentido y además son soporíferas, no acabo de entender el porqué de meter algo así en una película que va de lo que va.
Prefiero no seguir destripándola porque creo que ha quedado claro que es aburridilla e insulsa; vamos a quedarnos mejor con que estéticamente es muy bonita de ver y siempre voy a preferir un producto así más atípico antes que la vigésima entrega la franquicia de acción del momento, si es que tengo que elegir.