¡No renuncio!

Lo que puedo decir es que no esperaba nada y me encontré con una pelicula amable y divertida. El tipo protagonista me recuerda a Adriano Celentano y la historia que cuenta es una parodia de los funcionarios que puede estrapolarse a cualquier país del mediterraneo, España incluida.

Puedes pasar un buen rato viendola, pero seguro que despues no te has quedado, como yo con ninguno de los momentos que te han hecho sonreir.

Humor simple, tosco, algo soez o chabacano que cumple su misión de sacar una sonrisa en muchos momentos de la película por lo que resulta graciosa y cumplidora, a pesar de su estilo poco fino. Aunque en todas partes cuecen habas, especialmente los espectadores españoles de cierta edad reconocerán muchos momentos de la película que recomiendo vivamente sea vista en V.O.S. pues la entonación original aporta sentido a la imagen perdiendo mucho en versión doblada. Los actores funcionan todos muy bien en esta comedia de disparates y tópicos sin más aspiraciones que pasar un rato alejado de sesudas consideraciones.

Divertidísima parodia del estilo de vida italiano, tocando todos los tópicos habidos y por haber, pero muy bien llevados en un ritmo ágil y perfectamente interpretado por sus protagonistas principales. No deja pie con bolo al pensamiento de los italianos en cuanto a corrupción, los funcionarios (Oh! ese trabajo fijo para siempre), las "mamas" que cuidan de sus hijos cuarentones, las novias eternas sin ánimo de casarse, los gestos, modos y maneras... Y les da duro también a los noruegos con su vida aburrida y monótona, con una exasperante educación, buenos modales en todo momento, y con unas libertades sexuales ajenas al mundo italo conservador.
Los actores están excelentes en sus papeles (la jefa de los funcionarios lo borda). En resumidas cuentas, una comedia sencilla, blanca y para todos, regodeándose de los tópicos típicos (como también lo hizo en su momento Ocho apellidos vascos y gustó mucho...)

Reconozco que tenía unas ganas enormes de ver esta película ya que en los trailes se veían escenas realmente divertidas, y al leer la sinopsis también reflejaba lo mismo.
Con esta comedia se nos presenta la imagen del funcionario italiano pero desde un punto cómico extremo. Se nos presenta a un trabajador con un puesto fijo, muchos beneficios y que trabaja más bien poco. Pero ante un cambio político sin precedentes, muchos funcionarios son despedidos e indemnizados. Uno de ellos se niega a rechazar su puesto, y es enviado a los sitios más inverosímiles para que acepte la renuncia.
Como decía la película tiene muchos aspectos para que sea divertida, y la verdad es que al principio lo es. Uno observa escenas llevadas a un extremo casi patético, que hacen que uno no pueda evitar divertirse. Como un chiste surrealista en el que uno no puede dejar de reírse porque todo se saca de contexto pero tiene cierta coherencia; a este film al principio le ocurre exactamente lo mismo.
El problema, es que a la media hora todo se enfoca de otra forma y uno se encuentra ante una trama que se pierde en intenciones ya que no tiene un objetivo claro. No sé muy bien cual es el motivo, pero toda esa comicidad se pierde en unas escenas insulsas que no son ni la sombra de lo que se ha visto anteriormente, provocando que uno desconecte de lo que ocurre.
La verdad es que es una pena, ya que el guión funciona muy bien al principio, pero luego hace que uno se plantee el motivo de porque está viendo la película.
Con respecto a las actuaciones tengo que reconocer que solo convence Checco Zalone. Él es un cómico muy conocido en Italia, y aquí realiza un trabajo bueno dando vida a este personaje surrealista, con el que es inevitable no quedarse hipnotizado.
El resto de actuaciones tengo que reconocer que no me han convencido ninguna. Todas las interpretaciones me han parecido bastante sobreactuadas, sin que lleguen a conectar.
En fin, "Un italiano en Noruega" es una comedia que funciona muy bien al principio, pero que luego pierde el control y se centra en una dirección que no lleva a buen puerto. Resulta curiosa para verla alguna vez y poder disfrutar con algunas escenas realmente divertidas, y la actuación de Checco Zalone. Pero vista una vez, la verdad es que no merece la pena verla más.

Vulgar película de humor fácil enfocado a mentes bajitas y superficiales.
No tiene clase ni estilo, se dedica a caricaturizar estereotipos sobre los italianos y los paises nórdicos, tan manidos ya que la gracia hay que buscársela en algunos gags puntuales.
Comercialmente se ve que ha funcionado pero cinematográficamente es un bodrio, lo que da que pensar en el nivel intelectual promedio, muy bajo, como sucede aquí con Torrente.