Dame 10 razones

Dame 10 razones es una de esas películas de buen corazón que te hacen pasar un rato agradable sin mucho esfuerzo gracias a su genial dúo protagonista y su búsqueda de respuestas para dar un giro a sus vidas.

Se hace corta, tal vez un poco vacía de contenido, pero se deja ver con gusto y resulta de principio a fin muy agradable.

Desde mi punto de vista la película tiene poco que aportar una historia algo insulsa que podría haber dado más de sí, ayuda a pasar el rato y lo único realmente destacable es que Morgan Freeman está estelar en el papel, natural, creíble y no da la sensación de que actúa.

La historia carecería de interés si no fuera por el duelo interpretativo de Paz Vega y Morgan Freeman. Sólo así se toleran las elucubraciones filosóficas, que parecen sacadas de un manual de auto ayuda (en particular del psicólogo Jorge Bucay), dentro de una trama en la que no pasa nada. Salvo las situaciones cotidianas en una zona de lo más cutre de Los Angeles, alejada del esplendor de Holliwood, donde el protagonista se encuentra desplazado. No hay claros fracasados ni triunfadores. La acción no existe como tal. Sólo unos momentos y unas vivencias concretas de dos personas muy diversas, que se cruzan accidentalmente y con toda probabilidad nunca volverán a encontrarse.

Curiosa muestra de cine independiente cuya inexplicable traducción del título al español rompe con su propia idiosincrasia.
Morgan Freeman parece pasárselo pipa al pasearse por la vida real en una película en la que no actúa (supuestamente), pues se interpreta a sí mismo investigando para protagonizar una película sobre un gerente de centro comercial. Su chofer le deja tirado en un supermercado y allí conoce a Scarlet (Paz Vega, cuya pronunciación en la versión original deja mucho que desear), una cajera amargada con su vida pero sin fuerzas para modificarla. Ambos forjarán en pocas horas una amistad sana que les enriquecerá sobremanera.
Diálogos frescos, buenas interpretaciones y buen humor rezuman en un film en el que apenas ocurre nada importante.