American Pie: La boda

La trilogía en sí es mala, pero esta parte resulta ser la más divertida y mejor de las tres. Quizás cansan ya tantas bromas por parte de la misma gente durante estas tres entregas, por lo que puedo preveer, quizás no con mucho acierto, que ya no presentarán ninguna parte más. Como las anteriores, simplemente, para pasar un buen rato.

Resulta altamente señalabe el buen gusto y la variedad mostrada en la banda sonora, la cual puede formar parte de los recopilatorios a tener en la sección de "cheer up".
Sin embargo, la historia resulta demasiado previsible y sin nada que aportar; ni en los diálogos ni en los escasos "gags" de humor.
La puntuación resulta realzada exclusivamente por la banda sonora.

Es el alargamiento de un producto que resulta rentable pero que a medida que avanza va perdiendo calidad. Las secuencias son totalmente previsibles después de haber visto las dos anteriores. Además falta Tara Reid que las hacía más entretenidas visualmente hablando.

La crítica reflejada aquí en filmaffinity tiene toda la razón. "Sólo soportable para amantes de la serie", al autor de esta crítica le diría que no hace falta ser un lumbreras para saberlo, lógicamente a todo aquel que no le haya gustado el resto de películas de "American Pie" no le iba a gustar ésta. Por tercera vez nos encontramos todos los elementos de las dos anteriores, mucho gamberrismo, mucho humor hilarante y zafio y personajes ya conocidos haciendo de las suyas. Me da algo de lástima que algunos personajes de las dos anteriores estén ausentes en esta entrega, aunque bueno con los que arranca el film hay de sobra para volvérnoslo a hacer pasar como los indios con otra buena dosis de carcajadas. Como siempre destaco a Seann William Scott haciendo de Stiffler, aquí prácticamente es el protagonista ya que tiene mayor número de apariciones y más peso en la acción. Todos en general vuelven a estar más que correctos en sus respectivas funciones, vuelven a vivir situaciones divertidísimas y nos vuelven a regalar esa pequeñísima muestra de crítica y reflexión aplicable a cualquiera de nuestras vidas, ahora un pelín más adulta que de costumbre (no olvidemos que hay compromiso y matrimonio de por medio, ya no es el instituto). En resumidas cuentas tiene todo lo bueno de las anteriores, a mí me gustan todas prácticamente por igual porque con todas me he entretenido, me he reido muchísimo y en definitiva me lo he pasado genial, que es de lo que se trataba. Lamentablemente hasta que en 2012 nos volvieron a traer otra secuela directa que trajo al reparto original, algunos tuvimos que tragarnos algunas infames mierdas en DVD, secuelas bastardas que quisieron explotar el nombre de "American Pie" que sí que eran abominables y estúpidas, que encima no tenían ni pizca de gracia ni un atisbo de la picardía desternillante de esta trilogía original.

No se puede entender el éxito de la saga sin el estupendo personaje interpretado por Sean William Scott llamado Stifler. Es una auténtica bomba que no deja de lanzar ordinarieces y de querer acostarse con cualquier hembra mínimamente guapa Esto es como todo, si me cayera mal apagaría el TV, pero como me parto el culo con él pues me parece gracioso. He visto sólo las tres primeras entregas de esta saga heredera en los noventa del estilo "Porky´s" (1981) y no creo que vea ninguna más, salvo la realizada con los personajes originales este mismo año 2012. Jason Biggs es el puro imbecil al que sólo le suceden desgracias y aunque los sentimientos del personaje deben de sentirse heridos (supongo) los demás nos divertimos viendo como le cazan sobando a un perro, al menos, en apariencia ó metiendo el pingajo en el interior de una tarta de manzana. La historia como se supone se centra en la boda entre Jim (Jason Biggs) y Michelle (Alyson Hannigan) y las peripecias de estos eternamentes adolescentes con demasiadas ganas de joder y la cabeza llena de neuronas sin uso.

Aqui falta el personaje de Oz (Chris Klein), pero hacen su aparición otros como la sempiterna madre de Stifler (Jennifer Coolidge) . Te vas a reir si te gustan la sarta de ordinarieces que suelta Scott en su papel de Stifler Maister y puede que hasta te exite alguna escena como la de las dos chicas de compañía que el maestro de la juerga lleva por sorpresa a la casa de Jim. Por otro lado esto no es más que una revisión más del primer "American Pie" y como siempre el personaje más anodino y que menos interesa es Kevin (Thomas Ian Nicholas).