Noé

He leído muchas críticas, extensas, explicativas, narrativas, analíticas, contestatarias, históricas, bíblicas etc, etc,etc., yo voy a ser breve: ¿ una película debe ser analizada por su correlatividad exacta con el libro? o ¿por su libre adaptación?. Yo la voy a juzgar humildemente como si nada supiera del Antiguo Testamento, como si nada supiera de Noé y su Arca de la Alianza, y del derrotero del pueblo judio antes de la venida de Jesús...¿ésto está bien o está mal?¿ qué es lo correcto y lo incorrecto a la hora de tomar una postura o de juzgar? ¿Qué ocurre si yo me pregunto qué me quiere decir el film?¿ Cuál es su mensaje?¿ Y su fotografía y puesta en escena?¿ Y sus actuaciones?¿ Porqué tengo que analizarla si se corresponde o no con la historicidad, con el libro en el que está basada o en en lo que sea ?.
¿De que se trata? Si nada supiera de nada diría que nos relata de un tiempo en que la humanidad renace tras un diluvio que pretende acabar con la razón y la raiz de todos los males: el libre albedrío del hombre, de los mandatos divinos de un Dios cruel y despiadado hecho a la imagen del hombre, de la posibilidad de poder elegir, del odio y del amor, de los mensajes transmitidos de generación en generación, del cumplimiento con el mandato divino, de la desobediencia, de la familia y sus profundos lazos, de la lucha por la vida y por la muerte, de la crueldad despiada del mal, y de la compasión, me muestra excelentes actuaciones, sobrias y bien hechas, una fotografía impecable y unos efectos impresionantes, una historia bien contada y con buen ritmo, con mensajes claros y aveces confusos, pero finalmente esperanzadores, en pocas palabras, por todo esto le pongo 10.

Sencillamente esta película solo entretiene y poco más.
Esta película no aspira a contar la historia de Noe de la biblia sin mayor esfuerzo, sinceramente los efectos especiales dejan un poco que desear y los diseños de los monstruos tampoco son buenos.
En actuaciones la película se dedica a cumplir y poco más.

La película es tremendamente absurda. A estas alturas resulta incomprensible el empeño en producir filmes basados en el Antiguo Testamento. Pérdida de dinero y de tiempo, sobre todo para los sufridos espectadores. Partiendo de que las Escrituras ya carecen de por sí de rigor, se añade un maniqueismo que roza lo impúdico y unos diálogos que atentan contra la más mínima sensatez, por no mencionar los lamentables efectos especiales, el diseño de vestuario., etc. Todo suma para conseguir el despropósito más absoluto. No pierdan su tiempo.

Cuando se habla de pulsión en el cine, referida a la figura de su director, se infiere un impulso de transmisión de unas emociones a través de un cierto manierismo y un talante concreto. Dicho de otro modo: la gravedad, la postura o la disposición que un creador, en posesión orquestal plena de sus facultades artísticas, realiza a partir de una idea o de un concepto. Asumiendo dicho término, Darren Aronofsky es un autor cuya pulsión, para los conocedores de su obra, siempre ha sido un activo atributo y una jugosa atracción.

Es por ello que, de forma inicial, no hay que dejar de señalar la valentía del realizador ante tan distinguida hazaña en su nueva película: convertirse en un director de registro propio, asumido y distinguible, progresivamente despegado de las vertientes independientes iniciales de su obra para asumir, ya en los últimos años, la dirección de proyectos de grandes envergaduras, de corte eminentemente comercial, sin perder ni un ápice de su particular estilo visual. Cuando el presupuesto se excede, por lo general, el director tiende a perder control sobre la película y tiene que escuchar a demasiada gente. Entra en el terreno de la política y apela a la consecución del “Quién, a quién y para quién”.

Lejos de este estigma demasiado extendido entre las grandes industrias, ver Noé implica asumir que se está contemplando un film de Darren Aronofsky, con todas las ventajas e inconvenientes que ello conlleva. Entre las anotaciones frecuentes de su cine, se pueden comprobar: ambiciosas simbologías, atmósfera sobrecargada hasta la extenuación, tintes de terror psicológico incisivamente subrayado, estética que apunta hacia la observación mítico-mística del ser humano y altas dosis de intriga que mezclan el devenir poético con el siniestro universo de lo irreal. Toda esta amalgama de representación funcionan como un todo que, en ocasiones, puede resultar plúmbeo, denso y artificioso pero también, en cualquier caso, explorador de unas imágenes de asombrosa belleza computerizada y ademán de un tono épico expositivo y muy elocuente.

La ambición que ya cosechara en La fuente de la vida ocho años antes se traduce en una similar declaración de intenciones, servida en esta ocasión para el descarado abrazo del público de multisalas: reconstrucción libre de la génesis bíblica desde un posicionamiento fantástico y ontológico, donde el fuerte anacronismo temporal y circunstancial unido a su tratamiento visual barroco y desmedido componen una función que se percibe como un devenir de fluctuaciones, enrarecimiento perceptivo y complejidad de seguimiento empático. Aronofsky, como se ha señalado anteriormente, continúa haciendo alarde de de unas elocuentes pretensiones que deberían ser un tanto limadas para no caer, de forma tan frecuente, en el ritmo tedioso y la divagación expositiva. Para suplirlos, hace gala más que nunca de unos efectos digitales que en un devenir narrativo resultan acertados pero en el sentir más onírico del relato se antojan de una expresividad experimental difícil de digerir.

Las frecuentes licencias abiertas del director y su guionista Ari Handel trascienden el mero entretenimiento cinematográfico en esta cinta, pues ya han provocado reacciones adversas en ciertos países del Oriente Medio, que se niegan a dar salida a una película que se atreve, con cierto orgullo altivo, a reescribir y reconfigurar ciertos pasajes bíblicos trascendentales para la religión de un puñado de civilizaciones. Quizás sea este el gran precipicio al que se ha abocado Aronosfky: quedarse en tierra de nadie en sus intereses reconstructivos. Por unos momentos, se está más cerca del simple y llano mecanismo de pasarela del star-system hollywoodiense. Por otros más lúcidos, de una gran epopeya con exceso de equipaje e incontinencia digital. Emocionante y aparatosa, a partes iguales. Como podría definirse, en el sentido más tangible y menos optimista, la filmografía de un realizador que no ha dejado indiferente a nadie con ninguna de sus obras.

Crítica para www.magazinema.es
@WeisGuerrero @MagaZinema_

El peor argumento que podian darle a esta pelicula basada "supuestamente" en la Biblia, porque no tiene ni un 30% de la veracidad de la biblia y es mas, confunde al espectador dejando hasta en mal lugar a Dios y a Noé como buen siervo suyo que fué en la realidad, UN DESASTRE TOTAL, sobre todo para una persona creyente "como yo" conociendo de verdad la palabra de Dios y una lastima total. DESPERDICIO, ATROCIDAD DE ARGUMENTO!!!! Por favor no aconsejo bajo ningun concepto que vayan a perder el tiempo en ver esta lamentable historia distorsionada de la verdad. :(