Borg vs. McEnroe

Interesante película que cuenta parte de la rivalidad entre dos de los mejores tenistas de la historia, el sueco Björn Borg (Sverrir Gudnason) y el norteamericano John McEnroe (Shia LaBeouf). A propósito, de que este año se haya jugado un campeonato de la ATP (La Laver Cup) de Europa Vs El Mundo, donde Borg y McEnroe son los líderes de cada equipo, con varios de los actuales mejores tenistas del mundo en sus respectivos equipos. Además de la rivalidad, y parte de sus vidas en forma de flashback, que nos recuerda los mitos de sus personalidades, el hombre de hielo contra el hombre de fuego/ cero emociones contra muchas emociones, en fin ya es leyenda. La película recrea principalmente el emblemático partido que tuvieron en Wimbledon en 1980, donde Borg buscaba su 5to título consecutivo, y el aún más joven McEnroe buscaba destronarlo. El partido es considerado el mejor de la historia del tenis, incluyendo a los de los últimos años recientes. La película me gustó, porque ahonda dentro de la psicología de los personajes, y pone de manifiesto una realidad en el tenis, un deporte muy físico, pero muy mental. Nos muestra la fragilidad de los tenistas, las presiones de los más grandes y de todos, y logra transmitir la angustia que siente el espectador en estos partidos. Yo, que he sufrido un montón de veces viendo estos partidos puedo dar fe. Y también muestra lo bello del tenis, cuando el público sufre, y cuando se siente que dentro de la cancha está ocurriendo algo especial, los dos jugadores lo saben, porque se olvidan de sus poses y simplemente empiezan a jugar con el corazón y entregarse a cada pelotazo. Ahí llega la genialidad, y el público sólo puede deleitarse cuando eso ocurre y disfrutar presenciar la historia. Lo hemos podido ver en los últimos años con Nadal/Federer/Djokovic, otra etapa dorada, y somos muy afortunados de vivirla. No pude ver en vivo el partido de Borg/McEnroe porque no había nacido, pero lo he visto por tv en repeticiones, y sin duda fue especial. Quizás el único reproche a la película, es la limitación en mostrar jugadas del partido real, entiendo que es difícil para los actores, pero quizás se pudiese haber utilizado imágenes de archivo. Pero en general es una buena adaptación para amantes y no amantes del tenis. Los actores están muy bien. Y está bien cuando se rememora un momento especial y significativo, y no se intenta abarcar de forma pretenciosa vidas completas. Me agradó y me emocioné incluso al final.

Frases y diálogos de la película:
http://frasesdecineparaelrecuerdo.blogspot.com.co/2017/12/frases-pelicula-borg-mcenroe-janus-metz.html

Janus Metz Pedersen, director sueco, regala a los fans del tenis una rivalidad de altura. Y es que Björn Borg (Sverrir Gudnason) ganó 5 Winbledon seguidos y era el rey del tenis por aquella época. Pero, como siempre pasa, apareció una figura que se alejaba de la elegancia y el saber estar del sueco. Y no era otro que John McEnroe, un torbellino de emociones que logró poner contra las cuerdas a Borg para, al año siguiente de los hechos que se narran en la película, desbancarlo de lo más alto del número 1 del tenis mundial.

Pero en BORG MCENROE no solo se nos narra el quinto Winbledon seguido de Björn Borg y su rivalidad con McEnroe, sino también las entrañas de los jugadores. Un rey como Borg, atenazado por el fracaso de no seguir ganando, exigente, maniático hasta la saciedad y con un volcán interno a punto de reventar. Por otro lado, el siempre luchador McEnroe, jugador de raza, que no se callaba ni debajo del agua y con fama de protestón como casi ninguno hasta la actualidad. Un par de personajes interpretados con solvencia por Sverrir Gudnason y un Shia LaBeouf conocedor del caramelo que es interpretar al gran McEnroe.

En definitiva, BORG MCENROE no es solo una película deportiva, así que la pueden disfrutar todos los públicos. Es un drama psicológico en el que asistimos a la forma de llevar el éxito de dos jugadores, de todos sus fantasmas y de una rivalidad que más tarde se tornó en profunda amistad. Algún día harán lo mismo sobre Nadal y Federer. Buena película sobre el género deportivo que tanto escasea últimamente. Echadle un vistazo y no os la perdáis.

Pues no hace falta ser un gran aficionado al tenis para poder disfrutar de esta película. Aunque es evidente que a los buenos seguidores del deporte de la raqueta les encantará volver a vivir la mítica final de Wimbledon de 1980, quizás hasta sea mejor no recordar ni tener idea de cómo se desarrolló el partido, para poder contemplarlo con los ojos del que ve algo nuevo. La verdad es que tanto la final, como la contrapuesta personalidad de los dos contrincantes pedían a gritos una película. Es de aquellos momentos de la Historia que ni el mejor de los guionistas hubiese podido mejorar. Y la recreación que nos regala Janus Metz es sencillamente apoteósica. Exquisita en el detalle, y ajustada en el retrato psicológico de sus personajes principales. Un Borg del que vemos su evolución, de niño rebelde a joven de aspecto atormentado, frío en la pista, pero con un volcán interno siempre amenazando de entrar en erupción. Y un McEnroe que Shia LaBeouf hace suyo sin aparente esfuerzo, seguramente ayudado por un carácter explosivo que ambos comparten.

También es cierto que ya hemos visto rivalidades parecidas en pantalla, sean reales o ficticias, pero casi siempre en otro tipo de deportes más cinematográficos por decirlo de alguna manera. Pero nunca el tenis había estado tan bien reflejado. Nunca la hierba de Wimbledon o el golpe de la pelota contra las raquetas nos habían parecido tan cercanos.Nunca unos planos nos habían hecho ver el tenis tan bello. Así pues, alternando flashbacks y el presente, la película va dejando que sea la propia Historia la que vaya marcando su ritmo, desembocando finalmente en un clímax que desborda las emociones contenidas. Sin excesivos alardes ni exageraciones postizas, simplemente valiéndose de un exhaustivo ejercicio de recreación cinematográfica, Metz consigue un fresco histórico de indudable valor, a la vez que nos regala una de las mejores películas del año.

Lo mejor: la épica del episodio histórico, perfectamente reflejada en la ficción.

Lo peor: pensar que solo va dirigida a los aficionados al tenis.

Interesante biografía centrada mas en Borg que en McEnroe, sus personalidades antagónicas (la frialdad metódica del sueco vs El temperamento del yankee), sus inicios en el tenis y su enfrentamiento en la final de Wimbledon 1980. Un relato sencillo que deja en claro que no existía rivalidad entre ambos, sino por el contrario, respeto y cordialidad pese a sus estilos contrapuestos.
Gran ambientación y vestuario de la época y excelentes personificaciones. La recomiendo.

Personalmente ésta película me ha encantado por diferentes razones, entre ellas porque pasé una temporada viviendo en Suecia y conozco perfectamente la vida del sueco Borg, ya que también soy un gran apasionado de éste deporte. En Suecia se para el país cuando se juega al tenis, donde han tenido grandes jugadores a lo largo de la historia. Recuerdo que entre mis recuerdos contaba con una raqueta de los años 70 de Borg, ¿dónde andará?

Filmar una historia sobre tenis es muy complicada, si nos limitamos al tema de la filmación, donde los primeros planos, son fáciles, pero cuando hay que abrirlos, ya la cosa se complica y mucho si los actores no dan la talla. Janus Metz me ha demostrado que de tonto no tiene un pelo. Ha hecho un grandísimo trabajo y sobretodo muy documentado. Ha sabido coger a los jugadores más diferentes que existían en ese momento en el panorama tenístico. Por un lado Björg Borg, el hombre de hielo, de ahí sus grandes éxitos. El tenis es un deporte de momentos anímicos y donde irte del partido mentalmente está a la orden del día. Y Borg representaba precisamente eso. Y me ha gustado esa parte que hablaba de su infancia y su llegada al éxito. Lo que he visto un poco exagerado es esa presión tan extrema que relata en ese momento. Ya lo había ganado casi todo y siendo muy joven, no era para estar en dicha situación, pero bueno, aceptamos pulpo. Y en el otro bando, un jugador que marcaría una buena época en el tenis mundial, pero que sería más recordado por su temperamento. John McEnroe, puro nervio, pura ira.

El norte contra el sur, el blanco contra el negro, la coca cola contra pepsi. Vamos, el encuentro perfecto. Escogió bien hasta el torneo y el año. Las escenas de pista son buenas no, lo siguiente, una calidad muy precisa que te hace creer que estuviste presente en la cancha. Sverrir Gudnason es el personaje perfecto para encarnar a Borg. Físicamente es increíble su parecido y ya con la caracterización...nos encontramos al verdadero tenista. Por otra parte yo era uno de los que creía que Shia LaBeouf no iba a dar la talla, lo veía muy moñas para interpretar ese papel con el odio necesario, me equivoqué. En lo único que no me ha convencido es en el parecido físico. Lo demás lo ha clavado.

Grandísima película sobre una historia real del tenis más grande del momento. Final Wimbledon 1980.