Sueño de amor eterno

Amor mas allá de la muerte. Es tan extremo su romanticismo que entra de lleno en el surrealismo. Rara avis en el cine de su tiempo y también extraña película en la filmografia de su director.

Romántico aventura para que G. Cooper llene la pantalla con su presencia seductora.
Pero también para algo más.
La historia no presenta dobles tintas y enseguida anuncia un desarrollo más previsible de lo conveniente. Sin embargo, J. Hathaway le saca partido gracias a una exquisita labor de composición y de dirección.
La narración resulta algo descompensada e irregular en su ritmo pero genera fuerte impacto plástico y emocional incluso en los momentos de menor notoriedad.
A medida que entra en materia, los giros argumentales se vuelven más interesantes y el director mantiene siempre un alto nivel cinematográfico por lo que la película gana enteros y completa su periplo con auténtica brillantez.

Preciosa película, de un director magnífico. No comprendo muy bien por qué no es reconocido como uno de los grandes, como un autentico maestro. Siempre relegado a una segunda fila, como alguien menor, de segundo orden, de segunda fila. Pero en fin, doctores tiene la Iglesia. Pero a mi, que no soy doctor por la Iglesia y que soy sólo un aficionado al cine me parece que es un director absolutamente magnífico, maravilloso, estupendo.
Y esta película es una buena muestra de ello, maestría en el guión, soberbia fotografía, unos actores pletóricos (una Ann Harding que para mi es desconocida, pero un Gary Cooper impresionante) y un resultado final redondo.
Sueños oníricos de amor, creer que se puede amar después de morir, el gozo del recuerdo. Impresionante.

Como bien reza su traducción al castellano el amor es un sentimiento fútil, pero a la vez eterno, que engrandece al género humano, diferenciándolo de la mayoría de los seres vivos.
Dos chiquillos inseparables se reencuentran años después de una traumática despedida. Ya convertidos en personajes de renombre: el un afamado arquitecto londinense (Cooper) y ella una joven duquesa (Harding) convirtiéndo con ello un sentimiento que ellos camuflaban en nostalgia e inocencia en amor, sin embargo la vida es un continuo devenir de sucesos: unos buenos y otros malos y el amor muchas veces no es capaz de hacerles frente.