La mugre y la furia

En 1980 Julien Temple elaboró por encargo del manager de la disoluta banda de punk-rock Sex Pistols, una caricaturesco documental titulado “The Great Rock n´Roll Swindle” en que se desgranaban los mecanismos para crear un grupo musical fusionado con la moda y el descontento de la juventud en paro del momento y así de paso forrarse hasta la caída libre. Los miembros nunca le perdonaron al mánager McLaren (hombre de negocios y compositor, autor de la canción “About Her” escuchada en “Kill Bill Vol. 2” de Quentin Tarantino) de haberse otorgado el mérito de maestro de ceremonias de un invento de los cuales ellos fueran víctimas. Johnny Rotten y los suyos pretendían acabar con el Sistema pero el éxito les les llevó a la fama, por lo cual, llegaron a depender de él.

Sin embargo, veinte años después fue Julien Temple quien decidió saldar la cuenta pendiente que tenía con unos cuarentones polluelos multimillonarios, después de un par de décadas de silencio que empezaron con la “New Wave” y se ahogaban con el “Grunge”. Temple, en ese período ya había realizado el interesante musical “Principiantes” (Absolute Beginners, 1985) con David Bowie y Patsy Kensit y la olvidable aventura americana “Las Chicas de la Tierra son Fáciles” (Earth Girls are Easy, 1988) interpretada por una pipiola Geena Davis y un extraterrestre Jeff Goldblum. Temple se ha movido mucho mejor por el documental musical confirmando su madurez en el terreno y se refleja claramente en “Joe Strummer; Vida y Muerte de un Cantante” (2007), sobre la vida del líder de The Clash.

En “La Mugre y la Furia” reúne a los Pistols supervivientes (Johnny Rotten, Steve Jones, Paul Cook y Glenn Matlock) pero sin McLaren y mucho menos sin Sid Vicious. A su mediana edad se sinceran de corazón y hablan de los motivos que les indujeron a componer su música, vestirse con harapos colgados con agujas imperdibles, pintarse el cabello puntiagudo y lanzar insultos y escupitajos al público entre estribillos. No olvidan en sentirse orgullosos de su cometido, ni de sus orígenes obreros en el distrito londinense de Shepperd´s Bush (acosado principalmente por la cleptomanía del guitarra Steve Jones) o la terrible infancia de Rotten, que por culpa de una meningitis no llega a salir con vida.

Entre imágenes relacionadas con los acontecimientos políticos de la época (paro por las nubes, fin del laborismo, llegada del Tatcherismo e imágenes de archivo de los conciertos de la banda así como entrevistas a Sid Vicious o a su novia Nancy Spungen), “La Mugre y la Furia” es un repaso sincero a toda un generación que vivió brevmeente una de las etapas más convulsas y feroces de la Historia del Rock.

Cuando me tima una puta punki a la que intento comprarle mandanga en una noche de farra en un antro de mala muerte y me vende mierda inocua. Pero la culpa es mía por fiarme de la primera perro-flauta-punki que veo en el local (ingenuo de mi) y por frecuentar esos sitios (doblemente culpable).

Y es que mis experiencias con los punkis son todas negativas, mi experiencia con ellos es de que son unos aprovechados que se dedican a pedir de todo cuando te los cruzas en locales, festivales o en la calle; Que si me das un cigarro, que si me das una calada del porro, un trago de cerveza o un bocadillo de chóped con aceitunas, da igual, parece que van a todos los sitios con lo puesto y lo que necesitan lo van gonorreando como si el mundo fuese una inmensa comuna hippy.

El único punto positivo que les encuentro es que organizan raves realmente cojonudas (aunque tengas que estar alerta de que no metan las narices en tu droga).

El movimiento punk llegó y atemorizó a las mentes bienpensantes y fué asimilado rápidamente por la industria convirtiéndolo en un circo de clones con cresta y cazadoras de cuero.

Extrapoint para la película inconclusa que rodaron los Sex Pistols donde aparece Sting intentando llevarse al huerto al batería del grupo.

Julian Temple es director de cine y documentales, he visto algunas cosas suyas curiosas o interesantes, por eso tenia muchas ganas de ver este documental.


¿Resultado?: una decepción como un castillo, es una peste pretenciosa y "artística" (en el mal sentido de la palabra), con imágenes de archivo de la BBC , de pelis de Shakespeare, de cómicos británicos, que crea un batiburrillo infecto.

A ver Julian, bonito, no habíamos quedado en que el punk era la respuesta "artística" de regresar a lo simple, de mearse en lo pretencioso, en cagarse en el academicismo, de no ser hippie. Pues te salió una mierda que podían haberla hecho entre Yoko Ono y Godard en su época Maoista.


Solo se salvan algunas escenas de los primeros conciertos, donde aparece Sid Vicious cuando solo era un fanboy del grupo, y el resto de adlateres que luego formarían grupos (Adam Ant, Siouxie, Billy Idol, Shane MacGowan de los Pogues,...). La famosa entrevista con Bill Grundy, donde le llaman viejo verde y cosas por el estilo. La llegada de Sid al grupo. La relación con McClaren y Westwood...

Es decir que lo único que se salva del documental son los hechos a documentar, y para eso no hacia falta tanto montaje "cool".

Eso si, en cuanto ponen "Anarchy in the UK" (sea donde sea), cualquier situación mejora.Y es que es un temazo.

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Se imaginan que de repente una canción que se cachondea del rey y de la política abiertamente, se convierta en un número uno en ventas? Pues eso sucedió en Inglaterra, con la aparición de los Sex Pistols y el movimiento Punk hará unos casi cuarenta años atrás. La mugre y la furia es un apasionante (a ratos) documental que nos ofrece un poco la información global sobre lo que pasó para que surgiera un movimiento que fue más allá de la propia música, los ingredientes de cultivo que se necesitaban para que saliera algo así (que por cierto, no dista mucho de la situación actual, la voz en off abre el documental diciendo: - Había un gran indice de paro, la gente no tenía trabajo, disturbios sociales y cada dos por tres habían manifestaciones-) también como no habla del grupo causante de todo, desde su formación con la plantilla original hasta la inclusión de Sid Vicious y la desaparición. El documental acierta en desengranar los pequeños detalles del grupo que acabaron configurando su personalidad, así como saber capaz de habar sin tapujos de los detalles menos honrosos de la banda, como los coqueteos con las drogas, la caída en picado de Sid o el trabajo del mánager McLaren detrás del grupo (banda por decir algo, porque realmente que fueron?, unos performers modernos? una estafa? un icono? A lo mejor un poco de todo junto..).
El documental utiliza la voz en off de testimonios indispensables, como el propio John Lyndon o el guitarrista (aunque nunca se ve su imagen actual) más la mezcla evidentemente de imágenes de archivo del grupo y también de aquellos años 70 e incluso de animación.

Solo se puede decir una cosa de este grandioso documental, relata la carrera (sin tapujos) del mejor grupo (del mejor género) musical de la historia, estilo de vida, carácter, drogas, mujeres, revolución social y una arrogancia desmesurada (atención especial al concierto en EEUU) que los convirtieron en un fenómeno de masas si os quedáis con ganas de más haceros con Sid y Nancy.

VIVAN LOS SEX PISTOLS!!!

Suerte.