Trolls 2: World Tour

Trolls 2 World Tour es una película que deberían ver absolutamente todas las personas, especialmente los niños, y más en tiempos como los que corren actualmente.

El rock busca imponerse por encima de los demás géneros musicales, ya que creen que todos deberían pensar como ellos. Es por lo que buscan controlar al resto de los géneros y convertirlos todos en rock. Como se puede observar, es una analogía perfecta con temas tan controvertidos como puede ser la política u otras cuestiones.

Anna Kendrick (Poppy) y Justin Timberlake (Branch) son los protagonistas de esta película y ambos están fantásticos. Me considero seguidor absoluto de Anna Kendrick y es que casi siempre hace un gran papel, incluso en películas más pequeñas. Además de estos dos actores podemos encontrarnos a diversas celebrities como son Rachel Bloom, Kelly Clarkson, Jamie Dornan, Ozzy Osbourne, Anthony Ramos, Anderson .Paak, George Clinton y muchísimos mas en una película que abarca absolutamente todos los géneros musicales, aunque sea por un segundo. No dejan nada atrás, desde el yodel hasta el emo, pasando por el hip-hop y acabando en el rock sinfónico.

Es por esto que cualquier aficionado a la música, cualquier persona que quiera pasar un buen rato y al mismo tiempo enseñar a los pequeños y recordarnos a nosotros mismos que debemos aceptar todas las opiniones y todos los gustos, por muy diferentes que sean de los nuestros propios, debería ver esta película y recomendarla en estos tiempos.

Perezosa continuación de las aventuras de los marchosos troles que se limita a ser una mera excusa para que sus protagonistas versionen viejos éxitos de la música pop rock acompañado del manido mensaje buenista sobre la necesidad de llevarnos todos bien a pesar de nuestras diferencias. Pobre guion y escasa imaginación para una secuela tan decepcionante como innecesaria.

Después de la agradabilísima sorpresa que supuso la primera entrega de los Trolls y su despliegue de canciones y de colorido, las expectativas con la segunda parte estaba alta... Hasta que empiezas a verla y lo primero que te encuentras es que el rock es el malo (WTF??) y que la historia es muy convencional y el desarrollo es de lo más previsible. Si a eso añadimos que algunos de los personajes más divertidos de la primera apenas se ven de pasada, estamos ante una muy decepcionante secuela que ya no sorprende ni siquiera en el apartado técnico o visual.

Pues eso, con la excusa de un guión sencillo, te permite acompañar a tus hijos a través de diferentes estilos de música.

La idea es buena, porque es cierto que el pop ha copado durante muchos años el panorama de la música, y se ha ido 'merendando' al resto de estilos, hasta hace pocos años.

Por suerte las nuevas generaciones no 'reggetoneras', ahora que el pop esta ya muy 'quemado', se interesan otra vez por estilos como el jazz o el rock. A mi me sirve para ir introduciendo a mi hijo en la historia de la música, incluida la clásica.

Ni caso a los votos negativos de la mirada adulta. Es para niños.