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Cleopatra

Drama En el año 48 A.C., Cleopatra da la bienvenida a Julio César. La llegada del mandatario romano mejorará su posición, a la vez que la de César. Cuando éste muere, Cleopatra se sentirá atraída por Marco Antonio. Su romance será una fuente inagotable de problemas. (FILMAFFINITY)
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Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
15 de octubre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Cleopatra de Cecil B de Mille es la apoteosis del glamur. Los decorados y el vestuario son absolutamente maravillosos. Claudette Colbert, que tampoco es una mujer excepcionalmente hemosa, se covierte en una de las actrices más sexys de la historia en esta película. Por lo demás, y pese a lo que se suele decir, esta Cleopatra no es un disparate histórico. Por supuesto, no sigue al pie de la letra los sucesos del siglo I a.C., pero la "esencia", el "espíritu" de los hechos me parece bastante adecuado. Y, además, que no es poco para una peli de 1934, esta Cleopatra es sumamente distraída.
Elicio12
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9 de noviembre de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra demostración de DeMille en la construcción de peplums, en este caso repitiendo con Claudette Colbert después de El signo de la cruz. Como en esta, recrea la antigua Roma con un gran despliege técnico, ganando el oscar a la mejor fotografía.

Destaco la escena en la que Cleopatra seduce a Marco Antonio: los siervos ocultan a los amantes mediante dos grandes lonas cruzadas y la cámara va retrocediendo mientras muestra la gran sala en todo su esplendor.

La Colbert se come la pantalla, eclipsando al resto del reparto, que está correcto. La narración transcurre con agilidad, permitiéndose alguna licencia histórica que no empaña un buen entretenimiento.
Wellesford
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28 de septiembre de 2019
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando C. Colbert se convierte en Cleopatra, W. William interpreta a Julio César y H. Wicoxon adopta el papel de Marco Antonio, nadie puede asegurar si nos hallamos ante una reina y unos generales o ante una mujer y unos hombres.
La perspicacia de C.B. DeMille enseguida captó todas las posibilidades de la trama cuando le presentaron el guión y su instinto no le falló.
La película es intensa desde el comienzo, densa, cargada de sentido histórico y dotada de una arrolladora capacidad de fabulación.
Posee una excelente ambientación, una banda musical que acompaña a la perfección el espíritu épico y en su desarrollo siempre se sitúa el acento sobre los detalles que interesa resaltar.
Como un áspid que merodea y cuya presencia se detecta cuando ya es tarde.
ABSENTA
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7 de julio de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
262/09(06/07/21) Sugerente film del megalómano Cecil B. DeMille, dirigido y producido (para la Paramount) hace casi 90 años, un espectáculo propio de su visión Kolossal del Séptimo Arte, donde no tiene tanta importancia el guión comno el modo de contarlo, el encandilar al espectador pro la vía rápida de sus sentidos. Revisión de la historia de Cleopatra VII de Egipto, el guión fue escrito por Waldemar Young (“Amame esta noche”) y Vincent Lawrence (“Gentleman Jim”) y se basó en la adaptación de material histórico de Bartlett Cormack basado en hechos históricos libremente dramatizados.. Tweniendo de escaparate a una sensacional Claudette Colbert como la sensual reina Cleopatra, una actuación esplendorosa (muy por encima de la Liz Taylor del remake de 1963), eclipsando al resto de personajes que se le acercan, ello ayudado por el radiante sexy vestuario que luce, con esa imagen con una peluca de cabello moreno lacio. Hablar de versatilidad y uso del talento, sabiendo modular su expresividad en cada momento, desde el amor, la ilusión, la frustración, o la desilusión (genial en el tramo en que habla con Julio Cesar sabiendo ella que hay alguien [Pothinos] con aviesas intenciones tras una cortina, y como acaba, Homérica), ello con una fisicidad gestual cautivadora y una miradaq con esos grandes ojos que te hipnotizan. La actriz gala venía de hacer de la formidable emperatriz Poppea, esposa de Nerón a las órdenes del propio DeMille en otro péplum como “La señal de la cruz” (1932), lo que le valió ser la opción para la mítica reina del Nilo, y en este 1934 se encontraba en el zenit de su carrera este año 1934, en el que apareció en tres de las películas nominadas al Oscar, "Cleopatra", "Sucedió una noche", por la que ganó el Oscar e "Imitación de la vida", todas de diferentes géneros y en todas brillando la actriz. A su lado intentan hacerse un hueco Warren William como un calculador y pragmático Julio César y Henry Wilcoxon como un pasional e impulsivo Marco Antonio.

Es un film imbuido de la corriente artística en boga entonces como era el Art Decó (que se lo digan al Edificio Chrysler terminado en 1930), con unos fastuosos decorados creados por el gran Hans Dreier (20 veces nominado al Oscar, y ganador de tres estatuillas: “El pirata y la dama”, “Sunset Boulevard” y “Sansón y Dalila”), ampulosos escenarios que denotan falsedad (ejemplo el barco de Cleopatra en la escena de la seducción a Marco Antonio), pero transpiran opulencia desmesurada, se rueda en los platós de Paramount Studios-Hollywood (y en unos pocos exteriores de El Segundo y Muroc en California), donde el movimiento de masas elegante era una marca del legendario productor (emplea a 8.000 extras); ello en miscelánea con el glorioso atuendo creado por el no acreditado Travis Banton (“El Expreso de Shanghái” o “El proceso Paradine”), arrolladoramente erótica en el caso de Cleopatra y su séquito (nada realista de rubias), dejando poco a la imaginación con vestidos idealizando la beldad del cuerpo femenino (marca del director); todo esto filtrado por la oscarizada fotografía en glorioso b/n de Victor Milner (“El desfile del amor” o “La policía montada del Canadá”), enalteciendo cada toma general cual cuadro modernista, ensalzando la figura de la bella Colbert, con primeros planos que la encumbran cual mito, con gráciles movimientos de grúa, proyectando al lujuria de muchas de las secuencias ; Además es reseñable la envolvente música de Rudolph George Kopp (“El expreso de Shanghái” o “La calle del Misterio”).

La historia resulta un melodrama romántico en su intimismo que roza lo cursi, donde el amor surge por combustión espontánea, ósea, por imperativo del guión, a toda prisa. Cleopatra conoce a Julio Cesar en la clásica escena de la alfombra y zas, el amor brota entre ambos, es asesinado Julio Cesar, vemos triste a Cleopatra, y a la siguiente escena ya está seduciendo a su nuevo amor Marco Antonio, todo sucede a toda prisa, sin poder orgánico gradual que haga creíble el amor, esto que hace que el ritmo sea fluido, que nunca se estanquen los sucesos, repercute en una delineación superficial de los personajes, punteados en modo estereotipo sus caracteres. Pero esto seguro no importaba a DeMille, que lo porfiaba todo a su sentido del espectáculo, creando escenas de calado sensorial, donde se mezcla lo apabullante visual con la inherente sexualidad que rezuman muchas de las secuencias, propio del enfoque del productor de la decadencia romana en sus bacanales hedonistas.

La escena que ha quedado probablemente como la simbólica del film es la grandiosa dela seducción de Cleopatra a Marco Antonio en su goleta egipcia, a donde llega iracundo el tótem romano con un par de grandes dogos, allí le espera una hermosa reina tumbada sobre un enorme diván, allí en medio de decenas de siervos paulatinamente Marco queda prendado del magnetismo de Cleopatra, cual mosca se va enredado en las redes de esta ‘sensual araña’, ello con el ofrecimiento de un espectáculo anacrónico, pero sexy con mujeres vestidas de gatas peleando entre ellas, o como sacan ostras del Nilo con una gran red en la que hay varias lindas mujeres ofreciendo el molusco a la pareja, todo un juego de atracción adelantado a su tiempo que milagrosamente se saltó la censura (Código Hays), con el culmen teatral-operístico de cuando se besan los nuevos amantes los siervos cubren la escena con una gran lona con un fornido negro de guardia con un espadón, y la cámara se va alejando y vemos desde el fondo como los remeros reman y unas trompetas se elevan (alegoría fálica?).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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25 de abril de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cleopatra 1934 de Cecil B. DeMille cuenta con un gran reparto encabezado por Claudette Colbert, Henry Wilconson, Warren William, Joseph Schildkraut, Gertrude Michael y C Aubrey Smith. Una versión kitsch y extravagante de la infame Reina que se enamora de César y Marc Antonio. La película es una de las producciones más fastuosas de Cecil B. DeMille, donde vuelve a demostrar, como ya había hecho en 'Los 10 Mandamientos' y 'Reyes de Reyes', su gran sentido del espectáculo, su habilidad para las escenas de masas y su sentido del ritmo. Ambientada en el 44 a.C., cuando Julio César (Warren William) es asesinado por Bruto y Casio, gobernando el segundo triunvirato formado por Lepido que gobierna África, Octavio Augusto gobernando Hispania y Marco Antonio sobre Egipto y Oriente. La reina egipcia Cleopatra (Claudette Colbert) quiere gobernar Egipto derrotando a su hermano Ptolomeo y a su hermana Arsinoe, pero necesita el poder de Roma y gracias a Cesar lo consigue, así como continuar la sucesión de su hijo Cesarión, para hacer que el reinado suceda en su dinastía. Cuando el posible sucesor de César, Marco Antonio (Henry Wilconson), uno de los generales romanos de mayor rango, llega a Egipto junto con su ejército, ella seduce al conquistador para recuperar el reino. Cleopatra traslada su afecto a Marco Antonio y lo deslumbra en una lujosa barcaza. Pero las cosas no salen tan bien, allí comienza una trágica historia de amor con funestas consecuencias. Y finalmente ellos luchan en Actium contra Octavius Augustus (Ian Keith).

Versión en alto presupuesto de la famosa reina de Egipto y sus amantes romanos, siguiendo su lujuria por Marco Antonio después de la muerte de César. Aunque la versión más conocida de la historia fue dirigida por Joseph L. Mankiewicz, esta es una aceptable versión de DeMille, que a lo largo de los años se beneficia del protagonismo de la estrella hollywoodiense de origen francés Claudette Colbert, una de las grandes actrices femeninas de los años 30 y 40, gracias a películas como ¨El signo de la cruz¨ de Cecil B. DeMille y ¨Sucedió una noche¨ de Frank Capra. Un espectáculo glamoroso, especialmente las escenas a bordo de la barcaza de Cleopatra eclipsan todo lo demás, y que tiene la considerable ventaja de ser menos de la mitad de la larga de la epopeya de Elizabeth Taylor/Richard Burton/Rex Harrison de casi 30 años después.

Esta conocida historia sobre la famosa Reina, la popular tentadora egipcia que pone sus esperanzas en el temerario Marco Antonio, resulta ser un espectáculo con un enorme presupuesto para su tiempo. Es un épico film pero sin previsión a los auténticos hechos, con algunos personajes históricos que brindan una recreación simple y llana. Contiene abundante pintura de mate para recrear los fondos, escenarios de cartón y piedra, batallas bien escenificadas, algunos interiores opulentos y grotescos y algunos actores irremediablemente acartonados y llenos del esplendor típico de Cecil B. DeMille.

Esta cinta de gran presupuesto fue dirigida manera desigual pero competentemente por Cecil B. DeMille siguiendo su peculiar estilo. La cinta fue nominada al Oscar a la mejor película. El film surgió en gran medida porque la película anterior de Cecil B. DeMille, Náufragos en la jungla (1934), también protagonizada por Claudette Colbert, había sido un gran fracaso. El director de Paramount, Adolph Zukor, quería que DeMille replicara el éxito de El signo de la cruz (1932) y le dijo que a continuación tenía que hacer otra epopeya histórica con mucho sexo. DeMille fue un gran profesional que realizó diversas películas épicas, históricas y colosales, tales como: “Los Diez Mandamientos 1923”, “Rey de Reyes”, “Cleopatra”, “El Llanero”, “Las Cruzadas”, “Union Pacific”, «Inconquistables», «Sansón y Dalilah» y «Los Diez Mandamientos versión 1956». Calificación 6.5/10. Por encima del promedio ordinario.

Otras películas relacionadas con este personaje histórico de Cleopatra son las siguientes: Versión muda protagonizada por Theda Bara. Serpiente del Nilo (1953) de William Castle con Rhonda Fleming, William Lundigan, Raymond Burr. Dos noches con Cleopatra 1954 de Mario Mattioli con Sofia Loren, Alberto Sordi, Paul Muller. Las legiones de Cleopatra 1959 de Vittorio Cottafavi con Linda Cristal, Ettore Manni, Georges Marchal, Conrado San Martin. Una reina para César 1962 de Piero Pierotti con Pascale Petit, George Ardisson, Akin Tamiroff, Gordon Scott, Corrado Pani. Cleopatra 1963 de Joseph L Mankiewicz con Elizabeth Taylor, Richard Burton, Rex Harrison, Martin Landau, Roddy McDowall, Hume Cronyn, Andrew Keir. Miniserie Cleopatra 1999 de Franc Roddan con Leonor Varela, Timothy Dalton, Billy Zane, Patrick Stewart.
miguelan
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