Yo soy Bea (Serie de TV)

Si Hans Christian Andersen levantase la cabeza, y pudiese ver en qué se ha convertido su cuento del patito feo, lo más probable es que se plantase -recortada en mano- en los estudios de Telahinco y acabase en Alcalá-Meco, muy tranquilo él sabiendo que los videos de la serie no solo serían una prueba exculpatoria, sino una demostración de que existían motivos poderosos y de ineludible obligación moral.

Sobre las interpretaciones no diré nada, porque ni las hay: se trata de actorzuelos pésimos dando vida a personajes inverosímiles, que nada tienen que envidiar a los que parodiaban en los culebrones de Joey Tribbiani, de los que se cachondeaba la serie Friends.
Además, hay varios aspectos a destacar que hacen de este esperpento algo aún más odioso de lo que a simple vista parece:

-Por un lado, se intenta lanzar el mensaje de que la belleza ha de ser interior, y que la cáscara que nos ha tocado no es algo sino superfluo y sin importancia... pero, al mismo tiempo, el tipo por el que varias de las señoras suspiran parece recién salido de un anuncio de yogures.

-El hecho de que salga Fedra Lorente es antitético en si mismo: esa señora se hizo famosísima, fué un sex-symbol nacional, haciendo el papel de "La Bombi" en el "Un, dos, tres", que no era sino una tia buena con el cerebro de un berberecho. Ahora la vemos en una serie que se supone aboga porque la belleza exterior no es importante, con su magro talento, y un deterioro físico sobrecogedor. Ni Kafka hubiese imaginado algo tan extrañísimo.

Conclusiones: que habré visto cuatro o cinco episodios y ya no más, porque aprendí la valiosa lección de comprobar que el mando de la tele esté al alcance de la mano cuando me tumbo en el sofá; que con eso ya tuve suficiente como para saber que hay varios personajes soberanamente irritantes, y que si que es insoportable la voz nasal de la prota; que la imaginación de los creadores de series nacionales simplemente no existe, igual que su verguenza... y que si esta porquería es líder de audiencia, comienzo a comprender a qué se refieren los franceses cuando dicen que África comienza tras los Pirineos.

Tan recomendable como colocarte las lentillas llevando puesto el guante de Freddy Krueger.

• La creación: algunos dicen que fue un ser supremo, otros estar en el momento y lugar apropiados. Para otros un pepinazo sideral alienígena.

• Las Pirámides de Egipto: ¿apoyo alienígena o explotación humana-mercantil?

• OVNIS: no lo saben ni Mullder ni Scally y eso que eran los listillos de la clase. Diez temporadas y dos películas para dejarnos igual ¿¡!?

• Atlantida: Atlantida Atlantida ¿¿¿dónde estás Atlantida??? Con lo bonita que quedarías en el mapamundi y tu bandera de la sirenita.

• Calaveras de Cristal: No hay materiales ahora ni para hacerlas y menos tallarlas. Son 13 (menos que los Pokemon) y quien las encuentre poseerá todo el conocimiento. Indiana Jones las rompió sin querer mientras a él también le rompían su ‘ojo de cristal’ George Lucas y Steven Spielberg en un episodio de “South Park”.

• El anticristo: uuuuhhhh… ¡Qué miedo mientras escribo estas líneas en la oscuridad! Para algunos es Bill Gates y para otros Uwe Boll. Damien es duro de pelar aunque no llega al nivel de Jason o Freddy (sólo tres partes y un remake). Lars von Trier lo intentó traer de vuelta y le abuchearon unos gabachos.

• Yo soy Bea (Serie de TV): ¿¡Cómo es posible que un remake de un remake y que hasta el apuntador sabía lo que iba a pasar consigue ser la telenovela más vista en los últimos años con más de un 30% de share? Tuvo una audiencia admirable hasta el episodio 467. Ocho millones vieron su transformación. 10 millones coincidieron en su minuto de oro y 5 millones de invitados a la boda cuando todo el mundo sabía lo que iba a pasar desde el primer episodio. Aunque el mayor misterio de la humanidad es el episodio de la boda: embarazo y elipsis. Beatriz se pira y ¿se cancelará la boda? Ya que hay un cura… ¿nos casamos? ¡Sí! Pero antes un beso y a publicidad. En cuestión de dos segundos (medidos por un notario) aparecen teletransportados nuevos invitados con ¡traje de novia y padrinos nuevos!
Simplemente el mayor misterio de la humanidad.

Aquí tenemos las normas que toda serie al estilo de yo soy bea, betty la fea o bea
"nosecuantos" debe aplicar (exceptuemos a Ugly betty en algunas)

1-Las feas tienen un gran cerebro, un gran corazón y se agrupan en pandillas.
2-Las guapas son todas unas palurdas sádicas, solo les interesa el aspecto y tienen la necesidad vital de soltar un "osea" cada veinte segundos.
3-El chico experto en moda siempre es gay.
4-El guión es siempre la misma bazofia colgada de un palo.
5-Se prohibe terminantemente innovar, no sea que la audiencia se sienta desconcertada al ver a una rubia inteligente.
6-Al final de la serie la fea se vuelve guapa (¿a que no se lo esperaban?) y así es mucho más feliz, aunque curiosamente la serie nos transmite el mensaje de que la belleza está en el interior.
7-Para interpretar a los personajes se buscan modelos al más puro estilo Vogue que juegan a ser... ¿actores?

En fin, que hayan hecho a Andersen partícipe de estas visiones tóxicas en masa no tiene nombre.

Imposible de seguir por su lamentable guión, decorados peores que los de bricomanía, lamentables todos los actores en especial la fea, que será guapa, para mi del montón de Manila y su voz, que te mete por los huevos para dentro en una sola escucha. Es de agradecer que pongáis estos productos para que uno se quede a gusto criticando esta interminable-infumable serie.
Aún así sería preferible que pusierais una sección llamada bodrios y allí todos juntos para darles a todos un 0.

Inexplicable éxito de audiencia.Producto mediocre, copiado, previsible, desolador, sin emoción y totalmente inverosímil. Nada más lejos de la realidad:

- Los feos tienen buen corazón,son listos y montan club de feos. Además por mucho que les hagan ellos ponen siempre la otra mejilla (parece ser que son Teresa de Calcuta ) .

- Los guapos son tontos y personas perversas que buscan en todo momento hacer el mal.

Pero no basta con esto, la fea protagonista se enamora del guapo jefe y este se acaba enamorando de ella. Seguramente al final la protagonista se vuelve guapa, pero que quede claro que su jefe se ha enamorado de ella siendo fea. De vergüenza, pero quién se cree esto.

Moraleja los feos molan, los guapos no. Se feo.