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Ladrón burlado

Comedia. Thriller Una mujer euroasiática (MacLaine) que trabaja en un cabaret es contratada por un ladrón inglés (M. Caine) y un escultor francés para que les ayude a robar una valiosa estatua china que es propiedad de un millonario. (FILMAFFINITY)
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Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
16 de agosto de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando un hombre planea minuciosamente un robo y decide llevarlo a cabo ¡siempre tendrá la certeza de que todo saldrá como él lo espera! ¡Claro, si no fuese porque así lo cree, desistiría de dar el golpe! Pero, ese convencimiento casi arrogante (y muchas veces temerario) del delincuente, lo lleva a olvidar que, en el 99% de los delitos, hay imprevistos, sorpresas y detalles que no se calcularon suficientemente y pueden salir al paso en el proceso… o después de cometido el delito. La prueba fehaciente de esto es que las cárceles están repletas de individuos que creyeron que su golpe sería perfecto.

Pero, como, don Luci, endulza para atrapar eternamente a los incautos, a veces los primeros delitos se coronan sin mayores tropiezos, y así, cada acierto reafirmará al iluso para que siga haciendo lo que viene haciendo, hasta que, de tanto ir el cántaro al agua… ¡termina por romperse! ¡La ambición desmesurada será la cáscara infalible en la que resbalarán todos los bandidos!

El delincuente que conoceremos en, <<LADRONA POR AMOR>>, es un hombre carismático con el que es fácil empatizar, pues, no está pensando en robarse un celular, un bolso o asaltar una humilde tienda, sino que es alguien que piensa en grande… y conocedor del interés que tiene un magnate árabe por encontrar a una mujer que se parezca a la que perdió, se dispone a complacerlo, pero, de paso, planea robarle una pieza de arte de altísimo valor.

Al escritor, Sidney Carroll (1913-1988), le interesaba muchísimo el mundo del juego y de la trampa, pues, con este tema escribió cosas muy buenas llevadas al cine como, “The Hustler” (Robert Rossen, 1961); “A Big Hand for Little Lady” (Fielder Cook, 1966) … y ésta, “Gambit”, que sería adaptada por Jack Davies y Alvin Sargent, para que la dirigiera un hombre con excelente pulso como fue, Ronald Neame.

La trama es estupenda, pues, no solo dará cuenta de las eficaces jugarretas del destino sino que nos mostrará a un par de truhanes que ¡sabrán sortear estas jugarretas de tal manera que nos sorprenderán a -casi- todos!

La ambientación y el diseño de producción es impecable y de alto lujo; los diálogos no tienen pierde, pues, están bien cargados de picardía, socarronería y gracejo, y los elementos sorpresa fluyen con suma gracia hasta dejar bordada una historia que resulta deliciosa por donde se la mire... y claro!, ahí están Michael Caine, Shirley MacLaine, Herbert Lom y John Abbott, para asegurarnos unas actuaciones AAA.

P.D. El título original, “Gambit” (Gambito en español) alude a una táctica del ajedrez que consiste en sacrificar una pieza para dar lugar a una jugada importante. ¡Ya verán lo precisa que resulta en esta historia!

Título para Latinoamérica: <<LADRÓN BURLADO>>
Luis Guillermo Cardona
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31 de julio de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ladrona por amor es una comedia dirigida por Ronald Neame, director de El millonario, Mujer sin pasado y Los mejores años de Miss Brodie.

Harry (Michael Caine) es un meticuloso ladrón que planea su nuevo golpe. Le pide ayuda a Caroline (Shirley MacLaine), una copia casi exacta de la difunta mujer del hombre más rico del mundo. Caroline distraerá a su victima, embelesado por el parecido a su amada, mientras Harry le roba un preciado y muy caro tesoro.

El principio puede desconcertar un poco, pero conforme avanza la cinta, va mejorando la trama. Un lío de idas y venidas que acaban teniendo sentido muy al final de la película, y que dejan al espectador en vilo durante el transcurso de la historia.
Muy bien planteada, y con actores de gran talle; hay muy pocas cosas que se le puedan reprochar a la película, por no decir que ninguna.

Ésta obtuvo tres nominaciones a los Oscar, y otras tres a los Globos de Oro.



http://ellagodeloscines.blogspot.com.es/2015/07/ladrona-por-amor-1966.html
El Lago de los Cines
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8 de enero de 2018
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al principio la película desconcierta un poco, pero la trama va ganando y haciéndose más comprensible conforme avanza la película. El embrollo de idas y venidas acaban cobrando sentido en las postrimerías del film, lo que hace que el espectador quede en vilo a lo largo del metraje y durante el acontecer de esta historia un tanto enredada.

La cinta original lleva por título "Gambit", mucho más adecuado pues Gambit es una jugada ajedrecística en la cual se sacrifica una pieza, en general un peón, para conseguir ventaja sobre el adversario. Al principio, la cosa da para, pero en el tramo final se desvela que de lo que se trata es de un falso golpe con truco.

Es una película de intriga, de robos, dirigida el británico Ronald Neame, que sabe construir un delicioso thriller con las adecuadas dosis de comedia, y aporta bastante más elementos a considerar que otras películas del género de atracos. Neame logra momentos en los que nada es lo que parece, lo cual aumenta el interés por el argumento. Además, posee un estilo narrativo impecable.

El film tiene un excelente ritmo gracias a un guión bien trabajado e inteligente de Sidney Carroll, Alvin Sargent y Jack Davies. Muy bien la banda sonora de Maurice Jarre, acertada y atractiva; y fotografía meritoria de Clifford Stine. Gran dirección artística y vestuario.

En el reparto nos encontramos con dos actores en estado de buena ventura que destilan elegancia y química entre ellos. Por un lado, un genial –como siempre- Michael Caine, como el estirado ladronzuelo de guante blanco inglés; y por otra parte a la excelente Shirley MacLaine como la pizpireta y siempre respondona Nicole.

Sin duda es una película elegante y sutil, bien planificada y narrada. El primer tiempo es muy meritorio, con la muestra, preparación y finalización del plan, y más tarde sigue estando bien, aunque decae algo. Pero es una película que se sigue con gran interés, siendo muy amena y adecuada para pasar un buen rato.

Es una cinta que no ha tenido el reconocimiento que habría merecido y aunque en su momento fue exitosa, un film de agradable aroma, se olvidó rápidamente. De hecho, apenas la ponen en los canales de TV. Película, pues, que creo que está subestimada pero que merece la pena ser vista y disfrutada. Si la ponen por algún lado no te la pierdas, tiene una buena dirección, un buen guión, excelentes actores y una puesta en escena de primer orden. Además, ameniza las casi dos horas que dura.
Kikivall
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22 de septiembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien no existen fórmulas infalibles para atraer a los espectadores a las pantallas cinematográficas, es absolutamente cierto que la presencia de determinados actores y actrices que cuenten con la admiración popular (también algunos directores), son factores que pueden desnivelar claramente la balanza hacia un lado u otro. Una vez desnivelada, todas las demás circunstancias que concurren en una obra fílmica coadyuvan al éxito o al fracaso. Las llamadas “obras maestras” son algo así como conjunciones planetarias donde todos están en su lugar único y posible, casi religioso, y donde la totalidad se convierte en la materialización de la perfección.

Filosofías aparte, en este caso la balanza se desnivela clarísimamente con la presencia de una actriz cuya trayectoria en los años 60 era espectacular. Ahí queda eso: Can-Can, El apartamento, La calumnia, Irma la Dulce, Cualquier día en cualquier esquina, Mi dulce gheisa o Ella y sus maridos. Esos eran sus poderes y con ellos el derecho a elegir partenaire. Y el elegido fue Michael Caine. Lo explicaba la propia Shirley MacLaine:

“Michael Caine era un actor cockney que me había gustado en The Ipcress File. Me impresionó su aire seco y sarcástico, y le pregunté si vendría a Estados Unidos para protagonizar Gambit conmigo”

Aunque mis habilidades traductoras estén al nivel P de parvulitos, creo que todos reconocemos en la frase de Miss MacLaine al actor del East End londinense. Su sequedad, su sarcasmo y su acento cockney se encuentran, claramente, entre sus señas de identidad. Como él mismo decía en una entrevista televisiva, sonriendo y aplanando las vocales: “Puedo interpretar cualquier cosa”. Así pues aceptó la oferta, hizo las maletas y le dio un impulso a su carrera en el mercado americano de la mano de un buen director, inglés como él, Ronald Neame, en cuya filmografía encontramos además El millonario, Una mujer sin pasado y sobre todo la muy recomendable El hombre que nunca existió.

Gambit no es una obra maestra, pero se encuadra bien dentro de un género cinematográfico, el de los ladrones de alta escuela, recomendado guante blanco y esmoquin, que nos ha dejado momentos inolvidables. Topkapi, Charada, Como robar un millón o incluso aquella del clan Sinatra La cuadrilla de los once (1960) son ejemplos memorables de un cine que consigue la complicidad de los espectadores al límite justo de situarnos en el lado oscuro de la ley un tanto hipnotizados por esa química tan difícil de encontrar y que aquí estalla entre Caine y MacLaine y sin perder de vista la gran actuación de Herbert Lom, actor al que Blake Edwards extrajo su vena más cómica pero que cuenta con innumerables registros interpretativos.

Precisamente Herbert Lom da vida a un millonario árabe que, obsesionado por el recuerdo de su esposa muerta, tiene en su poder una valiosa estatua de la emperatriz Lissu, de gran parecido con la difunta. Sin embargo ambas, esposa y emperatriz, parecen revivir cuando entra en escena Nicole (MacLaine) una bailarina de Hong Kong contratada por Harry Dean (Caine) y que es, sin duda, una copia perfecta de ellas. Aprovechándose de esta circunstancia se teje una sofisticada trama donde un ladrón y un traficante de arte tratan de apoderarse de lo ajeno. Un plan perfecto y sin fisuras. Una realización fallida…¿O no?. Descúbranlo ustedes mismos. Les dejo una pista. Gámbito: Jugada de ajedrez en que se sacrifica una pieza menor con el fin de lograr un objetivo más alto. Una especie de doble juego, vamos.

No puedo finalizar sin decirlo: El trabajo de Caine y Lom roza la perfección pero Shirley MacLaine está en una especie de plano astral distinto: ¡Maravillosa!. Como les decía al principio, ella, por si sola desnivela la balanza.
FATHER CAPRIO
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17 de agosto de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gambit es un film sobre robos de guante blanco. Brillantes interpretaciones de Shirley McLaine y Michael Caine. Bien expuesta y desarrollada. Entretiene y divierte.

Prólogo magistral en modo “what if”, que capta la atención del espectador, y sirve para que el posterior desarrollo dramático tenga más fuerza cómica. Gambit siempre mantiene un fino equilibrio entre los ingredientes de thriller y los toques de comedia.

El film transmite un mood cool sesentero muy divertido. Diálogos inteligentes, una banda sonora de Maurice Jarre y una dirección artística impecable, ponen la guinda a una propuesta elegante e inteligente, con unos actores protagonistas que derrochan glamour.

Una ingeniosa propuesta, bastante desconocida.
Mauri
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