Halloween

La noche de Halloween es la madre de todos los slasher noventeros que tan de moda estuvieron sobre todo a partir del enorme éxito de Scream, hija clarísima de este clásico de John Carpenter.
Es fácil ver por qué Halloween se convirtió en, precisamente, un clásico. Lo tiene todo: psicópata silencioso y con más vidas que un gato, teléfonos que no funcionan, víctimas estúpidas, heroína fuerte, virtuosa y virginal (estas dos cosas suelen ser sinónimos en las películas de terror), errores de esos típicos que comete la gente en los que todo el cine les grita para que no cometan idioteces, sustos continuos en su segunda mitad y poca presencia policial (diría que ninguna, en este caso). Sobre todo es una película de una enorme tensión, que se toma su tiempo (quizás demasiado, no nos engañemos) para presentar la situación y dejar claro, antes de que empiece a pasar nada, que Michael Myers es un tipo muy chungo. Atención a ese prólogo espectacular a través de los ojos del protagonista o a esos planos que se marca Carpenter del asesino fuera de las casas, simplemente ahí, mirando y después desapareciendo, para intranqulidad de la buena de Laurie y por supuesto también del espectador.
Y ahí está Jamie Lee Curtis, quizás la mejor heroína de esta clase de terror que ha dado el cine.
Muy recomendable, muy clásica, verdaderamente inquietante en muchos ratos.

Lo mejor: La tensión y cómo esta crece con el tiempo que se toma la película para que empiecen a pasar cosas (o sea, para que Michael empiece a matar adolescentes)
Lo peor: Precisamente ese tiempo que se toma, demasiado para una película de apenas 90 minutos.

"Es Halloween, y a todos se les permite dar un buen susto." Más tarde, el Sheriff Leigh Brackett, terminaría arrepintiéndose de esas palabras...

Un clásico del terror incontestable, pocos filmes han dejado una huella tan duradera y tan arraigada a nuestras angustias primordiales que continúa definiendo el género al cabo de 40 años después. Carpenter, sin descubrir nuevas posibilidades cinematográficas pero con claro dominio del oficio, confeccionó el filme independiente de mayor éxito: costó 325.000 $ y obtuvo más de 100 millones.

La penetrante música o la cámara subjetiva apropiándose de la mirada del espectador, a quien coloca en el papel del protagonista creando un ambiente de inseguridad y amenaza, son elementos absolutamente esenciales para transmitir sensación de miedo. La intensidad del guión, del propio Carpenter y Debra Hill, reside en situar el horror en el ambiente tranquilo propio de los barrios residenciales, destruyendo las ideas del hogar perfecto.

Sin embargo, el cineasta dio siempre a entender que en HALLOWEEN la historia o la psicología de los personajes le interesaban muy poco. Lo que siempre quiso fue contar un relato de terror total, shocks y tensión en estado puro, rodar la película de un verdadero psicópata.

El ritmo brillante, las largas escenas de tensión, Michael Myers andando sigilosamente en la oscuridad, Jamie Lee Curtis "La reina de los chillidos", Donald Pleasence... como escribía Tom Tykwer para 'Steadycam': "HALLOWEEN se convierte en una de las películas de terror más bellas de todos los tiempos. Uno de aquellos filmes por los que amo el cine. Por los que voy continuamente al cine. Y por los que yo mismo quisiera hacer películas algún día."

Sin duda la mejor película de terror de todos los tiempos, con una Jamie Lee Curtis jovencísima y un Carpenter no mucho menos jóven a la dirección.
Muchos otros títulos vendrian después pero ninguno logra superar la maestría y el buen gusto con el que Carpenter rodó esta película seguramente por aquel entonces sin saber que aún hoy en día nos siguen llegando secuelas y remakes de aquel maravilloso Halloween. Con un presupuesto bajísimo consiguió recaudar grandes cifras en taquilla y agradar a la crítica sin ser excesivamente gore, ni abusar de las escenas de sexo y desnudos (que no aportan nada al argumento). En toda la película podemos encontrar guiños a otros grandes filmes como Psicosis, usando en la mayoría del rodaje el travelling que nos permite ver todo lo que rodea a los personajes, desde el principio Carpenter nos sumerge en una atmósfera de tensión en la que poco a poco nos vamos dando cuenta de que algo va mal. En resumen, una joya imprescindible para los amantes del cine de terror.

El Halloween de John Carpenter es una obra maestra del cine de terror. Consigue combinar a la perfección el terror y el suspense, y todo ello sin derramar una gota de sangre. Toda la película es un ambiente de tensión con el miedo de que aparezca Michael Myers detrás de cada esquina.

Y como menciono en el título de esta crítica, no hace falta un alto presupuesto para crear una obra maestra, y John Carpenter lo ha demostrado.
Por supuesto no me olvido de todo un icono de la rama "Slasher" del cine de terror. Michael Myers es y será, uno de los grandes villanos del cine.

Conviene verla remasterizada para disfrutar de esta gran película de terror precursora del cine de psicópatas. Un film con un guión que va más allá del mero asesino en serie que se dedica a dar matarile a todo quisque porque en Halloween nos encontramos con Michael Myers. Un psicópata con una tremebunda historia. Un asesino que se forja de niño cuando se le cruzan los cables, quizá por celos hacia su hermana cuando la ve enrollándose con su novio, y la asesina a cuchillazos. Myers como dice el Dr. Loomis es el mal en estado puro, un asesino de nacimiento con un instinto natural para hacer el mal. Después de matar a su hermana permanece recluido durante 15 años en un sanatorio mental del que escapa para volver a matar en la noche de difuntos. Quiere repetir su "gesta" en el pueblo donde nació, Haddonfield, Illinois.

El talento de Carpenter a la hora de rodar se nota al comparar esta primera parte con la segunda que tiene un argumento muy similar y sin embargo es infinitamente peor, debido a la incompetencia de su director al que Myers debió liquidar sin remilgos.

Con un presupuesto muy ajustado el director aprovecha todos los recursos disponibles, como alumno aventajado de Roger Corman que es, y realiza un film que hizo escuela con diez continuaciones y que ha sido imitado hasta la saciedad, ahí están Viernes 13 y sus innumerables secuelas.

Fue la película con la que debutó Jamie Lee Curtis, que con 18 añitos no pudo empezar con mejor pie. Respecto a Pleasence habitual en varias obras de Carpenter, interpreta con toda corrección al psiquiatra que trata al paciente Myers y que descubre horrorizado a un asesino sin posibilidad de recuperación y que supone un auténtico peligro para la sociedad.

La fotografía del reputado Dean Cundey, que en aquella época también estaba empezando en el cine y que con el tiempo ha demostrado ser un gran director de fotografía y así lo atestigua la nominación al Oscar que recibió en 1.988 por Quién engañó a Roger Rabbit? Y por supuesto la hipnótica y minimalista banda sonora del propio Carpenter que aporta el toque de tensión y suspense a la película.