La aldea

"Decepcionante..." Esa primera palabra es la que leí en una crítica y lo que me llevó a tener que dar mi opinión. Cuantas veces se habrá podido disfrutar, hoy en dia, de unas imágenes tan bien narradas con un acompañamiento musical de James -como no...- que hacian en su combinación un cuento magistralmente perfecto. Quiero decir ante esto que mi corazon ha exteriorizado todas las emociones posibles, excepto la de llorar, y por que no soy muy "asiduo" a ello... gracias a una pelicula que sin duda es la obra de Shyamalan hasta la fecha, porque estoy seguro de que este Señor puede mejorarse así mismo con cada obra que haga, quitando la joven del agua, su gran chapuza hasta el presente, pero que como todo gran artista hay que tener y así aprender.
Me encanta Bryce, me encanta Joaquin, me encanta Hurt, me encanta Weaver, me encanta Brody, me encanta Pitt... para que decir mas. Los demás desconocidos, al menos para el menda, saben estar en su sitio sin sobrepasarse.
Cuando la vi por primera vez, lo único que pensaba era en volver a verla para poder sentir lo mismo que con la previa previsualización y poder enseñarsela a todo mi circulo de gente que pudiera, porque me hubiera parecido muy egoista no haberlo hecho y privar a los no enterados de una obra semejante. Esperando también que los que la hayan disfrutado de hacer lo mismo que yo, porque para algo somos humanos y sabemos, se supone, lo que es la generosidad.
Sí, he puesto un ocho a pesar de todas las buenas cosas que he dicho... pero es que hay una cosa que si me ha defraudado, ver al monstruito entero en media noche, vale. Pero a plena luz del dia... sin más.
A pesar de esto último, está claro que Shyamalan sabe rodearse de lo mejor, y sabe cuando quedarse con lo que ya sabe que funciona, porque mas vale pájaro en mano que ciento volando.

Un apacible lugar, la ropa bien almidonada, los perche limpios, la pureza recorre sus pulmones, clamadas personas que conocen la armonía y la condescendencia, la austeridad de los mayores, la alegría de los más jóvenes, toda una vida por delante que disfrutar juntos, sin problemas, sin límites.

Es una primera toma de contacto con la realidad, siempre hay problemas en el paraíso, esos tonos otoñales, los grandes árboles que visten los alrededores son un síntoma, no es una protectora barrera que mece el viento, son sus propios límites y miedos, pues una bestia atraída por el peligroso tono rojizo que envuelve siempre el pecado les acecha, les mantiene unidos, no les deja comprender la necesidad de huir, de conocer, todo lo bueno nos rodea, lo amable nos compete, no existe ni lejos ni fuera, es la norma que se asume como el respirar.

Pero están los unos con los otros, las inquietudes parecen mermadas por otros sin preocupaciones cotidianas, sencillas, básicas que como comunidad asumen.

Es una segunda toma de contacto con la realidad, siempre hay problemas en el paraíso, ese joven meditabundo es consciente de las limitaciones, su integridad hace que se preocupe por su entorno, y pide de algún modo poder cruzar límites, no temer, buscar ayuda ante las necesidades de sus semejantes, dar un mayor valor a la vida ajena despreocupándose de la propia, por un futuro mejor, por evitar pérdidas innecesarias que causan dolor a los más allegados, que en realidad son todos. Los mayores guardan silencio, conocen esos límites y no los traspasan para evitar males mayores, con buenas palabras y presenciales actos pueden calmar ánimos, incertidumbres, para vivir de nuevo en esa balsa de aceite que aciertan a llamar hogar.

Un bien les acompaña, es la confianza, la que se acompasa al respeto, ese joven silencioso y esa bella muchacha que distingue a los grandes por el color que desprenden al no poder ver, nos muestran otro modo de amarse, es fuerte, rígido y sereno, es profundo y se eleva sobre el mutismo y la razón, se resume con esa mano extendida y confiada frente al temor del baile de máscaras al que acuden, que él recoge y protege con la suya, pese a acertar poco antes a afirmar que las cosas que más se desean hacer son las primeras que se frenan, pueden doler al tiempo que gustar, pueden no ser correspondidas, pueden esperar, no sólo los monstruos se temen, los humanos son igualmente peligrosos, hasta los más cabales y sentidos.

Ya todo parece controlado, el miedo a lo desconocido les depara un nuevo futuro en un mismo sentido, se puede disfrutar de nuevo de las conversaciones, del viento que mueve sobre ese bello lugar las mecedoras vacías y los soleados vestigios de la tranquilidad.

Por hacerle la mejor crítica posible a esta obra mestra contemporanea digo que lo mejor que uno puede hacer si aun no ha visto esta peli es leer la crítica de Pablo Kurt y después, olvidando todo lo que uno sepa, y sin ningún tipo de pretensión sentarse a ver esta obra maestra del cine en todos los sentidos.
Pura poesía cada uno de sus planos, pura magia su fotografía.


Una de las mejores películas que ví en muchísimo tiempo y también, una de las mejores críticas que leí.

No es una película rara, ni muy buena, ni mala (claramente); simplemente es un película M.Night Shyamalan al más puro estilo. A mi me parece que tiene un final magistral, y la simple sinopsis ya la hace única y apetecible.
PD: gran McGuffin el color que 'desprende' Joaquin Phoenix

Una película que les encantará o odiarán, pero no deja indiferente a nadie. A mí personalmente me fascinó. Shyamalan crea un ambiente tan mágico que te envuelve y conmueve, con una banda sonora que en todo momento ayuda y un perfecto guión digno de elogio. Sin duda el peor error de la película fue comercializarla y venderla al público como una película de terror. No lo es, simplemente es una de las películas más bellas jamás filmadas.