Jumanji

La primera vez que vi "Jumanji" fue en el cine y recuerdo que salí con muy buena sensación. Luego la volví a ver un par de años después en casa, y también tenía el recuerdo de haberme divertido mucho. El otro día decidí ponerla otra vez en casa, aunque me invadió un poco el miedo al pensar que podría romperse un poco el mito que tenía en la cabeza. Para mi sorpresa no fue así, y la disfruté mucho llevándome irremediablemente al pasado.
La película resulta tremendamente divertida, y entretiene muchísimo. Ese juego de mesa que es capaz de traer a la realidad las peores pesadillas que anidan en una jungla imaginaria llamada Jumanji, hacen que uno se adentre en un mundo terrorífico donde los miedos se hacen realidad.
Es cierto que uno aprecia como los efectos especiales han perdido un poco, gracias al avance que ha tenido esta técnica con el paso de los años. Uno es capaz de ver como en muchas ocasiones uno nota los muñecos, pero hay que reconocer que en su momento fueron toda una innovación y eso siempre hay que tenerlo en cuenta.
La película engancha y se disfruta, y a eso ayudan unas interpretaciones buenas y divertidas. Robin Williams se pone al mando de estos jugadores que intentan acabar una partida que puede terminar con una ciudad. Su interpretación resulta muy creíble. Junto a él Bonnie Hunt, regalándonos una actuación muy divertida con un personaje que conecta. Hacer mención que la niña que aparece es una joven Kirsten Dunst que desde pequeña (ya lo hizo en "Entrevista con el vampiro") ya demostraba el talento que tiene.
En fin, película que sorprendentemente sigue funcionando aunque hayan pasado ya unos años por ella. Un film que sigue entreteniendo y divirtiendo. Un juego que nos engancha y nos produce una ganas continuas para saber que saldrá del tablero con la siguiente tirada.

Creo que Jumanji es una de las películas que todos los veinteañeros de la actualidad, hemos visto en nuestra infancia.

No es ninguna obra de arte, pero para ser una película con casi 20 años, hay que reconocer que tenía muy buenos efectos especiales, aunque al final resultan un poco cansinos.

Mi resumen es que es no es ninguna maravilla, pero si es una película para pasar una buena tarde en familia.

Un clásico de las películas de aventuras y sin duda una película muy original repleta de momentos muy inspirados e imaginativos que consiguieron crear un microcosmos muy interesante.

Además es uno de los trabajos más recordados del recientemente fallecido Robin Williams, aunque realmente el que tiene todo el protagonismo es el misterioso juego que hace que todo se vuelva realidad.

Aunque los efectos ya no son lo que eran, siguen estando lo suficientemente a la altura, especialmente algunos modelos animatrónicos.

Una película tremendamente divertida y muy original.

Buena cinta de aventuras ideal para ver en familia, y que por mucha fantasía que tenga, es realmente entretenida. Y es que Jumanji es mucho más que un juego, no es precisamente el monopoly, pues se juegan el pellejo, literalmente. El bueno de Robin Williams nos dejó ésta y muchas otras grandes comedias, un actor que encadilaba a todos los públicos con un carisma rebosante de alegría y simpatía. Los efectos digitales son normalillos pero decentes.

Una de las películas más icónicas de Robin Williams gracias a la sabia conjunción de un buen conjunto de elementos que conquistó a una generación. Tiene ese espíritu noventero que lleva aparejado un incremento de los efectos especiales que hoy día pueden parecer rudimentarios en comparación con las inserciones tridimensionales. Pero en la época de hace 20 años resultaban asombrosos para los niños, los principales consumidores de esta obra aunque estuviera orientada para todos los públicos. Leones, elefantes, rinocerontes, serpientes, primates... No hay espacio para la relajación, sólo segundos para lanzar los dados.

El guión no es original, ya que una vez más (como gran parte del cine que vemos) se trata de una adaptación y en este caso particular de un libro. Pero la plasmación al celuloide conquista la imaginación del espectador, convirtiendo al juego de mesa en una auténtica atracción y aventura desde el primer momento. A ello se le suma una buena dosis de humor con un Williams que sabe interpretar a un adulto en el que aún pervive el niño que siempre ha sido en la película. Ese niño que nunca debe de desaparecer en nosotros: lleno de ilusión e imaginación.

Los adultos de hoy difícilmente sepan apreciarla si no llegaron a verla de pequeños en su día. Así que antes de que se estrene el remake del año que viene, sería conveniente revisar o conocer primero ésta, ya que en toda reconstrucción de una película no hay que olvidar sus orígenes. Y se podrán superar los efectos especiales, pero difícilmente será posible encontrar un protagonista tan carismático como Robin Williams. El héroe de muchos niños en los noventa que ya de mayores le echan de menos.