Por encima de todo se trata única y exclusivamente de un grandioso espectáculo visual. El director del film ha fabricado un producto espectacular, electrizante y repleto de pura acción que deja sin aliento a los espectadores que les encanten este tipo de cine ruidoso y sin ningún sentido.
La cinta es una sucesión de batallas, tiros, muertos a cientos, puñetazos, luchas, peleas y con imágenes espectaculares a lo largo de todo el metraje. El sonido es de primera calidad y la dirección regular, pero el guión es tan malo, ridículo y vacío, que no sabes por donde agarrarlo, parece escrito por un pastor de cabras tibetano, y que me perdonen los tibetanos. En cuánto a los intérpretes, asumen sus respectivos papeles con fortuna.
Pero aquí se acaba la película. Amigos lectores de esta crítica, toda la cinta es un sin sentido de peleas que llegan a cansar al sufrido espectador, ya que esperaba un producto más inteligente.
Resumiendo: Solo para los amantes de los guiones ridículos. No la recomiendo de ninguna manera, un 2 muy justo.

Amigos lectores de Filmaffinity y de esta humilde crítica, escapa de toda lógica humana que puedan salir a la luz películas tan mal aprovechadas, aburridas, ridículas, penosas y sosas como la que nos ocupa.
La idea de los autores del film era rodar una especie de película de piratas para el consumo rápido, una más entre mil o diez mil, con el presupuesto lo más bajo posible y han conseguido plenamente su objetivo. Ha partir del minuto diez, la película decae y cae en picado, autentica de serie B.
El culpable de todo este desaguisado es el guión, podría estar escrito perfectamente por un niño de 6 años. Es totalmente absurdo y con unos diálogos ridículos. En cuanto a los intérpretes, nos aburren totalmente, induciéndonos al letargo más profundo.
No pienso añadir nada mas, porque la película no se lo merece. Un 2 y soy muy generoso.

La película es básicamente una sucesión de idas y venidas, adelante y atrás, de un pequeño ejército de mercenarios, comandados por un líder carismático que actúa con malas artes.
En este film en el que no aparecen indios, tenemos tiroteos varios y personajes con poco cerebro. Todo ello sacado de un torpe y mediocre guión, fruto de una época en que todo era licito y el espectador se tragaba las secuencias más ilógicas y peregrinas con la boca abierta de admiración, más el paso del tiempo ha convertido este western en un agradable fósil.
El film se va desarrollando de manera cansina y con una cierta intriga. También tiene elementos positivos, unos bellos exteriores y unos personajes humanos.
Conclusión: Western menor, un 6 por el encanto de las películas de los años dorados de este género.

Un sanguinario grupo de maleantes que no dudan en matar, está especializado en el asalto y robo de furgones blindados de transporte de dinero. Después de varios atracos ya llevan más de dos millones de euros robados y con mucha sangre derramada.
El film gira en torno de la captura de los atracadores por parte de dos comisarios de la Policía Judicial francesa, D. Auteuil y G. Depardieu, que encarnan magistralmente metidos dentro de sus personajes, a unos policías duros y sin escrúpulos a la hora de enfrentarse con el mundo del hampa.
Asuntos pendientes es cine polar de nueva generación, al más puro estilo de los mejores thrillers USA. Es un film acelerado y de gran intensidad donde todo transcurre muy deprisa. Tiene una sobresaliente calidad y es serio, muy serio sin ninguna concesión a la galería, con un realismo acojonante y con un lenguaje brutal y directo, donde participamos de los sucios y tenebrosos entresijos de las fuerzas policiales con un realismo sobrecogedor.
El guión es magnifico y sin fallos, la dirección brillante, la puesta en escena magistral y los diálogos son de primera división.
Resumiendo: Gran cine francés con mayúsculas, hay que degustarlo.

El príncipe heredero de una monarquía Europea (Dinamarca), viaja a los Estados Unidos de riguroso incógnito para ampliar horizontes, matriculándose en la universidad de Wisconsin, donde conoce a una joven y formal estudiante de medicina.
El príncipe y yo, es una comedia romántica, dulce, sentimental, azucarada, melosa, inofensiva y con todos los tópicos que se quieran añadir de un infinito repertorio. Pero también es una película agradable, distraída, con un encanto especial y sin violencia. Con una fotografía, vestuario y mobiliario fastuoso y lo más importante, durante las dos horas de metraje el espectador mantiene una sonrisa perpetua en los labios, que más se puede pedir.
Los dos idóneos y jóvenes actores, también transmiten al espectador una agradable sensación de complicidad y el toque irónico y respetuoso del ayuda de cámara del príncipe es impagable.
Resumiendo: Buena y maltratada injustamente por la crítica.