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España España · Granada
Críticas de Kikivall
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Críticas 2 117
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
21 de noviembre de 2022
13 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Félix Viscarret emprende una película que tiene sus riesgos; también su morbo y su tensión. Parte de una idea novelada que es tal vez más apropiada para el papel impreso que para la pantalla, pero esta empresa se asienta sobre un terreno inestable de dudas, verdades que en ocasiones pierden pie, una propuesta, en fin, a la vez que turbia, iluminada, esclarecida.

Un hombre, Damián, acaba de ser despedido de su trabajo después de veinte años como carpintero en una empresa. Es un hombre solitario, sin familia ni pareja, sólo algunos conocidos, y tener que abandonar su trabajo es quedar en el aire, como evaporarse.

Su reacción es muy airada y furiosa, sale corriendo y se esconde en un armario antiguo que han cargado en una furgoneta, armario que irá a parar a un dormitorio familiar como antiguo legado de un abuelo.

El tal armario va llega al fin a la casa de una familia, el matrimonio compuesto por Lucía (Leonor Watling) y Fede (Àlex Brendemühl), una pareja de la edad mediana que vive en una casa con su hija adolescente, María (María Romanillos). El mueble es colocado en el dormitorio del matrimonio.

Por una fuerza insólita, Damián decide quedarse con la tal familia en forma clandestina, haciendo algunos ajustes al armario y a la pared de fondo, para tener espacio vital. Se convierte en una presencia misteriosa y secreta que va a observar de todo y a moverse por la casa como una sombra; de ahí el título de la novela de Millás: Desde la sombra.

Esta sombra de Millás es también el arquetipo “sombra” que ideara el conocido psicoanalista Carl Gustav Jung como el “lado oscuro” de nuestra personalidad, rasgos y actitudes que nuestro Yo Consciente no reconoce como propios.

La parte recóndita que, por razones diferentes, se van haciendo visibles en nosotros, esos contenidos de los que podemos tomar conciencia afloran cuando el personaje va asumiendo sus frustraciones, las experiencias vergonzosas, los dolores, temores o inseguridades alojados en su lado oscuro, que asoman según discurre su experiencia de sujeto oculto y voyeur y en diversas entrevistas con periodistas de TV imaginarios.

Damián ha encontrado un hogar postizo a la vez que un cubículo que, cual útero materno, le mantiene en un lugar secreto, preservado y seguro.

De otro lado, en diferentes escenas, la película ha ido contando la historia de Damián y ofreciendo su perfil psicológico, con unos imaginarios programas de TV en el cual el personaje cuenta su caso y avatares, sus fobias y filias, su vida y otros pormenores.

Viscarret va haciendo este proceso con intriga, dándonos a conocer a Damián y al resto de los personajes, y preparando al espectador para entender la existencia del hombre encerrado en el viejo ropero. Incluso Lucía empieza a amar a un supuesto “fantasma”, también él quiere a la mujer, y se encariña con la hija, y Fede, el esposo no es de su agrado.

En este mundo irreal Damián se pregunta a sí mismo como si fuera el invitado a un programa de entrevistas de máxima audiencia, recurriendo también a modo incluso de terapia, a la seriedad de Iñaki Gabilondo (periodista admirado de su padre), para que este le haga las preguntas adecuadas y al que consultar asuntos espinosos.

Leonor Watling hace un gran trabajo en el papel de Lucía, una mujer madura, personaje que da profundidad al relato, unido el desconcierto ante la presencia que ella siente en el armario, cual espíritu o ectoplasma.

Muy solvente el guion David Muñoz y el mismo Viscarret, adaptación de la mencionada novela de Juan José Millás, capaz de contar lo más detestable de la mejor manera posible, un entramado que es sorpresivo a cada instante, una historia intrigante que va pasando de género en género, incluyendo el musical bajo la ducha y donde la realidad se entremezcla con la ficción.

Película que deviene experiencia estimulante para algunos y espectáculo sobrecogedor e intrigante para muchos. Toda una vivencia para celebrar en la pantalla, disfrutar del visionado y agradecer imágenes tan destacables como emocionantes, tal el episodio de las avispas o el enfrentamiento de Damián con el novio chorizo de la hija.

Cinta original, resbaladiza, una metáfora de la alienación con tintes morales, pues Damián se convierte en la conciencia moral (un Súper-Pepito Grillo) de la familia, poniendo coto, a veces de manera expeditiva, a los desvaríos, tanto del novio de la joven María, como vengando las infidelidades de Fede.

Un interesante relato que gira en torno a la incomunicación y la soledad, la soledad como mal pandémico y universal. Ello, al hilo de un personaje retraído y solitario, encarnado por un Paco León comedido, que consigue crear un rol turbador y a la vez minimalista en el gesto; a la vez que crea lazos de su mente, con la esposa.

Un punto de vista, el de Viscarret, a todas luces delirante, que es llevado por nuestro director al extremo, deformando la realidad y usando la organización de cada secuencia para mostrar esa perspectiva, combinando una cotidianeidad patológica con cierto elemento de ensueño.

El cineasta navarro sabe también crear humor y el surrealismo elevados a su potencia máxima, un cine meritorio capaz de hacer inmersión en los complejos movimientos de la mente neurótica.

Viscarret consigue una atmósfera psicológica envolvente entre la realidad y el sueño, hibridando cierta comicidad con afecto, violencia y brutalidad. Un filme original, arriesgado, formal argumentalmente, que puede gustar a unos o repeler a otros, por los enredados caminos que transita y hace transitar, al espectador.

Publicado en revista Encadenados: http://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6727-no-mires-a-los-ojos-2
Kikivall
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8
17 de noviembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que Álex de la Iglesia, ya desde este su primer corto este que paso a comentar, fue la releche. “Mirindas asesinas”, su primera cinta, es todo un compendio de lo que será su carrera posterior: violencia, terror, claustrofobia, delirio y sarcasmo. Nada más, el hecho que aluda a aquella bebida carbonada horribilis, con sabor frutal dulzón e intragable llamada Mirinda, es ya todo un indicio de sarcasmo con el cual retrata incluso a la sociedad sesentera.

En el corto entra a un Bar un hombre con cara contrahecha y cuerpo cubista y le pide a un camarero de aspecto feroz una Mirinda. En el interior del un bar hay un solo cliente. Los problemas empiezan cuando el camarero le quiere cobrar la bebida. A partir de ahí todo serán ametrallamientos por parte del cliente que se carga al camarero, luego a un joven que no le dice correctamente la hora y, en fin, el solitario cliente que allí estaba entra dentro de la barra y junto con el criminal cliente empieza a limpiar y a beber Mirindas.

El estupendo el libreto de Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría, la fotografía en blanco y negro de Kiko de la Rica, y unos actores muy bien puestos donde destacan Álex Angulo y Saturnino García, ponen en pie esta historia macabra, absurda y siniestra, un corto alocado y explosivo que en cierto modo quiere rendir homenaje al cine negro yanqui.

Este trabajo dio a conocer a Álex de la Iglesia, y en él se aprecian rasgos de sus posteriores obras como “Acción mutante” (1993) o “El día de la bestia” (1995).
Kikivall
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8
17 de noviembre de 2022
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Una pareja de turistas británicos, Tom y Evelyn (Lewis Fiander y Prunella Ransome, ambos correctos), viajan a un pueblo de la costa española para pasarlo bien y celebrar por fin su luna de miel aplazada durante largo tiempo, todo ello antes de dar a luz a su primer hijo.

Pero al llegar resulta que hay demasiado bullicio como para pasar el tiempo plácido y tranquilo que habían planeado. Con las mismas alquilan una barca y se marchan a visitar una isla en la que Tom había estado cuando era más joven.

Al llegar se encuentran con un lugar hermoso con la particularidad y para su sorpresa, de que sólo viven niños/as allí, los únicos habitantes de la isla son infantes. Esos niños, empujados por un extraño ímpetu, se rebelan y ponen contra los adultos.

La pareja deber correr a buscar un lugar donde esconderse, perseguidos y acosados por una turba infantil con tan malas intenciones, que se los van a cargar. Niños que son capaces de actos de violencia intensos y brutales, y antes de darse cuenta se ven obligados a preguntarse, ¿quién puede matar a un niño?

Se trata de una original película de terror al más puro estilo Narciso Ibáñez Serrador que adapta la novela homónima de Juan José Plans, una obra llena de sobresaltos que tuvo mucho éxito en su estreno. Con una terrorífica banda sonora de Waldo de los Ríos y una digna fotografía de José Luís Alcaine, que aprovecha al máximo la belleza natural del suelo hispano.

El espectador seguro que se pregunta muchas cosas en esta cinta, sobre todo esa turbadora interrogante de si es posible que los niños sean tan crueles y aviesos. Yo, tirando de mis conocimientos de Psicología y concretamente de psicoanálisis, traigo a la memoria un concepto de Sigmund Freud que yo sé tiene un sentido distinto, pero en su época provocó la ira social y científica, cuando el padre del psicoanálisis calificó a los niños de “perversos polimorfos”.

Este concepto tiene connotaciones para la sexualidad adulta, cuyos orígenes están en la sexualidad infantil: oral, sádico oral, anal o fálica, ya desde la infancia. Pero no debemos olvidar esa tendencia de los nenes que desde muy pequeños son capaces de crueldades (o así lo llamamos los adultos), cuando son descuartizan una lagartija como si nada o destruyen un nido de pajarillos por puro juego.

De otro lado se da en los niños por momentos un intenso rechazo e incluso odio por los padres, bien por celos, cuando estos los contradicen, o sencillamente cuando les ponen límites.

En suma, una obra fascinante que impacta de forma distinta en función de cada cual, la edad que se tenga cuando se vea pero que es una auténtica joya del terror, terror que se multiplica en el cine cuando los protagonistas son niños.
Kikivall
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5
16 de noviembre de 2022
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Claude Verneuil, un notario conservador gaullista, y su esposa Marie, son burgueses y católicos, padres de cuatro hijas que se han casado con descendientes de diferentes orígenes étnicos y religiosos: Isabelle, abogada, con Rachid Ben Assem, musulmán, abogado. Odile, dentista, con David Benichou, empresario judío sefardí desempleado. Ségolène, artista plástica, con Chao Ling, un bancario chino y budista. Y Laura, con un hombre negro.

De otro lado, en su debut literario, Monsieur Verneuil no ha tenido éxito, y para aparentar tener buenas ventas, se va comprando cajas enteras de su propio libro.

El motivo que desencadena la historia es la proximidad del cuarenta aniversario de bodas del matrimonio Verneuil: sus bodas de rubí. Sus cuatro hijas han decidido organizar una fiesta sorpresa en la casa familiar e invitar a los padres de sus respectivos maridos a la celebración.

Mientras, Ségolène, una de las hijas, inaugura una exposición con sus horribles cuadros. Acude al evento un coleccionista alemán que parece interesado en sus pinturas, tal vez en ella. Ségolene ansía vender su obra al coleccionista teutón.

En esta entrega la carga de chistes más bien malos, de nuevo abordan los estereotipos raciales, asuntos y prejuicios morales, manidos roles matrimoniales, suegros de una pesadez extrema y otros por el estilo.

Tercera fase de esta trilogía de Paul de Chauveron con un guion cortito de Guy Laurent y el propio Chauveron. La celebración de las bodas de rubí, con los consuegros, de nuevo pretende mostrar que el racismo y los choques culturales son patrimonio del mundo.

Tenemos gracietas diversas como que Jesús fue africano, que los chinos son todos iguales o un judío y un árabe que reeditan el conflicto palestino-israelí en el jardín contiguo de sus casas. Observaciones chuscas, pero si te hacen gracia, tal vez encuentres divertido el filme.

Freud escribió en 1905, “Los chistes y su relación con lo inconsciente” donde se afirma que "nuestro disfrute de la broma" indica lo que se reprime. Si analizamos el contenido latente del humor de Chauveron, lo que se oculta en él es mucha mala uva y la fotografía social de la ignominia.

En el reparto están, principalmente, Christian Clavier como Claudie Verneuil, con un catálogo de gestos y de braceo exagerados; Chantal Lauby muy propia como señora Verneuil; y bien el resto de las actrices y actores.

Algunas de las ideas que se proponen funcionan razonablemente bien. Ejemplos son los enfrentamientos entre parejas, donde la señora suele poner el punto final a la discusión; o la afición de la madre china por el vino tinto y los embutidos; o el piloto de globo aerostático, un sujeto manco que lo hace todo con la única mano, los pies y la boca.

Destacaría también para positivo, el trabajo del actor Abbes Zahmani, el padre tunecino roquero, que protagoniza una escena enternecedora y musical, con una bonita canción, al final del metraje.

Lo mejor de la peli son las oportunidades humorísticas con los consuegros internacionales del clan (choque entre culturas, etc.); gags bien llevados cercanos al slapstick; y no falta el guiño de reivindicación femenina a cargo de las cinco suegras cuando se van de marcha nocturna.

Y algo que igualmente aceptable es la crítica a eso que se conoce como “viejismo” (actitudes y comportamientos negativos hacia la gente de edad avanzada), lo cual vemos en las escenas en que los porteros de una discoteca impiden el paso a los protagonistas mayores; aunque las señoras logran entrar finalmente…

Y para finalizar la búsqueda de la paz mundial con todos… menos con los alemanes, única nacionalidad a la que la bonhomía ecuménica de sus creadores es incapaz de aportar una nota positiva.

Publicado en revista de cine Encadenados: https://encadenados.org/rdc/sin-perdon/6722-dios-mio-pero-que-nos-has-hecho-2
Kikivall
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8
15 de noviembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por una importante donación de dinero de un mecenas, un grupo de profesores extravagantes, solteros todos menos uno que es viudo, trabajan de pleno en la preparación de una enciclopedia del saber humano relativo a todas las ciencias del posibles.

Cuando ya el trabajo está avanzado, un barrendero se cuela en la casa con un vocabulario desconocido para el afamado profesor de lengua Potts (Cooper), que cae en la cuenta de cuantas palabras y frases ignora de las que dice el honrado pero inculto operario de la limpieza urbana.

Es cuando el profesor Potts toma conciencia de su limitación en los términos y construcciones lingüísticas populares, pues él y todos los doctos señores viven de espaldas a la vida real. Potts sale al mundo anotando en su libreta cuanta palabra o frase oye en las cafeterías, autobuses y otros, para acabar en un cabaret donde la bailarina Shugar O’shea (Stanwyck) baila y canta con agilidad y garbo y con ropas muy sugerentes, el “bugy bugy”.

Coincide con que Shugar, amiga de un gánster, está en problemas, justo cuando Potts la conoce con la intención de entrevistarla para sus estudios léxicos y ella acabará en casa de los enciclopedistas para esconderse de la policía.

Maravillosa película dirigida con maestría por Howard Hawks con una importante veta cómica, deslumbrante, divertida, con un libreto espectacular de Billy Wilder (nada menos) y Charles Brackett, que adaptan una historia de Thomas Monroe.

Tiene una excelente puesta en escena y un tempo ágil y sin espacios muertos ni momento para la distracción o el tedio, todo transcurre de manera genial con suavidad, sabor picante a veces y muy divertida siempre. Los diálogos son ocurrentes, graciosos y muy alegres.

Muy buena la música de Alfred Newman y la fotografía de Gregg Toland (B&W), y un reparto de lujo con unos magníficos actores y actrices que hacen que cada personaje sea una caricatura de sí mismo, nombres tan significados como Gary Cooper (brillante como el profesor Totts), Barbara Stanwyck (maravillosa como la bailarina Sugar), Oscar Homolka, Henry Travers, Tully Marshal, Richard Haydn y otros. Todos perfectos y en sintonía.

Y el amor, cuando Totts y Sugar, poco a poco, se van acercando y enamorándose. La caravana de profesores camino de la supuesta boda de Totts y Shugar es genial. Y a poco avispado que esté el espectador, encontrará similitudes entre esa casa con de profesoras y la alegre Shugar, con el cuento de Blancanieves y los siete enanitos, todos prendados de ella.

Sin olvidar el enfrentamiento de los profesores con los gánsteres que tiene una candidez y risa para cada escena de los diferentes duelos del saber frente a las armas.

Película que es una joya muy olvidada con actores de talla de los años cuarenta y una cinta a recuperar por los aficionados al buen cine.
Kikivall
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