Es difícil tener una opinión objetiva cuando se ha visto antes la secuela, el desarrollo era conocido, pero por otro lado ha sido una gran oportunidad para ver como van cambiando las cosas en el cine en general, la historia de los muertos que vienen a por tí está rodada con planos que huelen a muerte y una violencia que no llega al gamberrismo, pero que por otro lado es tremendamente psicológica porque deja a sus personajes indefensos e incluso en estado de shock, se juega bien con los medios para trasladar el miedo y va aumentando de tono con secuencias alternas, hay una dedicación hacia el ser humano, sus disputas y egos entre los picos de actividad estimulante que llevan a la histeria colectiva.

También se agradece la teoría de los radiactivos mutantes para explicar el origen de esa danza hipnótica, que vaya siendo cada vez más carnívora y oscura sin perder los papeles, sin necesidad de poner personajes que parezcan héroes, muy al contrario, de su resolución se extrae una jugosa conclusión sobre el ser humano, como tiene que ser.