Un día, un obseso de las enfermedades y malignidades varias del cuerpo humano se acercó a la obra del escritor más famoso de novelas de terror, y así se creó un relato que tiene pinceladas de ambos y a la vez de ninguno. Fue el día en que David Cronenberg adaptó la novela de Stephen King “La zona muerta”.

El filme cuenta cómo un hombre (Christopher Walken) se despierta de un largo coma y descubre que tiene facultades psíquicas con las que es capaz de ver los acontecimientos pasados y futuros de una persona con sólo mantener contacto físico con ella. A partir de ahí, ese extraño “poder”, o enfermedad si pensamos a lo Cronenberg, le llevará por caminos insospechados.

El relato de King le lleva a David Cronenberg a realizar una de sus películas más comerciales pero sin dejar por ello de lado sus temáticas truculentas, aprovechando así que el “leit motiv” es, precisamente, unos poderes extrasensoriales en un cuerpo en realidad enfermo. Dejando de lado la visceralidad y el tono tenebroso típico de algunas de sus obras anteriores, el canadiense dota a la narración de un formato más sosegado, de un ritmo casi de telefilme, para contar una historia más lineal de lo normal en él, como haciendo un paréntesis entre dos de las cintas más ejemplificadoras de su filmografía: “Scanners” (1981) y “Videodrome” (1983).

Resulta destacable la evolución del personaje y, a la misma vez, de su rara enfermedad de la que, como todo poder que se precie, requiere de un control absoluto y de un sacrificio personal, además de plantear dilemas morales. Es loable cómo Cronenberg no sólo nos traslada el sufrimiento de la ironía de quien padece esa “virtud”, sino también los efectos y las relaciones con las personas que le rodean. En este aspecto, Christopher Walken vuelve a demostrar lo gran actor que es, dotando de credibilidad a su personaje.

Independientemente de su fidelidad a la novela de King, pues no la he leído todavía, “La zona muerta” supone un acierto dentro de las rarezas cinematográficas de Cronenberg y una de las mejores adaptaciones que se han hecho de la prolífica obra del escritor de Maine. Muy recomendable.