El día de mañanaMiniserie

Mariano Barroso, director de esta miniserie presentada en Movistar+, sitúa a Justo Gil -Oriol Pla con su impecable actuación- en el epicentro de la trama. Un hombre que parte de no tener nada y quizá, esto es lo que le impulsa a no cesar en su deseo por seguir en la vida. Vida en la que se encuentra con el amor, el trabajo, la amistad, la traición, los conflictos, las contradicciones, la muerte, etc., pero que no le permite dar un paso atrás en las decisiones que va tomando y las consecuencias que le sobrevienen, por trágicas que sean.

Es evidente que la ambientación de esta serie incurre en defectos propios de lo que es el punto de vista ideológico mayoritario de los creadores españoles actuales: la Barcelona de 1966 no estaba en una especie de situación prerrevolucionaria con incidentes con los “grises” a diestro y siniestro (en el capítulo primero nada menos que tres escenas de violencia policial salvaje a cargo de la policía del régimen). Y cae también en el otro típico defecto a la hora de plantear los contextos sociopolíticos de la dictadura franquista, en este caso desde cierto punto de vista catalán, según la cual la dictadura de Franco fue una especie de “ocupación” política y militar de Cataluña por parte del estado español, ofreciendo así una versión de buenos y malos sin matices, e ignorando la realidad de la multitud de catalanes franquistas. Así que todo lo que en la serie transpira algo de español de la dictadura o simpatía, sus instituciones, la policía, en fin, lo que sea, aparece siempre de forma caricaturizada o ridícula, el caso extremo es el del comisario Landa encarnado por Elejalde.

La verosimilitud narrativa puede que se dé en la a ficción novelesca de Martínez de Pisón (aunque esta novela suya yo no la he leído), pero en el medio de la ficción cinematográfica el guion no logra explicar con credibilidad a partir de lo que se ve en las imágenes el éxito del rápido asenso social del protagonista, una especie de Pijoaparte de la burguesía catalana franquista, ni su paso repentino a confidente de la Brigada Político-Social, o más adelante su conversión a radical terrorista ultra. Y no contribuye a ello la inexpresividad de Oriol Pla; tampoco termina por convencerme Aura Garrido. A ambos les falta la naturalidad y pasión que exige esta historia de amor soterrada que transcurre a lo largo de más de diez años. Si embargo la serie sí que cuenta con buenos actores como Carroza en el papel de policía con dudas, Elejalde en la caricatura del comisario franquista exaltado o el tío de la protagonista, el fantástico Pep Cruz.

La estructura narrativa en forma de entrevistas, como una especie de “True detective” a la española me resultó poco natural.

Bien la ambientación material, aunque poco pobre de recursos en algún momento (la policía a lo largo de los años lleva siempre el mismo Seat 124 azul). Los fondos musicales de piano me parecieron extraordinarios.

En suma, una serie entretenida.

Otra joya oculta en Movistar. Realiza un retrato muy completo de la ciudad de Barcelona durante la dictadura. Utilizando al personaje de Justo, navega de forma muy acertada por los distintos aspectos de una época muy convulsa en España.

Partiendo con esa idea en la mente, puede sonar a otro producto televisivo español ambientado en la Guerra Civil o su resultado. Por favor, no os quedéis únicamente en eso. Dadle una oportunidad y disfrutad, discutid si Justo (profético nombre) es un mentiroso, un luchador, un canalla, un sufridor o un héroe. Dejaos llevar por esa Barcelona mágica y disfrutad de estos 6 capítulos, no os arrepentiréis.

La serie tiene fallos (como TODAS) pero a nivel general, toca aplaudirla. Ojalá más series españolas fueran así.

No entiendo la puntuación tan alta. Supongo que la mayoría tienen una edad y les ha hecho gracia ver recreado el ambiente de esa época, que yo también viví.
Para empezar, el protagonista no me gusta nada. Lo siento, pero no lo veo nada creíble. No sé si es por su cara, su mirada o su expresión global, pero no le encuentro carisma para hacer ese papel. De hecho, nunca me gustó en otras películas que le he visto actuar de secundario.
Tampoco entiendo el título de la serie. Me imagino que lo explicarían en la novela.
Sí me han gustado secundarios como Karra Elejalde y Pep Cruz.
Hay una escena en el primer capítulo que me ha hecho reír, pues parecía más propia de una película cómica (spoiler).

Una magnífica obra que deja una profunda huella. La recomiendo totalmente. Preciosa de principio a fin. Excelentes interpretaciones y una trama que aún siendo sencilla te atrapa. Absorbente e inolvidable. Espléndida también su banda sonora y una ambientación de la época admirable. Hay tantas buenas series españolas y la mayoría tan infravaloradas, que es una pena. Pero la mayoría de los españoles prefieren buscar el entretenimiento tonto y facilón de las americanadas más inmundas. No saben lo que se pierden.