Muy poquitas veces podré decir esto, así que merece la pena reseñarlo. Esta saga rompe el mito de que las segundas y terceras partes nunca son mejores.
El salto de la primera a la segunda película de la saga es notable, pero de la segunda a la tercera no hay palabras.
Increíble aparición de Scott Adkins, que pierde la "apatía" de su primera aparición para dar un paso de calidad en el personaje y su historia, todo ello sin salir de su rol.
Han tardado dos películas en lograrlo, pero finalmente han alcanzado el punto justo de lo que un buen aficionado a este género espera.

De vez en cuando solemos ver películas cuyo título nos suena, pero que por un motivo u otro no pudimos ver en su estreno. Gracias a films como éste, te das cuenta que es una costumbre bastante buena.
La belleza de los efectos visuales es la esencia, pero no nos quedemos en eso. La diferencia no sólo radica en los incontables giros propios de las artes marciales en los personajes, sino en los giros del argumento que se hacen también incontables principalmente en su tramo final.
Desarrollo fresco y sorprendente que marca una historia de amor envuelta en efectos artísticos y visuales.

Una vez vista la película de "Invicto" me atrevo a decir con total certeza que el segundo film mejora al primero en absolutamente todos los aspectos.
En primer lugar, el argumento mejora ostensiblemente, tratando temáticas inimaginables en la primera película de la saga.
En segundo lugar, la aparición de Isaac Florentine permite disfrutar de unos enfrentamientos mucho más elaborados.
Además, la acción no se desarrolla principalmente al final del film, sino que se va repartiendo durante todo su desarrollo, lo cual es de agradecer.
Finalmente, valorar por encima de todo la figura de Scott Adkins, un enorme acierto que le da un salto de calidad enorme.

Philadelphia de 1975, un barrio con pocas posibilidades económicas. Ese es el contexto en el que vive un postrero boxeador que a pesar de todas las adversidades que se le presentan en la vida, combina su propia supervivencia con la idea de lograr el éxito en aquello que realmente le gusta. Inesperadamente la vida le regala "una oportunidad entre un millón".
Alejada de una idea simplista de golpes y poco argumento, el film nos ofrece la oportunidad de ponernos a prueba y pelear por aquello con lo que soñamos a base de humildad, pasión y mucho esfuerzo.
Bonita historia acompañada de una banda sonora que será recordada para siempre, al igual que su protagonista.

Uno debe saber diferenciar aquellas películas que son buenas, y aquellas otras que siempre se recordarán.
Nostálgica y maravillosa banda sonora que describe perfectamente una Francia en decadencia, y con ella la de sus más reconocidos defensores, que sin embargo, se resisten a renunciar a lo que fueron y lo que son.
Desarrollo entretenido, aventurero y heroico, envuelto en un ambiente entristecido y alejado de la euforia de los mosqueteros de antaño.