Esta película pertenece a un tipo de cine evasión español (en este caso en parte portugués) que se produjo en los 50/60 y que parecía destinado a mostrar supuestos ambientes de lujo con la excusa de que el personaje protagonista, una mujer casi siempre, una persona normal y corriente se "cuela" en ellos y vive una experiencia tipo cenicienta (y por supuesto, alguna historia de amor).

Algo así como una versión (venida a menos) del cine de la Gran Depresión del tipo "Medianoche" o "Una chica afortunada".

No es una gran película, pero sí se merece más que un aprobado: es agradable, está bien dirigida y se ve con agrado, sobre todo por algunas perlas, casi siempre en boca de la inefable Isabel Garcés:

- París es sólo para los modistos y los esnobs.
- Yo soy modisto, señora.
- ¡Anda! ¡Si yo soy esnob!

Es curioso observar cómo se habla de la profesión de modelo era un ejemplo de empleo típico de la clase trabajadora; la clase de trabajo que jamás encontrarías en una fiesta de sociedad.

Puntos a favor:

- La primera hora de película.

- El personaje de Marguerite: dulce, generoso, inasequible al desaliento, auténtica amante del arte (capaz de emocionarse por completo al ver una ópera entre bambalinas)... y sin embargo, incapaz de darse cuenta de su falta absoluta de talento.

- Catherine Frot es maravillosa, hay un momento en que uno de los personajes dice "¿Has visto su mirada ? ¿Has visto la soledad?" y realmente puedes ver la soledad en los ojos de la actriz.

Puntos en su contra:

- La deriva absoluta de la película a partir de la escena de la actuación en público (incluso antes, con la aparición del profesor).

- ¿Qué ocurre con el mayordomo? ¿Cómo su personaje pasa de ser totalmente positivo a absolutamente delirante?

- Que tantas tramas y personajes se pierdan por el camino ¿Qué importa al final la joven cantante?

- Los puntos oníricos (por llamarlos de alguna manera) que no cesan de castigarnos en la última media hora de película: una mujer barbuda ¿¿??, los sirvientes aplaudiendo a que se haga una foto a unas alas en llamas (imagen tan efectista como absurda), la mujer barbuda (ah ¿que ya lo he dicho? da igual, lo repito).

Si tuviera que valorar la primera mitad de la película le daría casi un ocho, a la última: un cero absoluto.

Este es uno de tantos títulos musicales que se producían sin descanso en el cine norteamericano de los 50, quizá no el más memorable, pero sí una buena muestra de como hasta las películas relativamente "pequeñas" alcanzaban un nivel medio alto de profesionalidad y buen hacer.

El argumento es un biopic (hagiografía, casi) de una exitosa cantante que sobrevive a un accidente de avión, cuando iba a actuar ante las tropas aliadas en Europa, de larga y complicadísima recuperación, al tiempo que vive una crisis matrimonial.

La película además de los números musicales cuenta con las eficaces actuaciones de Susan Hayward y Thelma Ritter que vuelve a interpretar con su habitual sensibilidad a una enfermera/amiga/confidente de la protagonista.

Tres historias cortas: un cerdito responsable que hace lo imposible por entregar una bebé a sus padres (supliendo a una cigüeña absentista), un zorro que intenta ser feroz mientras "concilia su vida familiar" y dos atontadísimos pato y conejo que intentan salvar la Navidad, aunque tengan que sustituir el trineo de Papá Noel por un carrito de supermercado.

Todo contado con mimo, con humor (a veces surrealista), con mucha inteligencia y con momentos tiernos bien distribuidos, sin dejar que la ñoñería entre en escena.

En fin, una delicia que sabe a poco y que tiene la increíble virtud de ser adecuada para niños, sin dejar de ser muy "disfrutable" por adultos.

Lo único malo que puedo decir de esta película es que es una pena que los adultos no vayan a verla, pensando que es para niños.

Una cosa es querer aprovechar la innegable vis cómica de Gracita Morales para crear una película y otra, confiarlo todo a esa baza y no molestarse en escribir un solo diálogo ingenioso, ninguna trama medianamente consistente ni un solo personaje con entidad.

Toda la película es poco más que una sucesión de escenas en las que la actriz se luce (incluso improvisa, me atrevería a decir) sin que haya más que un débil hilo argumental entre ellas: Gracita Morales imitando a un disco que habla en inglés, Gracita Morales cantando disfrazada de cíngara, Gracita Morales en un cabaret sin haberse enterado de lo que significa "alternar"....

La película empieza y acaba ahí y uno siente que no se molestaran en darle algún otro interés, algún otro mimbre con el que darle un mínimo peso al argumento.

Respecto a los personajes secundarios, apenas esbozados, tenemos el antipatiquísimo papel que le toca representar a Vicky Lagos, a un Antonio Ozores haciendo de Antonio Ozores (modalidad "buen chico") y al de Tota Alba, que consigue en unos pocos minutos lucirse a pesar de los cuatro trazos con los que es construido su personaje. Como todos los demás, por otra parte.

La única posible excepción es el papel interpretado por José Luis López Vázquez (sorprendente cabeza de cartel de la edición DVD porque la protagonista absoluta es Gracita) personaje al que por lo menos se le asignan un par de rasgos graciosos y que interpretado por el gran actor, consigue ser hasta recordable.