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España España · Madrid
Críticas de egomez93
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
8
3 de marzo de 2016
22 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
«Me he equivocado de sala y de película» me dije cuando apenas transcurrieron los primeros planos, no obstante, la belleza de la imagen y la eclesiástica música me motivaron a quedarme...¡No! ¡Miento! Estuve a punto de levantarme hasta que apareció Josh Brolin ¡Sorpresa no me había equivocado!

Y es que precisamente reacciones como éstas conforman el shock de toda la película ante la historia que cuenta...¿Pero qué historia cuenta? Bueno ¿Cómo decirlo? ¿Es lo que comenta la sinopsis brevemente? ¡Pues sí!...O no del todo (¿?). A simple vista todo luce confuso pero, sin embargo, muy por encima de sus absurdos transcursos, la idea que se nos quiere transmitir goza de un sentimiento tan real como... ¡la realidad misma! Que, empero, ha sido muy olvidado en la sociedad actual, y por lo que cuentan tanto Ethan como Joel Cohen en su última producción, lleva olvidándose este ideal desde unas cuantas décadas pasadas.

Pero antes de entrar en historia y comentar su trama (hasta caer en lo subjetivo, tal como propone la película) podemos comentar aspectos más generales: El montaje realmente es convincente. Nuevamente asistimos a un proyecto que juega con los cambios de formato, algo que para el público general puede ser irrelevante de manera consciente, pero que simboliza mucho de manera inconsciente, puesto que dicha alteración en los planos representa un lenguaje alternativo de los sucesos. Es un indicador de qué es lo que vemos. Separa la historia principal de las subtramas. Aunque desde hace un par de años el recurso no es nada original, en este caso se aplica con total justificación. Por otro lado, sobre la dirección de los Hermanos Cohen poco podemos hablar, consecuencia de estar en el alto nivel al que nos tiene acostumbrados, provocando así que la fotografía, el arte, los colores, los detalles y la producción sea óptimas, limpias y en este caso, creíbles dada la atmósfera de tiempos pasados.

Sin embargo, continuando con el tema de dirección, las actuaciones que, a su vez pueden parecer simples, son producto de sesiones claramente complejas. Probablemente el aspecto más importante ya que los personajes, al igual que en «Fargo», «The Big Lewosky» no actúan como «se supone» debería actuar «un personaje corriente» o mejor dicho «no actúan como el público actuaría» pero curiosamente, son capaces de hacernos creer su histrionismo y entregarnos a ello con total naturalidad para asistir a la historia. Dicho esto, de más está aclarar que el elenco está en su punto, sobresaliendo Josh Brolin. Por otro lado, algunos secundarios que más bien parecen cameos a la usanza de las grandes estrellas invitadas en superproducciones pasadas, terminan respaldando el buen gusto y el sabor de la cinta.

Sin duda alguna, los Cohen han vuelto ¡Y a lo grande! Por lo tanto, estimado lector, si ha visto la película y está intrigado por mi calificación y sorpresa, pase, si es su deseo, a leer en la sección de spoilers el resto del escrito y tras esto, si su calificación es corriente, le invito a replantearla. Para el lector que no la haya visionado ¡Hágalo! ¡Pero con la mente abierta! Puesto que la cinta, se presta a ser «observada, pero no vista» (Como diría Hannibal Lecter).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
egomez93
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9
10 de agosto de 2014
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante su tiempo, las crítica se ciñó a describirla con navajas acusándola de ser una burda copia de "Amadeus" (Otra obra maestra) mezclada con algo de "Citizen Kane". Probablemente lo sea, pero es también un hecho que los realizadores supieron dar el adecuado giro de tuerca para definir una historia realmente conmovedora y apasionante. La fotografía y la Iluminación también son majestuosos, pareciendo algunas veces un auténtico cuadro impresionista. Gary Oldman nos recuerda que es uno de los actores más talentosos y "camaleónicos" de la industria. Sin duda una bendición de vocación. El resto del elenco aunque parece que se limita a cumplir, rellenan muy bien la ambientación de la agitada vida de este Beethoven, genio incomprendido y (por tanto) amargado.
egomez93
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9
8 de diciembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No había visto en el cine, durante mi corta vida, una película con tanto contenido hasta “Interstellar” (A pesar de la complejísima, enrevesada e indescifrable filmografía de Alejandro Jodorowsky encabezada por “El Topo”).

“Interstellar” de Christopher Nolan, es capaz de mantener al espectador adherido al asiento durante sus casi tres horas de duración. Por supuesto, dicho aspecto es usual en la filmografía del director, puesto que el mismo efecto tuvieron “The prestidge”; la “Dark Knight’s trilogy” e “Inception” entre otras. Pero ¿Qué es lo que hace tan especial a Interstellar”? La respuesta va mucho más allá de sus protagonistas, de la excepcional banda sonora de Hans Zimmer y de los misterios del insondable espacio exterior o “buena noche”.

La película nos presenta a Cooper, un personaje sencillo (pero magníficamente interpretado por Matthew McConaghey) ex-piloto de la NASA, viudo y padre de dos hijos, Tom (Casey Affleck) y Murphy (Jessica Chastain). Sus vidas transcurren como granjeros en un Mundo que anuncia su fin y por la gran cantidad de polvo en el aire, que deteriora poco a poco la salud de su entorno. En medio de todo esto, se desarrolla una gran misión concerniente en cruzar por un “Agujero de Gusano” en el espacio con el fin de salvar la humanidad de su extinción.

Cooper se une a la tripulación de la gran nave “Endurance” conjuntamente con los astronautas Doyle (Wes Bentley); Romilly (David Gyasi) y la Profesora Amelia (Anne Hathaway). Pero ésta decisión conlleva una tragedia emocional al separarse Cooper de sus hijos por un tiempo que tal vez se haga eterno.

Y precisamente ese es el mayor punto de la película: El sentimiento. Muchos aseguran que a Anne Hathaway le quedaba mejor el papel de Catwoman en “The Dark Knight Rises”, pero es precisamente el personaje de Amelia Brand la que pronuncia los mejores diálogos en el film, remarcando la importancia del amor como transgresor de barreras terrenales, universales e intangibles.

Nos desesperamos junto a Cooper al ver pasar cada hora, día, año y década en la cinta como arena entre los dedos. Nos recuerdan cuán relativo es el tiempo y cuán cambiante es la existencia humana. Nos invitan a re-descubrir cuál es nuestra mayor cualidad como seres humanos, su respectivo por qué, a no desfallecer ante nuestras dificultades y aferrarnos a nuestra inquebrantable fe (sea cual sea nuestro credo) y luchar sin importar por cuáles rumbos nos lleve el “Destino”…¡Otra gran cuestión! ¿Qué es el Destino? ¿Lo forjamos nosotros o corre por cuenta de alguien o algo más? ¿Nos concierne a nosotros saberlo o nada más debemos estar en cuenta de que no podemos cambiar nuestro pasado?

Pero Christopher Nolan y su hermano Jonathan no sólo nos conducen trepidantemente por llanuras emocionales impensables, sino también por la adrenalina más pura y boyante de giros totalmente inesperados, mientras nos divertimos con personajes destacados, o nos deleitan con Michael Caine recitando del inmortal Dylan Thomas su “Do not got gentle into that good night”.

Asimismo los Nolan nos ofrecen otro memorable y sorpresivo “villano” que nos lleva a debatir internamente de qué lado de la mesa estamos ante el tema de nuestra propia supervivencia.

Tanto en el nivel visual como argumental es más que una película, es una experiencia llena de sabiduría y por supuesto de moral (como es usual en Nolan). Su imagen consigue producir el vértigo, la sensación de vacío en el espacio y mediante las mismas, ese “subidón” de ansiedad al imaginarnos a bordo de una misión así, tan lejos no sólo de la Tierra y de nuestro Sistema Solar, sino de todo lo que amamos.

Vale destacar que, pese al ambicioso argumento, la película es un muy humilde homenaje a clásicos del género como la inolvidable “2001: A Space Odyssey” de Kubrick, al “Solaris” de Tarkovsky (y también el de Soderbergh) o “Close Encounters of the Third Kind” de Spielgberg. También se divisan notables influencias de la clásica película “The Ghost and Mrs Muir” de John Mankiewicz, e incluso guiños a trabajos anteriores del propio Nolan, como “Inception” en la relatividad del tiempo y al comic de Frank Miller, “The Dark Knight Returns”, al principio del film (¿Nostalgia por parte de Nolan? ¿Auténtico espíritu fanático? ¿O ambas cosas?).

El único aspecto que se evade en el escrito es el ámbito científico, debido al desconocimiento de la totalidad de leyes y teorías en torno al espacio, la física cuántica y mecánica por parte de este servidor. Pero sabiendo que personalidades como el astro-físico Kip Thorne estuvieron presentes en el proceso creativo como consultores, confío en que el realizador ha cubierto bien sus espaldas.

En resumen, es una muy compleja, universal e intangible obra de arte fílmica, capaz de llegar hasta puertos que ningún film del género hubo tocado antes, digna de un talentoso predistigitador como lo es Nolan (Un mago del cine como en su momento lo fue Georges Méliès); quien nos recomienda verla con la mente sumamente abierta y relajada para procesar su prodigiosa magia (Un tiempo de desconexión que nos dan los logos de las productoras al comienzo de la cinta seguidos por el título de la misma). También es importante resaltar que, pese a muchas opiniones, la película SÍ justifica cada giro de su redonda trama, pero para unir tales puntos es necesario prestar la máxima atención, así como el Agujero Gusano curva el espacio para unir dos distancias.
egomez93
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8
11 de septiembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Normalmente los "biopics" nos muestran la sensibilidad, el lado dramático del personaje a retratar. Nos plantean una pretensión de acercamiento, de entender, analizar e incluso justificar, no obstante en ésta película el caso es contrario. Algunas veces el protagonista nos comparte sus peculiares visiones de la vida y del arte pero no con la intención de contagiarnos o de que lo entendamos. Simplemente son sus visiones y opiniones, expresadas con la mayor espontaneidad posible. Puedes compartirlo o no, pero la única realidad es que "eso es lo que hay".

La dirección supo aprovechar a rajatabla y de manera ingeniosa la atmósfera de los cuadros de Bacon trasladándola a la imagen. Es un trabajo que supera, en mi humilde opinión, mucho del material actual. Desde los colores, el uso de la luz, los muy arriesgados movimientos y posiciones de la cámara.

Igualmente los actores denotan una presencia impecable. Daniel Craig en todo su esplendor y sin los acomodados tratos que la actual industria le confiere (No sin méritos preliminares) vierte toda su fortaleza en el papel, como el líquido de una cubeta al impactar en el suelo. ¡Sangre! ¡Sudor! ¡Obsesión! ¡Temor existencial! Su personaje se halla dando constantes gritos de desespero los cuales parecen apaciguar Derek Jabobi encarnando a un Francis Bacon con un enfoque parecido a la Fuerza del Tarot, aquel arcano que domina a la bestia sin seguir una dirección establecida, incluso sin un aparente interés o consciencia de hacerlo.

El resto del reparto se limita a ser relleno, parte del ambiente y a veces intimidación necesaria que insta el necesario desarrollo de la trama.

Un film muy poco usual, una rareza entrañable, una historia bien contada: Extraña, seductora, inquietante. No forma tampoco parte de las usuales tramas que caracterizan el drama de orientación sexual o diversidad de hoy en día.

¡Saludos!
Egómez.
egomez93
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7
10 de agosto de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me cabe la menor duda de que con directores como Steven Soderbergh haciendo Telefilmes llegaremos a "alabar" a la televisión tanto como al cine. Recuerdo cuando de pequeño en clases de Arte me acotaron que para un actor trabajar en Cine y luego hacer televisión era incluso "humillante"...Que lo repitan en presencia de Kevin Spacey o mejor, en frente de Michael Douglas y Matt Damon quienes han DE-LEI-TA-DO con sus estelares interpretaciones en "Behind the Candelabra". Douglas quien jugó a ser Liberace es mejor que el mismísimo Liberace en persona, derrochando un carisma arrollador, y Matt Damon (según opiniones, mayorcito para el papel) nos recuerda que es mucho más que el protagonista de la saga Bourne y que se trata de un actor que se está consolidando dentro de lo grande. La producción extraordinaria me han hecho olvidar que era un telefilm, disfrutando al máximo de cada toma y cada plano.

Aunque la televisión se acerca al cine cada día más y que todavía descarte una "competición" de fuerzas, creo que cintas de la calidad de "Behind the Cnadelabra" serían fuertes oponentes del lado de la pantalla chica. Total, nunca creí que una peli donde viéramos a un Michael Douglas viejete ligando con Matt Damon me gustara tanto a mí y a sus espectadores.
egomez93
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